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Cuando llegaron a casa la tensión del día se había acumulado y tanto Manuel como Mayte estaban al borde del colapso, en cuanto cerraron la puerta Manuel no pudo contener más su frustración.

¿Qué demonios crees que estás haciendo, Mayte?-Gritó Manuel lanzando su maletín al suelo-No puedo creer que hayas invitado a David a almorzar sabiendo lo que significa para nosotros y lo que tú significas para él-Dijo mirándola con molestia y Mayte igualmente furiosa se giró hacia él con los ojos ardiendo del coraje.

¿Y tú? ¿Comiendo con Sofía, tu exnovia, sin siquiera molestarte en avisarme?-Respondió Mayte cruzando los brazos- ¡Eso es lo que yo no puedo creer!-Dijo mirandolo fijamente a los ojos.

¡Te lo dije, fue una comida de negocios!-Dijo Manuel acercándose a ella tratando de controlar su rabia-¡Nada más!-Dijo con su voz temblando de ira.

¿Negocios? ¡Siempre son negocios para ti, Manuel!-Gritó Mayte sintiéndose traicionada-¡Nunca se trata de nosotros!-Dijo tragando saliva.

¡Eso no es cierto!-Manuel la señaló con el dedo-¡He hecho todo lo posible para que esto funcione, pero tú sigues con tus cambios de humor y tus celos irracionales!-Dijo alzando ambas manos.

¿Irracionales?-Mayte se acercó a él con su rostro rojo de furia-¡¿Cómo esperas que no esté celosa cuando estás pasando tiempo con tu exnovia?!-Gritó mirandolo con frustración.

¡No te estoy engañando!-Gritó Manuel exasperado-¡Pero parece que tú prefieres confiar más en David que en mí!-Dijo mirándola mientras negaba con la cabeza.

¡Eso es ridículo, Manuel!-Mayte gritó de vuelta-¡David es mi amigo y solo estaba tratando de ayudarme porque tú no estabas ahí para mí!-Dijo casi temblando del coraje.

¡Ah, claro, porque es tan fácil para ti recurrir a él en lugar de hablar conmigo!-Dijo Manuel golpeando la pared con el puño siendo incapaz de contener su frustración-¡Tal vez deberías haberte casado con él en lugar de conmigo!-Dijo mirándola con los ojos rojos.

¡No me hagas decir cosas de las que ambos nos arrepentiremos!-Le advirtió Mayte con su voz temblando de rabia y dolor.

¡Ya lo has dicho todo, Mayte!-Dijo Manuel respirando pesadamente-¡No puedo seguir así, no puedo seguir tratando de arreglar algo que tú misma destruyes con tus celos y desconfianza!-Dijo señalándola.

¡Eres tú el que no entiende lo que es estar en una relación!-Mayte gritó sintiendo las lágrimas arder en sus ojos-¡Siempre es tu trabajo primero, siempre es todo lo demás antes que nosotros!-Dijo dejando caer las lagrimas por su mejilla.

¡No es verdad!-Gritó Manuel con su voz resonando por la casa-¡Estoy aquí, trato de hacer lo mejor pero tú no me das una oportunidad!-Suspiró frustrado.

La rabia y la tristeza se mezclaban en ambos, sus voces resonaban en la casa, finalmente agotados por la intensidad de la discusión ambos se quedaron en silencio respirando con dificultad.

No podemos seguir así-Susurró Mayte con su voz quebrada por las lágrimas-No podemos-Dijo llevando sus manos a su rostro.

Manuel la miró, su expresión suavizándose ligeramente.

Tienes razón-Dijo Manuel mirándola y su expresión comenzó a suavizarse ligeramente-Tenemos que encontrar una manera de arreglar esto, por nuestro bien-Dijo con su voz apenas un murmullo.

Mayte asintió y ambos se quedaron allí en silencio, sabiendo que tenían mucho trabajo por delante para recuperar la confianza y el amor que alguna vez los había unido tan fuertemente, Manuel subió a la habitación después de su intensa discusión con Mayte, se metió en el baño pues necesitaba un momento para aclarar sus pensamientos, mientras tanto Mayte pidió una ensalada de frutas buscando algo que la distrajera de la amarga discusión, mientras comía pensaba en cómo Manuel había reaccionado a su almuerzo con David sintiendo que la situación se había descontrolado, se preguntaba si la reacción de Manuel no era una forma de evadir el problema o si había algo más profundo en su enojo, terminó de cenar y se dirigió a la habitación, al entrar vio a Manuel en la cama concentrado en un libro, decidió ir al baño y preparar un baño de tina necesitaba relajarse y despejar la mente, abrió la llave de la tina y esperó a que se llenara con agua caliente, se sumergió en el agua dejando que el calor aliviara la tensión en su cuerpo, permaneció allí un largo rato tratando de calmarse y ordenar sus pensamientos, cuando salió del baño se colocó una pijama cómoda y se dirigió de nuevo a la habitación, Manuel seguía en la cama leyendo pero al verla entrar dejó el libro a un lado, Mayte se acercó y se acostó a su lado, Manuel la abrazó intentando ofrecerle un poco de consuelo.

¿Por qué no me invitaste a la comida si solo era un asunto de negocios?-Preguntó Mayte aún confundida y preocupada.

¿Por qué insistir en esto, Mayte?-Exclamó con tono de irritación-No era necesario invitarte, era un almuerzo de negocios, nada más-Dijo sintiéndose nuevamente molesto por la pregunta-Pero ahora parece que estás buscando más razones para pelear-Dijo apartándose de ella con frustración.

¡Eso no es cierto!-Respondió Mayte sintiéndose herida por su comentario-Solo estoy tratando de entender por qué todo esto se ha vuelto tan complicado, si hubieras estado dispuesto a compartir esos momentos conmigo, tal vez no habría tantas dudas-Dijo mirandolo.

¡Siempre tienes dudas, siempre cuestionas todo!-Manuel gritó con su paciencia agotada-Estoy haciendo lo mejor que puedo pero parece que nada es suficiente para ti-Dijo mirándola molesto.

No se trata de lo suficiente o no suficiente, se trata de sentir que estamos juntos en esto que somos un equipo pero últimamente parece que todo lo que hago solo empeora las cosas-Dijo Mayte sintiendo las lágrimas amenazar con brotar.

-Manuel respiró profundamente tratando de controlar su ira, se quedó en silencio por un momento antes de hablar en un tono más calmado-No quiero pelear más, Mayte pero necesitamos hablar de esto, no solo en medio del enojo, necesitamos encontrar una manera de solucionar esto, juntos-Dijo mirándola.

Tienes razón, Manuel-Dijo Mayte asintiendo con su voz temblando-Pero necesitamos hacerlo ahora, antes de que sea demasiado tarde-Dijo suspirando.

Ambos se quedaron en silencio sintiendo el peso de sus palabras y la tensión que aún persistía, sabían que la pelea había sido solo una manifestación de problemas más profundos que necesitaban resolver y que la reconciliación requeriría más que simples palabras, esa noche la discusión dejó una distancia entre Manuel y Mayte, ambos se dieron la espalda al acostarse, el frío de la noche hizo que el deseo de calor y cercanía apareciera, a medida que la temperatura en la habitación bajaba, Mayte sin poder resistir el frío se giró lentamente hacia Manuel acurrucándose contra espalda, Manuel sintió el movimiento y al darse cuenta de que era Mayte quien buscaba su calor una sonrisa se dibujó en su rostro, se giró permitiendo que se acurrucara en su pecho, sin despertar del todo la rodeó con sus brazos atrayéndola hacia él en un abrazo protector, Mayte al sentir su calor y la seguridad de sus brazos, se relajó y se acomodó en su pecho dejando que el sueño la envolviera de nuevo, ambos permanecieron así durante el resto de la noche, aunque la discordia aún estaba presente en sus mentes, en ese momento el simple acto de estar juntos les recordó el profundo lazo que compartían, Manuel continuó durmiendo con una sonrisa en los labios sabiendo que a pesar de las dificultades su amor seguía siendo fuerte.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora