El trato

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1 mes después

En la habitación del hotel el caos reinaba, Isabel y Mimí corrían de un lado a otro buscando desesperadamente la liga que Mayte debía llevar en la pierna para la ceremonia, Doña Mimí revisaba una y otra vez la maleta de Mayte pero la liga parecía haberse desvanecido, de repente tocaron la puerta, Isabel abrió con impaciencia y se encontró con Manuel vestido impecablemente para la ocasión y sosteniendo la dichosa liga en la mano.

¡Manuel! ¿Qué haces aquí?-Exclamó Isabel sorprendida.

Vine a entregar esta liga a mi futura esposa, pensé que podría ser un bonito detalle-Dijo Manuel con una sonrisa y Doña Mimí que había escuchado la conversación se acercó rápidamente.

¡No, no, no!-Dijo Doña Mimí tomando la liga de las manos de Manuel mirándolo seria-Es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la boda ¡Esto es muy importante!-Dijo mirándolo fijamente.

Entiendo, entiendo-Dijo Manuel levantando las manos en señal de rendición pero no podía ocultar su risa ante la situación-Solo quería ser útil, me voy a retirar para no interrumpir-Dijo tratando de no reírse.

Isabel se sintió aliviada de que Manuel entendiera la situación, le agradeció y cerró la puerta detrás de él, Manuel se retiró con una sonrisa en el rostro sabiendo que había añadido un toque de humor a los preparativos.

Doña Mimí le entregó la liga a Mayte y ella la colocó con delicadeza hasta su muslo, Mayte se miró en el espejo admirando su vestido de novia, todo parecía estar en orden.

Todo está perfecto, mi niña-Dijo Doña Mimí con una sonrisa satisfecha dandole un último toque a la prenda-Estás radiante-Dijo acariciando la espalda de Mayte.

En ese momento, Don Alfonso apareció en la puerta de la habitación, al ver a su hija vestida de novia sus ojos se llenaron de lágrimas y caminó lentamente hacia ella con la emoción a flor de piel, sabía que esta vez se casaba por amor con la misma persona y lo más importante por voluntad propia, Mayte se giró, al ver la expresión de su padre sintió un nudo en la garganta, caminó hacia él y se abrazaron con fuerza.

Hija, no puedo creer lo hermosa que estás-Dijo Don Alfonso con la voz temblorosa.

Papá, te quiero mucho-Dijo Mayte tratando de contener las lágrimas.

Don Alfonso la abrazó con ternura y luego se apartó un poco para mirarla con orgullo.

Estoy tan feliz de verte tomando esta decisión por amor, me alegra que hayas encontrado a alguien que te haga tan feliz, Manuel ha demostrado ser un hombre excepcional y yo lo respeto mucho-Dijo Don Alfonso con la voz quebrada.

Gracias, tu  apoyo significa el mundo para mí, papá-Dijo Mayte sonriendo dejando escapar un sollozo de felicidad escapó de sus labios.

Doña Mimí observó la escena con una sonrisa nostálgica, mientras Isabel se unía a la emoción compartiendo el sentimiento de la ocasión.

Vamos, es hora de ir a la ceremonia, Mayte-Dijo Isabel con voz suave.

Con el corazón lleno de amor y emoción, Mayte tomó el brazo de su padre mientras Isabel la guiaba hacia el lugar de la boda, la ceremonia prometía ser un momento inolvidable, lleno de alegría y significado para todos los presentes.

El auto clásico de color blanco inmaculado, estaba estacionado frente al hotel con un elegante ramo de flores adornando su capó, los asistentes esperaban ansiosos la llegada de la novia, el sol brillaba creando un ambiente radiante para la ocasión, el conductor vestido de manera impecable abrió la puerta con una sonrisa Don Alfonso y Mayte subieron al vehículo, seguidos por Isabel y Doña Mimí quienes se acomodaban en el interior.

El coche avanzó lentamente por las calles de la ciudad, brindando a todos la oportunidad de admirar el esplendor del día, las ventanas del auto estaban bajadas para que Mayte pudiera saludar a los paseantes que le ofrecían sus mejores deseos.

Estamos tan cerca, no puedo creer que este momento haya llegado, papá-Dijo Mayte tomando la mano de su padre con ternura.

Todo está perfecto, estoy muy feliz por ti, sé que Manuel te hará muy feliz-Dijo Don Alfonso mirando a su hija con cariño y con orgullo.

Mientras el auto se acercaba a la iglesia, los nervios y la emoción se mezclaban en el aire, finalmente el vehículo se detuvo frente a la majestuosa iglesia cuyas puertas estaban adornadas con flores blancas y verdes, el conductor abrió las puertas del auto, Don Alfonso ayudó a Mayte a salir, Isabel y Doña Mimí siguieron a paso firme mientras el resto del cortejo se preparaba para entrar.

Mayte con su hermoso vestido de novia y su sonrisa radiante, se tomó un momento para mirar hacia atrás y respirar profundamente, la marcha nupcial comenzó a sonar llenando la iglesia con su melodía solemne, los invitados se pusieron de pie con sus miradas fijas en la entrada principal, Mayte apareció en el umbral de la iglesia acompañada por su padre, su rostro reflejaba una mezcla de nerviosismo y felicidad mientras el ritmo de la música marcaba el paso del camino hacia el altar que estaba adornado con pétalos de flores creando un sendero de ensueño hacia el comienzo de una nueva vida junto a Manuel.

¿Estás segura, hija?-Preguntó Don Alfonso con voz temblorosa pero llena de cariño apretando suavemente la mano de su hija mientras caminaban hacia el altar.

Sí, papá-Respondió Mayte con una sonrisa intentando calmar sus nervios-Estoy segura-Dijo mientras avanzaba con su elegante vestido blanco con encaje y el velo caía suavemente sobre sus hombros.

Avanzaron lentamente por el pasillo, los ojos de Manuel se iluminaron al verla acercarse, él estaba en el altar vestido con un traje oscuro y una corbata a juego, su expresión reflejaba amor y admiración, al llegar al altar Don Alfonso miró a Manuel y sus ojos estaban fijos en Mayte y la emoción era evidente en su rostro.

Cuídamela bien, ella es todo lo que tengo-Dijo Don Alfonso con un toque de humor y ternura.

Lo prometo, señor-Dijo Manuel sonriendo mientras asentía y estrechaba su mano agradecido.

Don Alfonso entregó la mano de su hija a Manuel con un gesto de afecto, y se tomó un momento para acariciar la mejilla de Mayte antes de sentarse.

Queridos amigos y familiares, estamos aquí reunidos para celebrar la unión de Manuel y Mayte en matrimonio-Comenzó el sacerdote con una voz serena-Hoy, ellos se prometen amor y lealtad el uno al otro-Dijo mirándolos.

La ceremonia continuó bajo la dirección del sacerdote, quien comenzó a guiar a la pareja a través de los votos, Manuel y Mayte intercambiaron miradas emocionadas mientras el sacerdote les pedía que pronunciaran sus votos.

Mayte, desde el momento en que te conocí, supe que había encontrado a mi alma gemela-Dijo Manuel mirándola con un toque de diversión-Prometo amarte, respetarte y apoyarte en cada paso que demos juntos-Sonrió-Eres mi compañera, mi amor y mi mejor amiga, me comprometo a estar a tu lado en los buenos y malos momentos, a construir un futuro lleno de amor y felicidad contigo-Dijo con la voz temblorosa pero  llena de sinceridad.

Manuel, prometo ser tu apoyo, tu confidente, tu amante, tu amor y tu amiga leal-Respondió Mayte con lágrimas en los ojos-A tu lado me siento completa, y estoy lista para enfrentar todo lo que venga con valentía y amor-Dijo sonriéndole-Manuel, me has mostrado lo que significa el amor verdadero, mi corazón es tuyo ahora y siempre-Dijo con la voz entrecortada.

El sacerdote entonces les pidió que intercambiaran los anillos.

Recibe este anillo como símbolo de mi amor eterno-Dijo Manuel colocando el anillo en el dedo de Mayte.

Recibe este anillo como símbolo de mi amor incondicional-Dijo Mayte colocando el anillo en el dedo de Manuel.

Con el poder que me ha sido conferido, yo los declaro marido y mujer, pueden besarse-Dijo el sacerdote con una sonrisa.

Manuel y Mayte se miraron con ternura antes de compartir un beso lleno de promesas y amor, la sala estalló en aplausos, y la pareja se abrazó con emoción mientras los invitados aplaudían y celebraban.

La ceremonia culminó con la pareja caminando por el pasillo como esposos, listos para comenzar su nueva vida juntos, la alegría y el amor en el aire eran palpables, marcando el inicio de una nueva etapa en sus vidas.