23

74 11 4
                                    


Manuel con la mente hecha un torbellino, finalmente consiguió entrar a la sala de urgencias donde Mayte estaba siendo atendida, a pesar de su rostro demacrado y la profunda tristeza que cargaba, se acercó a ella con la esperanza de consolarla y de explicarle cuánto lo lamentaba.

Mayte, por favor-Dijo Manuel con voz temblorosa-Déjame estar aquí contigo, necesito hablar contigo-Suplicó.

Mayte acostada en la cama, lo miró con una mezcla de dolor y furia en sus ojos hinchados de tanto llorar, reflejaban un sentimiento de traición que Manuel no había visto antes.

No quiero verte-Dijo Mayte con firmeza-Solo vete-Dijo con su voz quebrada.

Mayte, por favor, déjame explicar...-Insistió Manuel desesperado acercándose aún más a ella con su voz temblando con la esperanza de que ella entendiera su arrepentimiento.

La insistencia de Manuel solo agravó la situación, el personal médico al ver la tensión creciente, decidió intervenir para proteger la paz y la tranquilidad de la paciente.

Lo siento, señor Mijares-Dijo una enfermera colocándose entre Manuel y la cama de Mayte-No puede estar aquí, necesitamos que se retire para no alterar más a la paciente-Dijo mirandolo.

Manuel con el corazón roto y el espíritu derrumbado se vio obligado a salir de la habitación, la puerta se cerró detrás de él con un golpe fuerte, la espera se volvió interminable, Manuel caminó por los pasillos del hospital sintiendo el peso de su culpa aplastarlo, pasaron unas horas que parecieron eternas, finalmente un médico se acercó a Manuel con una expresión de gravedad en su rostro.

Señor Mijares-Dijo el doctor con tono serio-Lamentablemente el bebé no pudo ser salvado, Mayte ha tenido una pérdida y hemos tenido que realizar un legrado para asegurarnos de que esté bien-Dijo manteniendo un semblante serio.

El mundo de Manuel se desmoronó en ese instante, su cuerpo se sintió débil y sus piernas flaqueaban, la tristeza y el dolor lo abrumaron como si el suelo bajo él se hubiera derrumbado por completo, se tambaleó hacia una silla cercana mientras las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas.

No... no puede ser-Murmuró Manuel tratando de asimilar la noticia-Por favor, dígame que hay algo que pueda hacer-Preguntó intentando encontrar otra solución.

-El doctor lo miró con compasión pero sin poder ofrecer más consuelo-Lo siento mucho, señor Mijares, a veces a pesar de todos nuestros esfuerzos no podemos evitar que estas cosas sucedan, la salud de su esposa también es una preocupación ahora-Dijo serio.

Manuel sintió que su vida se desmoronaba, la culpa, el arrepentimiento y la desesperación lo abrumaban, su mente retrocedía a los momentos en que pensó que las cosas estaban mejorando, se hundió en el dolor de saber que por sus propias decisiones había causado la pérdida de un sueño que ambos habían tenido, con lágrimas en los ojos Manuel esperó en el pasillo deseando que el tiempo pudiera retroceder y que pudiera enmendar el daño que había causado, en ese instante el futuro parecía ser oscuro sin salida y la culpa una carga que no podía soportar.



...

Mayte permaneció en el hospital durante un par de días, donde fue atendida y se le brindó el cuidado necesario tras la pérdida de su bebé, su estado emocional era tan frágil como su estado físico, cada vez que Manuel intentaba acercarse ella lo rechazaba con frialdad, finalmente al ser dada de alta, Mayte expresó claramente su deseo de irse al rancho buscando un lugar de soledad y paz, lejos del bullicio de la ciudad y principalmente de Manuel, él con el corazón apachurrado aceptó la decisión de Mayte, mientras ella se preparaba para partir Manuel se le acercó en el hospital con una expresión de dolor y arrepentimiento.

Mayte, lo siento...No puedo ni comenzar a expresar cuánto lamento todo esto-Dijo Manuel con la voz quebrada-No sabía lo que estaba haciendo, no puedo creer que esto haya sucedido-Dijo con sus ojos llenos de lágrimas

Manuel, no quiero hablar contigo ahora-Dijo Mayte con los ojos hinchados y una expresión de cansancio profundo mirándolo con frialdad-Necesito tiempo para estar sola, para intentar entender todo lo que ha pasado-Dijo con un tono distante.

Manuel asintió incapaz de argumentar, vio cómo Mayte era llevada en una silla de ruedas del hospital con su mirada perdida en el horizonte, en su corazón sabía que se estaba alejando de él y que su culpa y arrepentimiento estaban lejos de poder reparar el daño hecho.

Voy a quedarme aquí, en la ciudad-Dijo Manuel tratando de mantener la compostura-María se hará cargo de ti mientras te recuperas, me aseguraré de que tengas todo lo que necesites-Dijo mirándola fijamente y Mayte asintió débilmente sin decir nada más, el silencio entre ellos era inmenso, un reflejo del dolor y la distancia que se había creado entre ellos.

Al llegar al rancho, Mayte fue recibida por María quien la recibió con un abrazo cálido y un consuelo silencioso.

Todo estará bien, Mayte-Dijo María suavemente abrazándola-Vamos a hacer que te sientas lo mejor posible aquí-Dijo sonriéndole mientras acariciaba su mejilla.

Mayte agradecida asintió y siguió a María al interior de la casa, buscando el consuelo en la tranquilidad del rancho.

Mientras tanto, Manuel se encontraba en la ciudad lidiando con la culpa y el dolor, en su oficina se sentó solo rodeado de papeles y recordatorios de su vida antes de este tormentoso giro, se sentía como un fracaso, incapaz de enmendar su error.

¿Cómo puedo hacer que me perdone?-Se preguntó en voz alta mirando el vacío de su oficina-¿Cómo puedo recuperar lo que he perdido?-Suspiró pesadamente.

Manuel intentaba concentrarse en el trabajo pero cada pensamiento lo llevaba de vuelta a Mayte, sabía que no había palabras que pudieran borrar el dolor que le había causado pero su única esperanza era que con el tiempo pudiera demostrarle su arrepentimiento y trabajar para reconstruir lo que había destruido, a pesar de sus esfuerzos por mantenerse ocupado, Manuel no podía dejar de pensar en Mayte y en la confianza rota entre ellos, sabía que la reparación de su relación no sería fácil pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ganar de nuevo su confianza y demostrarle que su amor era sincero aunque profundamente herido.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora