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Después de esos días que se habían tomado para estar en casa regresaron a la empresa y se dirigieron a sus oficinas despidiéndose con un beso, y cuando estaban entrando David llamó a Mayte y ella al girar se encontró con Edgardo Gazcón un viejo amigo, lo saludo efusivamente y Manuel se detuvo en seco al ver cómo Mayte saludaba con tanta efusividad a ese hombre, su rostro se endureció al instante no sabía quién era ese hombre ni porque tenía tanta confianza con su esposa pero verlo abrazándola no le agradaba en lo absoluto, aunque intentó mantener la compostura, no pudo evitar sentir un nudo de celos en el estómago al ver la familiaridad con la que su esposa abrazaba a ese desconocido.

Mayte se mantenía ajena a la incomodidad de Manuel, ella sonreía ampliamente mientras hablaba con Edgardo-¡No puedo creer que estés aquí, Edgardo! ¿Qué te trae por la ciudad?-Le preguntó con entusiasmo.

Un proyecto de negocios me tiene de vuelta por un tiempo-Dijo Edgardo guiñándole un ojo-Pero, ¿y tú? ¡Mira lo mucho que has logrado, Mayte! Siempre supe que llegarías lejos-Respondió Edgardo devolviéndole la sonrisa.

Mientras tanto, Manuel se acercó lentamente, intentando no mostrar su descontento o al menos esa fue su intención.

¿Vas a presentarme a tu amigo, amor?-Preguntó Manuel con tono educado pero con una ligera rigidez que no pasó desapercibida para Mayte.

Oh, claro-Dijo Mayte sonriendo apenada-Manuel, el es Edgardo Gazcón, un viejo amigo de la universidad-Dijo sonriendo-Edgardo, él es...-Hizo una pequeña pausa mirando a Manuel con una sonrisa-Mi esposo-Dijo mirándolo con un brillo especial en los ojos.

Manuel Mijares-Dijo Manuel sonriendo ampliamente mirando a Mayte con ternura.

Un placer conocerte, Manuel-Edgardo extendió la mano hacia Manuel con una sonrisa amistosa-He oído mucho sobre ti-Dijo guiñándole un ojo.

El placer es mío, Edgardo-Respondió Manuel estrechando la mano de Edgardo tratando de mantener la calma mientras los observaba interactuar.

-Mayte notando la tensión en Manuel le dió un suave apretón en el brazo-Edgardo y yo fuimos muy cercanos en la universidad, no nos habíamos visto en años, así que es una sorpresa muy agradable-Le explicó intentando suavizar la situación.

-Manuel asintió aunque sus ojos seguían analizando a Edgardo-Qué bien que te reencontraste con un viejo amigo-Dijo aunque su mente seguía dándole vueltas a la situación.

-Edgardo al percatarse del ambiente, dio un paso atrás-No quiero interrumpir más, solo quería saludar, seguro nos veremos pronto-Dijo algo inquieto-Mayte, nos ponemos al día en otro momento, ¿te parece?-Dijo amablemente.

Claro, Edgardo, nos hablamos pronto-Respondió Mayte despidiéndose con una sonrisa mientras él se alejaba.

Cuando Edgardo se fue, Mayte se giro quedando frente a Manuel notando su expresión.

¿Estás bien, amor?-Le preguntó preocupada.

-Manuel respiró hondo y asintió-¿Desde cuándo no veías a ese tal Edgardo?-Manuel no pudo evitar preguntar.

Desde la universidad, fue una sorpresa total verlo aquí-Respondió ella con emoción nuevamente al recordarlo-No tienes nada de qué preocuparte, solo es un amigo del pasado, Manuel-Dijo tomando su mano.

-Manuel asintió intentando dejar de lado sus celos-Lo sé, es solo que... no me gusta verte tan cercana con alguien que no conozco-Admitió.

Tú eres el único que me importa, mi amor-Mayte le sonrió y se acercó para darle un beso suave.

Manuel asintió sintiéndose un poco más tranquilo aunque aún con el deseo de proteger lo que más quería en su vida.

Lo sé, y lo aprecio-Dijo Manuel antes de tomarla de la mano y caminar juntos hacia su oficina, decidido a dejar que los celos no lo dominaran.

El tratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora