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La noche llegó y tras despedirse los padres de Mayte y de Sebastián, el viaje de regreso a casa se hizo en silencio, la tensión entre ellos era palpable hasta que finalmente Manuel rompió el silencio.

Sentí tantos celos cuando me di cuenta de que no estabas en casa-Admitió con su voz llena de frustración.

- Mayte suspiró-El león cree que todos son de su condición-Dijo mirandolo con tristeza.

¿Qué quieres decir con eso?-Preguntó Manuel molesto frunciendo el ceño al escuchar eso.

-Mayte lo miró de frente y con sinceridad en sus ojos-Manuel, jamás he pensado en estar con alguien más estando contigo-Su voz era firme pero el dolor en sus ojos se revelaba en su mirada.

Manuel apretó el volante sintiendo la presión en su pecho  y se quedó en silencio por un momento procesando la declaración, sabía que sus propias inseguridades y celos comenzaban a ceder ante la verdad de las palabras de Mayte, la tensión en el aire no desapareció por completo pero la honestidad y el dolor compartido empezaron a abrir un camino hacia la comprensión mutua.

Y si fui a casa de mis papás es porque no pienso aguantar tus humillaciones-Dijo Mayte mirandolo con determinación-Sé que hice mal pero ¿qué puedo hacer?-Preguntó mirandolo fijamente-Nada-Dijo seria-Y aunque lo vamos a intentar, no descarto la opción de tomarnos aunque sea un tiempo, una separación por lo que resta del contrato o en el peor de los casos el divorcio-Dijo aun tensa y sus palabras resonaban en el vehículo.

-Manuel la miró con dolor en sus ojos mezclado con la impotencia-¿Eso es lo que realmente quieres?-Preguntó con voz quebrada.

No lo sé-Mayte bajó la mirada sintiendo las lágrimas amenazar con caer-Lo que sé es que necesitamos tiempo para sanar y para decidir si podemos seguir juntos sin arrastrarnos con más dolor-Dijo con un hilo de voz y lo miró a los ojos- Manuel, yo sí pude perdonarte tus infidelidades, lo hice porque te amo y creí en nosotros-Dijo con sus ojos llenos de lágrimas- Pero a veces siento que tú no estás dispuesto a aceptar tus errores de la misma manera, me haces sentir como si fuera la única culpable de todo, como si tú fueras el santo entre los hombres y yo la villana-Dijo mirandolo fijamente.

El silencio se hizo nuevamente cargado de emociones no dichas y un futuro incierto, ambos sabían que la conversación era necesaria pero también que enfrentaban un camino difícil y lleno de decisiones que pondrían a prueba su amor y su compromiso.

-Manuel giró su cabeza hacia Mayte con una expresión de dolor y frustración-¿Cómo puedes decir eso?-Preguntó con voz temblorosa-He cometido errores, sí, pero no te estoy tratando como si fueras la peor de las mujeres, solo estoy tratando de entender cómo podemos seguir adelante-Bajó la mirada- No es mi intención hacerte sentir así, solo quiero que podamos encontrar una solución, que podamos sanar y seguir adelante-Dijo mirandola con lagrimas en los ojos.

Entonces, deberíamos empezar por reconocer que ambos hemos fallado y que ambos necesitamos cambiar-Dijo Mayte mirandolo de la misma manera- Si no podemos hacer eso, no importa cuánto lo intentemos, siempre estaremos atrapados en este ciclo de dolor y desconfianza-Dijo intentando sonreir.

Está bien, hablemos-Dijo Manuel tratando de calmarse- Vamos a dejar de lado las acusaciones y los reproches por un momento, necesitamos entendernos y encontrar una forma de avanzar juntos-Dijo mirandola con una mezcla de arrepentimiento y esperanza

Estoy dispuesta a escuchar, Manuel-Dijo Mayte asintiendo aún con lágrimas en los ojos-Pero necesitamos ser honestos y abiertos, sin guardarnos nada-Dijo mirandolo fijamente.

- Manuel tomó una respiración profunda, buscando las palabras correctas- Yo también estoy dispuesto a hacer eso, te pido disculpas por cualquier dolor que te haya causado y por no haber sido más consciente de tus sentimientos-Dijo mirandola a los ojos con sinceridad.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora