56

83 11 0
                                    


El día de la vendimia había llegado, ambos habían preparado un ligero equipaje para pasar un fin de semana en Querétaro en la hacienda de Renaud, el camino fue tranquilo, ambos sonrientes y disfrutando del camino, cuando llegaron Isabel los recibió al igual que Renaud quien les indicó cuál sería su habitación, Manuel cerró la puerta de la habitación suavemente asegurándose de que estaban completamente solos, luego, sin decir una palabra, se acercó a Mayte quien estaba admirando la decoración rústica y elegante de la habitación, la rodeó con sus brazos y comenzó a dejar suaves besos en su cuello sintiendo cómo su cuerpo se relajaba en sus brazos.

Me encanta cómo se siente estar aquí contigo-Susurró Manuel contra su piel con su voz cálida y llena de afecto.

A mí también, Manuel...Este lugar es hermoso, pero lo que realmente lo hace especial es que estoy aquí contigo-Dijo Mayte cerrando los ojos disfrutando del momento.

-Manuel sonrió contra su cuello antes de dejar otro beso, esta vez más prolongado saboreando la suavidad de su piel-Sabes que no puedo resistirme cuando estamos así, tan cerca-Dijo con su voz llena de un deseo que nunca parecía disminuir, sin importar cuánto tiempo llevaran juntos.

-Mayte giró en sus brazos, enfrentándolo, le sonrió con ternura antes de rodear su cuello con los brazos-Entonces, ¿qué piensas hacer al respecto?-Preguntó juguetonamente acercándose aún más a él.

-Manuel rió suavemente con sus manos recorriendo su espalda con una lentitud deliberada disfrutando de cada segundo-Creo que podríamos tomarnos un momento para nosotros antes de salir a disfrutar de la vendimia-Sugirió con sus ojos reflejando la misma intensidad que siempre brillaba cuando estaban solos.

-Mayte lo miró con una sonrisa traviesa sabiendo exactamente a qué se refería-Me parece una idea excelente-Susurró antes de inclinarse hacia adelante para capturar sus labios en un beso lento y profundo.

Manuel respondió al beso con la misma pasión, sus manos recorrían su cuerpo mientras la besaba como si no hubiera pasado el tiempo, cada vez que estaban juntos así, era como si el mundo exterior desapareciera, dejándolos solos en su burbuja de felicidad, la intensidad entre ellos creció rápidamente, y en pocos segundos, el equipaje y la habitación quedaron en segundo plano, estaban demasiado absortos el uno en el otro, disfrutando de la cercanía y del amor que los unía.

Después de un largo rato, Mayte se apartó ligeramente con sus mejillas sonrosadas y su respiración agitada.

Si seguimos así, no saldremos nunca de esta habitación-Bromeó Mayte aunque sin apartarse de sus brazos.

Y eso sería tan malo, ¿verdad?-Respondió Manuel sonriendo antes de besarla nuevamente pero esta vez con un poco más de suavidad.

No, no lo sería-Admitió Mayte riendo suavemente-Pero prometimos que estaríamos en la vendimia y ya sabes cómo es Isabel..-Dijo suspirando-No querría hacerla esperar más tiempo-Dijo sonriéndole.

Tienes razón, pero esta noche cuando volvamos quiero continuar donde lo dejamos-Dijo Manuel suspirando con una sonrisa resignada.

Es una promesa-Respondió Mayte dándole un último beso antes de separarse por completo.

Ambos se tomaron unos momentos para arreglarse, disfrutando de la compañía del otro mientras lo hacían, la tarde prometía estar llena de diversión y aunque la vendimia era el evento principal, sabían que lo que realmente importaba era que estaban juntos.

¿Listo?-Preguntó Mayte ajustando un mechón de cabello suelto mientras se miraba en el espejo.

Siempre listo para ti-Respondió Manuel acercándose a ella para entrelazar sus dedos con los de ella.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora