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Mientras revisaba los documentos Manuel estaba maravillado con las propuestas que había en él.

Esto parece bastante prometedor-Dijo Manuel señalando uno de los documentos-¿Qué opinas, Sofía?-Dijo mirándola.

Totalmente de acuerdo-Respondió Sofía tomando un sorbo de vino-Creo que podemos hacer grandes cosas juntos, Manuel-Dijo sonriéndole.

La conversación fluía y poco a poco, se fue desvaneciendo el tema profesional, Sofía comenzó a recordar viejos tiempos, momentos que ambos habían compartido en el pasado.

¿Te acuerdas de aquel verano en la playa?-Preguntó Sofía sonriendo melancólicamente-Era todo tan perfecto...-Suspiró con pesar.

Sí, lo recuerdo-Dijo Manuel con una sonrisa nostálgica-Eran buenos tiempos-Dijo sonriendo a medias.

La botella de vino se vaciaba lentamente y la atmósfera en la sala se tornaba más íntima, sin embargo justo cuando la conversación empezaba a desviarse hacia terrenos peligrosos, el teléfono de Manuel sonó, era un mensaje de Mayte preguntando por su paradero, al leerlo Manuel sintió una punzada de culpabilidad pero trató de ignorarla.

¿Todo bien?-Preguntó Sofía notando el cambio en la expresión de Manuel.

Sí, todo bien-Mintió Manuel guardando el teléfono-Solo es David-Mintió con una sonrisa.

Entiendo-Dijo Sofía acercándose un poco más-A veces es bueno desconectar y disfrutar del momento-Dijo sonriendo seductoramente.

Manuel sintió la tensión que había entre ellos y Sofía se acercó quedando demasiado cerca de él.

Sofía, estoy casado-Dijo Manuel mientras pensaba que desde que había aparecido en su vida sus sentimientos estaban en revolución.

-Sofía lo hizo callar colocando su dedo sobre sus labios-Tu matrimonio no va nada bien, déjate llevar, recordemos viejos tiempos-Dijo rozando sus labios contra los de él.

Manuel estaba tenso pero el alcohol hacía efecto en su cuerpo y en sus instintos, Sofía lo besó intensamente y Manuel correspondió, el cuerpo de Manuel reaccionó ante la cercanía de Sofía, sin pensarlo Manuel la levantó en brazos y subieron las escaleras, entrando a la habitación principal, el beso se intensificó y Manuel sumido en el momento y el deseo no se dio cuenta de lo que estaba haciendo hasta que se encontraban en la cama, la ropa fue cayendo al suelo y antes de que se diera cuenta, estaban enredados en sábanas y pasiones del pasado.


...

Mayte llegó a Cuernavaca con el corazón latiendo de ansiedad, había estado esperando el momento adecuado para darle a Manuel una de las noticias más importantes de su vida que estaban esperando un bebé pero al llegar al estacionamiento notó que además de la camioneta de Manuel, había un auto que no reconocía, sin pensarlo asumió que pertenecía a algún socio de los "Zepeda", al entrar a la casa se dio cuenta de que Manuel no estaba en el despacho ni en la sala, en la mesa de centro había dos copas de vino a medio beber le llamaron la atención.

No quiero pensar mal-Se dijo a sí misma, quizás Manuel estaba en la terraza disfrutando de la vista, así que decidió subir las escaleras esperando encontrarlo allí.

Pero al subir comenzó a escuchar ruidos provenientes de la habitación principal, sus manos temblaban mientras subía los escalones, cada ruido parecía amplificarse llenándola de inquietud, finalmente al llegar a la puerta de la habitación principal la abrió con cuidado solo para encontrarse con una visión que le rompió el corazón Manuel estaba en la cama con Sofía, su exnovia, el dolor y la traición la golpearon como una ola fría, azotó la puerta con furia llamando la atención de ambos, Manuel al verla en la puerta palideció instantáneamente, se levantó apresuradamente poniéndose el bóxer mientras la miraba con ojos aterrorizados.

¡Mayte!-Dijo Manuel con su voz temblando mientras intentaba cubrirse y acercarse a ella.

-Mayte lo miró con una decepción profunda y un dolor palpable en los ojos-Ustedes sigan, no quería interrumpir-Dijo con voz quebrada dándose la vuelta para salir de la habitación.

-Manuel desesperado salió detrás de ella-¡May, escúchame! Déjame explicarte...-Suplicó tratando de tomarla del brazo.

No hay nada que explicar-Respondió Mayte zafándose del agarre con una firmeza dolorosa.

¡May!-Gritó Manuel mientras la seguía con su voz llena de desesperación.

Mayte bajó las escaleras rápidamente pero en su prisa tropezó con un escalón, se cayó de frente y un grito de agonía se escapó de sus labios, Manuel horrorizado corrió hacia ella, al verla en el suelo con sangre comenzando a salir entre sus piernas y su rostro se tornó pálido.

¡Mi bebé!-Lloró Mayte mientras miraba aterrorizada la sangre entre sus piernas.

El sonido de su llanto hizo que Manuel sintiera que el mundo se desmoronaba a su alrededor, no podía creer que Mayte estuviera esperando un bebé, con el corazón latiendo desbocado la levantó con cuidado en sus brazos intentando mantener la calma.

¡Vamos, tenemos que ir al hospital!-Dijo Manuel con urgencia mientras corría hacia la camioneta.

El chofer, al ver la desesperación en el rostro de Manuel, arrancó rápidamente hacia el hospital, durante el trayecto Manuel trató de calmarse pero el pánico y el arrepentimiento lo abrumaban, al llegar al hospital, se vio obligado a pedirle al chofer que le proporcionara algo de ropa, ya que no podía entrar en paños menores.

En la sala de emergencias, Manuel esperó con la angustia y el temor a flor de piel, finalmente el doctor salió con una expresión grave en el rostro.

¿Cómo está mi esposa, doctor?-Preguntó Manuel con su voz temblando de preocupación.

Mayte aún no ha perdido al bebé pero lo más probable es que eso suceda-Dijo el doctor con seriedad-Pero eso no es lo más preocupante, ahora mismo están en juego su vida y la del bebé, lo siento mucho-Dijo con pena.

Manuel se sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies, la desesperación y el miedo lo invadieron mientras escuchaba al doctor con lágrimas en los ojos.

Le pagaré lo que sea necesario, haga lo que sea necesario para que mi esposa y mi hijo estén bien-Dijo Manuel con su voz rota por el dolor.

Lo siento, señor Mijares pero la salud de su esposa y su bebé no depende del dinero, es cuestión de suerte-Dijo el doctor mirandolo con una mezcla de compasión y tristeza.

Si nunca me hubiera dejado llevar por Sofía...-Murmuró Manuel mientras su corazón se rompía en pedazos-¿Cómo he podido arruinarlo todo de esta manera?-Se lamentó.

Manuel sintió que su mundo se desmoronaba, se hundió en una esquina de la sala de espera, su mente estaba llena de remordimientos, si él nunca se hubiera dejado seducir por Sofía, Mayte y el bebé podrían estar bien, el peso de sus decisiones caía sobre él como una carga insoportable, mientras esperaba noticias se preguntaba cómo había podido arruinarlo todo justo cuando parecía que finalmente estaban encontrando su felicidad.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora