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El día de la boda llegó y el hermoso jardín de la casa de Mayte estaba decorado con arreglos florales exuberantes y elegantes con las flores de colores brillantes y las guirnaldas de verde envolvían el espacio creando un ambiente encantador y romántico, Mayte estaba en su habitación observando el ajetreo desde la ventana mientras la ansiedad la invadía al pensar en lo que estaba por venir, cada detalle del jardín parecía perfecto pero su mente estaba ocupada con la idea de decir "Sí, acepto" frente a sus familiares y amigos, mientras su hermana Isabel estaba a su lado ayudándola a arreglarse, Mayte miraba su reflejo en el espejo sintiendo una mezcla de nervios y resignación.

¿Cómo te sientes?-Preguntó Isabel mientras ajustaba el velo de Mayte.

Un poco nerviosa-Admitió Mayte tratando de mantener la calma-Es raro pensar que estoy a punto de casarme con alguien que apenas conozco-Suspiró mientras mordía su labio nerviosa.

Lo sé, pero también es una nueva etapa-Dijo Isabel mirándola a los ojos mientras acariciaba su mejilla-A veces, los comienzos inesperados pueden llevar a cosas buenas-Dijo con una sonrisa alentadora.

Mayte asintió tratando de aceptar el consejo mirando de nuevo su reflejo en el espejo, el vestido de novia le quedaba impecable con detalles delicados que realzaban su belleza aunque no era la boda que había soñado, estaba decidida a manejar la situación con dignidad y optimismo.

Gracias Isa, no sé qué haría sin ti-Dijo Mayte abrazando a su hermana.

Siempre estaré aquí para ti-Respondió Isabel devolviendo el abrazo con cariño.

El reloj avanzaba y el momento de la ceremonia se acercaba, Mayte tomó una respiración profunda tratando de dejar atrás la ansiedad, sabía que a pesar de todo tenía que enfrentar el día con mucha valentía, mientras las primeras notas de música comenzaban a sonar en el jardín, se preparó para dar el siguiente paso en esta nueva y sorprendente etapa de su vida.


...

Manuel estaba en el vestidor de la casa de los Mijares, preparándose para el gran día y mientras ajustaba su corbata su abuelo se le acercó con una sonrisa en el rostro sosteniendo un par de boletos.

Aquí tienes-Dijo Don José María-Estos son para tu luna de miel en Grecia, sé que esto no es lo que esperabas pero espero que al menos disfrutes el viaje-Dijo con sinceridad.

Manuel aceptó los boletos con una sonrisa agradecida sintiendo un ligero alivio al pensar en el viaje que lo esperaría después de la boda, con un último vistazo en el espejo se dirigió hacia la casa de los Lascurain, al llegar Manuel se sorprendió al ver el jardín decorado con tanto esmero, las flores estaban dispuestas en elegantes arreglos y las guirnaldas de luces creaban un ambiente mágico, todo estaba perfecto para la ocasión.

Lo condujeron al área donde debía esperar a la novia, Manuel se encontraba algo ansioso pero al ver a Mayte llegar la preocupación se desvaneció momentáneamente, ella estaba radiante en su vestido de novia con el cabello perfectamente peinado y una sonrisa que iluminaba su rostro.

Te ves muy hermosa-Le susurró Manuel cuando ella se acercó.

Tú te ves muy guapo-Respondió Mayte guiñándole un ojo con complicidad y la calidez de su sonrisa hizo que Manuel se sintiera más relajado.

La ceremonia comenzó y ambos se encontraron mirándose con una mezcla de nervios y expectación, el juez habló con formalidad pero entre cada frase Manuel y Mayte compartían sonrisas tímidas y miradas de apoyo mutuo aunque el ambiente era de seriedad, cuando llegó el momento crucial de que el juez les preguntó si aceptaban casarse ambos se miraron nerviosos y ambos tomaron una respiración profunda y con firmeza dijeron "sí, acepto".

Esposa-Le susurró Manuel con una ligera sonrisa mientras le colocaba el anillo.

Esposo-Susurró Mayte con una sonrisa mientras le colocaba su anillo.

Pueden besarse-Dijo el juez mirándolos.

Manuel miró a Mayte consciente de que no habían discutido este detalle, ella le hizo un gesto de tranquilidad asintiendo con una pequeña sonrisa, Manuel se inclinó lentamente y le dio un beso suave, con un toque de nervios pero también de sinceridad, al separarse sus sonrisas se encontraron y los aplausos de los invitados estallaron en el jardín, tomados de la mano caminaron por el pasillo mientras los asistentes les lanzaban arroz en señal de buena suerte, la risa y el bullicio de la fiesta comenzaron a llenar el ambiente marcando el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

La fiesta comenzó con entusiasmo, brindaron por el trato y por el futuro deseando que el tiempo pasara rápidamente, los invitados los animaron a bailar y aunque al principio Manuel y Mayte eran un poco reservados pronto se entregaron al ritmo de la música, a medida que la noche avanzaba, Manuel y Mayte un poco eufóricos por el alcohol y el ambiente festivo se encontraron en un estado de alegría desmedida, se dirigieron a la habitación de Mayte donde ya ebrios se tiraron sobre la cama riendo a carcajadas mientras sus risas se mezclaban con sus comentarios graciosos y esas miradas llenas de complicidad que compartían.

¿Quién iba a decir que terminaríamos así?-Dijo Manuel entre risas.

Definitivamente no era lo que había planeado-Respondió Mayte riendo mientras lo miraba.

A pesar de las circunstancias infrecuentes de su unión, la noche les ofreció un momento de conexión y diversión, mientras se miraban el uno al otro tumbados sobre la cama y riendo sin parar ambos comenzaron a darse cuenta de que en medio de lo inesperado estaban empezando a disfrutar la compañía del otro, la risa y esa cercanía les ofrecieron una señal de lo que podría ser una relación mucho más amigable y cercana de lo que habían imaginado.

...

La mañana siguiente, Manuel y Mayte se despertaron con una resaca horrible, resultado de la fiesta y las risas de la noche anterior, se miraron con ojos cansados y decidieron bajar a desayunar aunque cada movimiento parecía un esfuerzo titánico, ya sentados en la mesa del comedor ambos apenas podían con su vida, Manuel sorbió su café intentando aliviar el dolor de cabeza que lo acosaba.

Mayte haz una maleta, nos vamos de luna de miel-Dijo Manuel con su voz ronca pero decidida y Mayte lo miró con sorpresa levantando una ceja.

No es necesario, podemos quedarnos aquí y descansar, Manuel-Respondió Mayte masajeando sus sienes.

Nos lo merecemos, mejor disfrutemos de lo que nos están dando recuerda que aún faltan cinco años para que el contrato termine-Dijo Manuel tomando otro sorbo de café.

Mayte lo observó un momento y luego asintió aceptando la lógica de su nuevo esposo, se levantó lentamente cuidando de no aumentar su dolor de cabeza y fue a empacar, un rato después regresó con su equipaje, Manuel ya tenía su maleta lista en la camioneta y su chofer los esperaba.

Durante el trayecto hacia el aeropuerto, Mayte miraba a Manuel quien llevaba gafas de sol y tenía la cabeza recostada en el asiento intentando mitigar el malestar de la resaca, al llegar ambos bajaron y realizaron todos los trámites necesarios para abordar el avión que los llevaría a Grecia, en el avión Manuel y Mayte se acomodaron en sus asientos, Manuel se quitó las gafas de sol y le dedicó una sonrisa cansada a Mayte.

Gracias por aceptar ir-Dijo extendiendo una mano para tomar la de ella.

De nada, creo que ambos necesitamos un cambio de aires-Respondió Mayte tomando su mano.

A medida que el avión despegaba, ambos miraron por la ventana contemplando cómo el mundo abajo se hacía pequeño, era el comienzo de su luna de miel, una oportunidad para conocerse mejor y quizás, para encontrar un nuevo ritmo en esta relación forzada pero que poco a poco empezaba a mostrar signos de complicidad y entendimiento.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora