El trato

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El último desayuno en la hacienda fue una mezcla de risas, bromas y planes para futuros encuentros, sentados alrededor de la mesa, Isabel, Renaud, Mayte y Manuel compartían anécdotas del fin de semana recordando los momentos más divertidos y especiales que habían vivido juntos, la atmósfera era cálida y familiar, reflejando la cercanía que se había fortalecido entre ellos.

Este fin de semana ha sido uno de los mejores que hemos pasado en mucho tiempo-Comentó Manuel sonriendo mientras miraba a todos alrededor de la mesa-Nos encantaría devolverles el favor ¿Qué les parece pasar un fin de semana en nuestro rancho?-Dijo con una amplia sonrisa.

¡Sería genial!-Respondió Renaud con entusiasmo-Hace tiempo que Isabel y yo queríamos conocer más sobre la producción ganadera y cómo manejan todo, estoy seguro de que sería una experiencia fascinante-Dijo siempre dispuesto a nuevas aventuras.

Además, nos vendría bien un poco de aire fresco y cambiar de escenario ¡Cuenta con nosotros!-Dijo Isabel emocionada por la idea.

Será un placer tenerlos con nosotros, además, estoy segura de que disfrutarán de la tranquilidad del rancho y de todo lo que tiene para ofrecer-Dijo Mayte asintiendo encantada con la idea de tener a sus amigos en su hogar.

Sin embargo, mientras la conversación fluía con naturalidad, Arthur permanecía algo distante, observaba la escena con una leve sonrisa pero no participaba tanto en la conversación, finalmente cuando Manuel mencionó la invitación, Arthur levantó la vista hacía ellos.

Sería fascinante conocer un poco más de su empresa-Dijo Arthur mostrando un interés contenido-Sé que producen carnes que exportan al extranjero, siempre es interesante ver cómo se maneja un negocio tan exitoso-Dijo con un tono que mezclaba cortesía y curiosidad.

Estaremos encantados de mostrarte todo, Arthur-Dijo Manuel captando la formalidad en el tono de Arthur-Creo que te sorprenderá lo que hacemos y cómo lo hacemos-Dijo manteniendo su tono amable.

La conversación continuó por unos minutos más pero pronto llegó el momento de despedirse, la despedida fue emotiva, llena de abrazos y promesas de mantenerse en contacto y de volver a verse pronto, Renaud e Isabel se despidieron con un cálido abrazo agradeciendo a Mayte y Manuel por el fin de semana y prometiendo que la próxima vez se verían en el rancho.

-Arthur por su parte estrechó la mano de Manuel con una sonrisa algo más contenida pero genuina-Nos veremos pronto, entonces-Dijo antes de despedirse de Mayte con un gesto de cabeza.

Finalmente, los autos comenzaron a alejarse de la hacienda llevando a cada uno de regreso a su vida cotidiana pero con la promesa de nuevas reuniones y momentos especiales en el futuro, mientras se alejaban, Manuel y Mayte se miraron sonriendo ante la idea de los buenos momentos que aún estaban por venir.

Manuel condujo a lo largo del camino con una sonrisa en el rostro disfrutando del tranquilo viaje de regreso, mientras las carreteras se deslizaban bajo las ruedas, tomó una de las manos de Mayte que descansaba en el asiento del copiloto, con ternura dejó un suave beso en el dorso de su mano y sus labios se posaron con delicadeza sobre su piel, Mayte tocada por el gesto le sonrió con una calidez que reflejaba la felicidad que sentía en ese momento, su mirada se encontró con la de Manuel y sus ojos brillaban con complicidad y amor.

Gracias por este fin de semana maravilloso, lo hemos pasado increíble-Dijo Mayte apretando su mano ligeramente.

No hay de qué, cada momento contigo es especial y me alegra que hayamos podido disfrutar tanto, amor-Dijo Manuel devolviéndole la sonrisa con sus ojos llenos de cariño.

La carretera parecía estirarse ante ellos pero en ese instante, todo lo que importaba era el viaje que compartían, la conexión que mantenían y el futuro prometedor que esperaban construir juntos, al llegar a casa se sintieron aliviados de volver a la tranquilidad de su hogar, Manuel estacionó el auto y ambos bajaron, descargando las maletas y trayendo el equipaje al interior mientras Mayte acomodaba sus cosas en el vestíbulo, Manuel se dirigió a la cocina para preparar algo de beber y quizás un bocadillo ligero para recargar energías.