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Al amanecer, Mayte se despertó con una idea en mente, con suavidad se inclinó sobre Manuel quien aún estaba dormido, le dio un par de besos suaves en los labios mientras acariciaba su miembro provocando una erección en él, lo colocó en su intimidad y empezó a moverse lentamente haciendo que sus caderas chocaran contra las de él, la sensación y el ritmo suave comenzaron a despertarlo provocándole una respuesta inmediata pues Manuel sintiendo el calor y la cercanía de Mayte abrió los ojos y la miró con una sonrisa perezosa pero llena de deseo, la atrapó entre sus brazos con firmeza inclinándose hacia ella y dándole un beso profundo.

Buenos días, hermosa-Murmuró Manuel con su voz gruesa.

Mayte respondió al beso con la misma pasión sintiendo cómo su cuerpo se calentaba con cada contacto que había entre su piel, Manuel con un movimiento decidido la hizo recostar sobre la cama con sus manos explorando y acariciandola con intensidad, el vaivén de sus cuerpos se volvió más pronunciado y coordinado mientras la energía matutina se transformaba en un momento de conexión profunda, Mayte suspiraba y gemía con cada movimiento, sus manos se aferraban al cabello de Manuel mientras él la llenaba de placer, la habitación estaba llena de murmullos y respiraciones entrecortadas, finalmente agotados pero satisfechos se abrazaron con sus cuerpos entrelazados mientras recuperaban el aliento, finalmente agotados pero satisfechos se abrazaron con sus cuerpos entrelazados mientras recuperaban el aliento, Manuel la miró a los ojos con una sonrisa satisfecha acariciándole el rostro.

Buenos días, señora Mijares-Dijo Manuel con una sonrisa traviesa.

Buenos días, señor Lascurain-Respondió ella guiñándole un ojo.

No hay mejor manera de empezar el día-Dijo Manuel besándola suavemente en la frente.

Definitivamente-Respondió Mayte sonriendo y asintiendo aún respirando con dificultad, recostándose contra él mientras ambos se relajaban en la cama.

Después de un tiempo, se levantaron y se prepararon para el día, Manuel miró a Mayte mientras se vestía, admirando lo hermosa que se veía con ese vestido que usaría para el trabajo.

Ese día, el ambiente en la empresa era tenso debido a problemas con un cliente importante, lo que había puesto a Manuel de mal humor, la oficina estaba llena de papeles y documentos desordenados que era reflejo de la frustración que sentía, Mayte entró para entregar unos documentos y notó la tensión en el rostro de Manuel, sin decir una palabra se acercó a él con una determinación que sorprendió a Manuel, se arrodilló a sus pies y desabrochó cuidadosamente su pantalón, su mente enfocada en calmar a Manuel de una u otra manera, mientras él inclinaba la cabeza hacia atrás con los labios entreabiertos en una expresión de agotamiento, Mayte acarició suavemente su miembro, su tacto fue una mezcla de ternura y deseo tratando de despejar la mente de Manuel de las preocupaciones del día, Manuel sorprendido por la acción de Mayte permitió que ella tomara el control del momento encontrando en su gesto una forma inesperada de alivio en medio de la tormenta laboral, Mayte continuó acariciando el miembro de Manuel mientras el se entregaba a la sensación de alivio que ella le proporcionaba, a medida que sus manos se movían con delicadeza, el peso del estrés y la frustración parecían desvanecerse para Manuel, la tensión en sus hombros comenzó a relajarse y sus pensamientos se despejaron permitiéndole concentrarse solo en el placer que le brindaba Mayte con un ritmo constante y cuidado, supo cómo calmarlo usando cada movimiento para devolverle una sensación de calma y control, Manuel con sus ojos cerrados y la cabeza reclinada hacia atrás dejó escapar un suspiro de satisfacción, sus músculos estaban relajándose bajo la atención de Mayte, cuando finalmente se vino, Mayte le dedicó una sonrisa tranquilizadora y Manuel aún recuperándose del momento la miró con una mezcla de gratitud y deseo.

Gracias, en serio-Dijo Manuel tratando de recuperar la compostura.

De nada-Respondió Mayte poniéndose de pie y arreglándose el cabello-A veces necesitamos una pausa, ¿no?-Dijo mirandolo con una sonrisa traviesa y Manuel asintió sabiendo que no solo había recibido un alivio físico sino también el apoyo emocional que necesitaba para enfrentar el resto del día.

Ambos se miraron con complicidad, sabiendo que aunque el día había comenzado complicado juntos podían superarlo con amor y un poco de pasión, Mayte se sentó sobre las piernas de Manuel con confianza guiándolo hacia un espacio de intimidad en medio de su agitado día, mientras sus movimientos se sincronizaban, Manuel sintió cómo la tensión y la frustración se desaparecían siendo reemplazadas por una sensación de alivio y cercanía, sus respiraciones se mezclaban y el vaivén constante de Mayte le permitió liberar las emociones reprimidas, en el ruido del momento, Manuel abrazó a Mayte con firmeza disfrutando de la conexión profunda que ambos compartían, cada movimiento se hacía más intenso y apasionado, y el estrés del trabajo se desvanecía dejándolos solo con el presente y con la intimidad que estaban compartiendo, cuando ambos llegaron al clímax el alivio y la satisfacción se reflejaron en sus rostros y el ambiente en la oficina cambió drásticamente.

Lo necesitaba-Admitió Manuel aún abrazado a ella, agradeciéndole besándola suavemente y Mayte le sonrió acomodándose a su lado mientras ambos se recuperaban del momento.

A veces, la mejor manera de resolver problemas es encontrar el equilibrio entre el trabajo y el tiempo para nosotros-Dijo ella acariciando su rostro.

Ambos se tomaron un momento para recomponerse conscientes de que aunque su vida laboral podía ser desafiante, tenían una conexión fuerte y un apoyo incondicional el uno en el otro, Mayte le ayudó a resolver todos los pendientes cosa que relajó bastante a Manuel pues todo parecía encajar perfectamente, por la tarde cuando salieron de la empresa Manuel miraba a Mayte con una sonrisa.

Amor, te tengo una sorpresa-Dijo Manuel sonriéndole.

¿Otra sorpresa?-Preguntó Mayte con curiosidad y él asintió.

Manuel se negó a revelar detalles de la sorpresa manteniendo a Mayte en suspenso, condujeron de regreso a su casa donde Manuel le pidió a Mayte que empacara una maleta ligera.

¿Al menos me darás una pista?-Preguntó Mayte riendo mientras sacaba una maleta del armario.

Sólo te diré que te vistas cómodamente y traigas un traje de baño-Respondió Manuel sonriendo misteriosamente.

Mayte hizo lo que le pidió y una hora después estaban de vuelta en el coche conduciendo por la carretera, Manuel tomó un desvío por una ruta que Mayte no reconoció aumentando su curiosidad, finalmente llegaron a un hermoso resort ubicado en las montañas con vistas impresionantes y un ambiente de tranquilidad.

Manuel, esto es...- Mayte se quedó sin palabras al ver el lugar-Increíble-Dijo asombrada.

Quería que tuviéramos un fin de semana especial, solo nosotros dos en un lugar hermoso-Respondió Manuel abrazándola por detrás-Vamos a relajarnos, disfrutar y hacer nuevos recuerdos-Dijo dejando un beso en su cuello.

Después de hacer check in y dejar sus cosas en una lujosa suite, Manuel llevó a Mayte a un spa privado, disfrutaron de un masaje en pareja, seguido de un tiempo en la piscina infinita con vistas a las montañas, se relajaron en el agua caliente hablando suavemente y disfrutando de la compañía del otro.

Más tarde esa noche, Manuel había organizado una cena privada en un mirador exclusivo del resort, la mesa estaba adornada con velas y un violinista tocaba suavemente en el fondo, mientras cenaban el sol se ponía pintando el cielo con colores cálidos.

No puedo creer lo afortunada que soy de tenerte-Dijo Mayte tomando la mano de Manuel.

Soy yo el afortunado, Mayte-Respondió Manuel mirándola con amor-Cada día contigo es una bendición y quiero seguir creando estos momentos juntos-Dijo muy seguro de lo que decía.

Después de la cena, caminaron de regreso a su suite disfrutando del aire fresco de la noche y de la serenidad del lugar, Manuel abrió la puerta y dejó que Mayte entrara primero, dentro la suite estaba decorada con pétalos de rosa y una botella de champagne los esperaba en la mesa.

Esta noche es para nosotros-Dijo Manuel acercándose a ella-Te amo, Mayte-Dijo sujetándola de la cintura.

Y yo te amo a ti, Manuel-Respondió ella abrazándolo con fuerza.

Se besaron apasionadamente entregándose completamente el uno al otro, la conexión entre ellos estaba más fuerte que nunca y esa noche fue una celebración de su amor, al día siguiente después de un desayuno delicioso en la terraza de su suite pasaron el día explorando los alrededores, caminando por senderos naturales y disfrutando de la belleza del lugar, todo parecía perfecto y sabían que estos momentos juntos fortalecían su relación.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora