El trato

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La luz suave de la tarde se filtraba a través de las cortinas, iluminando la habitación en tonos cálidos, el cuerpo de Mayte descansaba sobre el pecho de Manuel, estaban abrazados envueltos en las sábanas desordenadas respirando en sincronía, su respiración era tranquila y su mente estaba en paz, Manuel acariciaba suavemente su espalda disfrutando del calor de su piel y del momento de quietud después de tantas horas de pasión.

¿Cómo te sientes?-Susurró Manuel rompiendo el silencio con una voz suave y llena de ternura.

Feliz, ¿Y tú?-Respondió Mayte levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Manuel.

Más que feliz, este fin de semana ha sido perfecto...contigo siempre es perfecto-Dijo Manuel sonriendo mientras besaba su frente.

No me importaría quedarme así para siempre-Dijo Mayte sonriendo y se acurrucó más en él, sintiéndose completamente segura y amada en sus brazos.

Podríamos hacerlo-Bromeó Manuel apretándola un poco más-Pero tenemos que salir en algún momento, no quiero que Isabel y Renaud piensen que los abandonamos-Dijo sonriéndole.

Tienes razón, pero por ahora disfrutemos un poco más de este momento-Dijo Mayte riendo suavemente.

Manuel asintió y los dos se quedaron allí abrazados disfrutando de la paz y la cercanía que compartían, envueltos en la calidez de su amor.

Sabes que me encantaría nuestro bebé tuviera tus ojos-Dijo Manuel sonriendo.

¿Mis ojos?-Mayte levantó la cabeza para mirar a Manuel con sus ojos brillando con la misma emoción que sentía en su corazón-¿Por qué los míos? Yo creo que se vería hermoso con los tuyos-Preguntó sonriendo dulcemente.

Porque tus ojos son lo primero que me enamoró de ti, Mayte-Dijo Manuel mirándola fijamente acariciando suavemente su mejilla-Tienen esa mezcla de fuerza y ternura, de determinación y dulzura-Dijo sonriendo-Si nuestro bebé tuviera tus ojos, sería como llevar una parte de ti siempre conmigo, incluso cuando no estés cerca-La beso suavemente.

A mí me gustaría que nuestro bebé tuviera tu sonrisa-Respondió Mayte conmovida ante sus palabras sintiendo una calidez que le inundaba el pecho-Esa sonrisa que me hace sentir que todo estará bien, no importa lo que pase-Dijo acariciando los labios de Manuel con la yema de sus dedos

Entonces, creo que nuestro bebé será perfecto, porque tendrá lo mejor de los dos-Dijo Manuel inclinándose para besarla suavemente.

No puedo esperar a verlo, Manuel-Dijo Mayte con una sonrisa recostándose de nuevo en su pecho-A verlo crecer, a verlo descubrir el mundo con nosotros-Dijo imaginando cómo sería ese futuro que estaban empezando a construir juntos.

Yo tampoco-Murmuró Manuel con una sonrisa en sus labios-Vamos a darle todo nuestro amor, va a ser el bebé más amado del mundo-Susurró Manuel abrazándola con fuerza.

Lo será-Respondió Mayte con convicción cerrando los ojos y dejándose llevar por la tranquilidad que le daba estar en los brazos de Manuel.

Ese bebé vendrá a darnos más felicidad-Dijo Manuel con total seguridad en su voz.

Sí, lo hará-Mayte asintió suavemente sintiendo una profunda paz al escuchar las palabras de Manuel-Ya me imagino sus primeras risas, sus primeros pasos...todo lo que compartiremos juntos como familia-Respondió acariciando su pecho mientras se acurrucaba más cerca de él.

Vamos a ser una gran familia, nuestro bebé nos unirá aún más, no puedo esperar para vivir toda esta aventura contigo-Dijo Manuel abrazándola con ternura besando su frente.

Estoy tan feliz de que sea contigo, Manuel-Confesó Mayte levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Manuel-Eres el hombre con el que siempre soñé, y sé que serás un padre increíble-Dijo con una sonrisa llena de ilusión.