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Pasaron las semanas y el trabajo en la empresa iba impresionantemente bien, las decisiones estratégicas que tomaban juntos impulsaban el crecimiento del negocio y la sinergia entre ellos era evidente para todos los empleados, sin embargo lo que realmente los mantenía felices eran esas citas a escondidas en la oficina, donde podían dejar de lado las formalidades y simplemente disfrutar de la compañía del otro, se había vuelto una costumbre para Manuel y Mayte irrumpir en la oficina del otro, aprovechando cualquier momento para estar juntos, esta vez fue Mayte quien entró a la oficina de Manuel cerrando la puerta con seguro detrás de ella.

¿Interrumpo algo importante?-Preguntó Mayte con una sonrisa traviesa.

Manuel levantó la vista de sus papeles y al verla su atención quedo completamente centrada en ella, Mayte dejó caer su vestido al suelo con un movimiento ligero revelando un conjunto de encaje negro que había escogido especialmente para él.

¿Cómo esperas que trabaje después de esto?-Dijo Manuel con su voz llena de deseo mientras se ponía de pie e iba acercándose a ella y Mayte se acercó lentamente sin apartar sus ojos nunca de los de él.

Ese es el punto-Susurró ella deslizando sus manos por el pecho de Manuel mientras él se inclinaba para besarla, el beso fue profundo y apasionado, Manuel dejó que sus manos recorrieran el cuerpo de Mayte disfrutando de la suavidad del encaje y la calidez de su piel.

Te ves increíble-Murmuró Manuel contra sus labios con su voz ronca de deseo y Mayte sonrió tirando suavemente de su corbata para acercarlo aún más.

Quiero hacerte olvidar el trabajo por un rato-Dijo Mayte con voz seductora.

Manuel la alzó en brazos y la colocó sobre su escritorio, sus manos recorrían sus muslos e iban levantando el delicado encaje mientras sus labios se movían por su cuello y clavícula, provocando que Mayte arqueara la espalda soltando un suspiro de placer.

Eres mía-Murmuró Manuel con sus manos deslizándose bajo el encaje para acariciar su feminidad provocando que Mayte jadeara.

Siempre tuya-Respondió ella enredando sus dedos en el cabello de Manuel mientras él la complacía con un toque experto.

La pasión entre ellos creció rápidamente, el deseo era demostrado en cada caricia y beso, Mayte arqueó la espalda, sus suspiros y gemidos llenaban la oficina mientras Manuel la complacía llevándola al borde del éxtasis una y otra vez, ambos jadeaban con sus cuerpos temblando de placer y satisfacción, se quedaron así abrazados y sudorosos disfrutando del momento.

Creo que este será nuestro nuevo pasatiempo favorito-Dijo Mayte con una sonrisa acariciando el rostro de Manuel.

Sin duda-Respondió él besándola suavemente antes de ayudarla a vestirse de nuevo.

Volvieron al trabajo pero sabían que estos momentos robados en la oficina eran lo que hacía que cada día fuera más especial, Mayte se sentía amada como nunca antes pues su matrimonio con Manuel estaba mejor que nunca, cada día se despertaba con una sonrisa y esos momentos en la oficina que mantenían viva la chispa entre ellos.

...

Una tarde, después de una intensa reunión Manuel entró en la oficina de Mayte cerrando la puerta con seguro detrás de él.

¿Tienes un minuto?-Preguntó Manuel con una sonrisa que Mayte reconoció al instante.

Siempre para ti-Respondió ella levantando la vista de sus documentos.

Manuel se acercó apoyándose en su escritorio mientras ella se ponía de pie, la atrajo hacia él envolviéndola en un abrazo que Mayte respondió con entusiasmo.

¿Sabes lo feliz que me haces?-Le susurró Manuel acariciando su cabello.

Lo mismo digo, mi amor-Respondió Mayte mirándolo a los ojos-No podría pedir nada más, este equilibrio entre el trabajo y nuestro amor es perfecto-Dijo sonriendo.

Y se pondrá mejor-Dijo Manuel besándola suavemente-Tengo una sorpresa para ti este fin de semana, algo especial para nosotros-Dijo guiñándole un ojo.

¿Una sorpresa?-Preguntó Mayte con curiosidad.

Sí, quiero que sepas que cada día a tu lado es un regalo y quiero seguir sorprendiéndote, manteniendo vivo este amor que tenemos-Dijo Manuel mirándola con ternura y Mayte sonrió sintiéndose completamente dichosa.

Manuel volvió a su trabajo y Mayte continuo haciendo el suyo con una sonrisa en el rostro, sin duda haber hecho ese trato había sido lo mejor que le había pasado en la vida, esa misma noche mientras se preparaban para dormir Mayte pensó en lo afortunada que era mientras Manuel la abrazaba por detrás besando su cuello suavemente.

Te amo, Mayte-Dijo en un susurro.

Y yo a ti, Manuel-Respondió ella girándose para mirarlo a los ojos-Gracias por hacerme tan feliz-Dijo con sinceridad mirandolo a los ojos.

Se quedaron así mirándose a los ojos sintiendo la profunda conexión que los unía, sabían que con amor y dedicación, su matrimonio seguiría fortaleciéndose y esos momentos secretos en la oficina serían solo una de las muchas maneras en las que continuarían alimentando su amor.

...

El fin de semana llegó rápidamente, Manuel había estado trabajando en su sorpresa para Mayte asegurándose de que cada detalle estuviera perfecto, se levantó temprano esa mañana despertando a Mayte con un suave beso en la mejilla.

Buenos días, amor-Susurró Manuel observando cómo sus ojos se abrían lentamente.

Buenos días-Respondió Mayte sonriendo y estirándose.

¿Lista para nuestra aventura?-Preguntó Manuel con una sonrisa.

Más que lista-Dijo Mayte levantándose de la cama con entusiasmo.

Después de un desayuno rápido, Manuel la llevó hasta el coche con los ojos de Mayte vendados para mantener el misterio, condujeron durante un rato con Mayte haciendo suposiciones sobre su destino, finalmente llegaron a un lugar apartado y tranquilo, Manuel la ayudó a salir del coche y le quitó la venda, Mayte parpadeó adaptándose a la luz y luego vio que lo que Manuel había preparado era un picnic junto a un hermoso lago con una mesa elegantemente puesta con  flores frescas y una vista impresionante del agua.

Manuel, esto es...increíble-Dijo Mayte conmovida.

Quería hacer algo especial para ti, algo que recordemos siempre-Respondió Manuel tomándola de la mano y llevándola hasta la mesa.

Disfrutaron de una deliciosa comida, riendo y conversando sobre sus recuerdos favoritos y hablando sobre sus sueños ,después de comer se sentaron juntos en una manta observando el paisaje.

Mayte, este año y estos meses contigo han sido los mejores de mi vida-Confesó Manuel mirándola con una sonrisa.

Debo admitir que haz sido lo mejor que me ha pasado en la vida-Dijo Mayte sonriendo.

Esa noche de vuelta en su casa celebraron su union de una manera íntima y apasionada, su amor se sentía más fuerte que nunca y sabían que sin importar lo que pasara siempre se tendrían el uno al otro.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora