CAPÍTULO OCHENTA.

42.6K 4.4K 4.9K
                                    

¡Hola, amores!

Me aparezco por acá con nuevo capítulo. Espero les guste demasiado y, gracias a todas las que han transcurrido todos estos capítulos hasta aquí.

Recuerden apoyar este capítulo dejando sus votos y comentarios. 💛💚

PD: Busquen en mi perfil la historia de Avaricia (Sienna y Dalkon) pronto inician sus actualizaciones <3

***
FRANCHESKA.

Miré a Aleksander, el cual no dejaba de organizar cosas dentro de la maleta que íbamos a llevar a la clínica y sonreí.

Llevaba dos horas haciendo eso, sacando y metiendo ropa mía y la de nuestra bebé, pero parecía no acabar nunca.

Lo miré desde nuestra cama, mientras continuaba acariciando el pelaje de Luna, mi gatita.

—Nena, ¿Estás segura de que llevamos todo? — me miró con urgencia, pero frunció el ceño, cuando vio la sonrisa en mis labios—. ¿Qué es tan gracioso?

—Que estás casi entrando en un colapso emocional.

—No es gracioso, Francheska, si mal no recuerdo, ya va a nacer mi bebé.

—Falta una semana para eso y, si mal no recuerdo, es nuestro bebé y quien la va a dar a luz soy yo, no tú. Relájate.

—Soy el más afectado aquí, ten consideración.

Volví a reírme y suspiró, mientras regresaba a doblar todo pulcramente.

Aleksander había estado muy nervioso desde que la fecha para el nacimiento de nuestra bebé estaba más y más cerca. Nacería la primera semana de noviembre y hoy estábamos ya a treinta de octubre.

Había tomado la decisión de tener a mi bebé por parto natural, ya que no corría riesgo y mis médicos me aseguraron de que sí podría hacerlo. Aleksander no estuvo muy de acuerdo, dijo que una cesaría era menos dolorosa y peligrosa, pero lo ignoré y tomé mi decisión.

Mis abuelos viajarían pronto para estar en el nacimiento de la bebé y mis amigos también. Hacía dos meses Aleksander y yo nos habíamos mudado totalmente de Australia a Berlín y estaba feliz por eso. Mis compañeros de la universidad me hicieron una despedida y mis amigos del trabajo también.

Los extrañaría demasiado a todos, pero había tomado mi decisión de irme a Alemania y seguir mis estudios ahí. Además, Anthony no había conseguido otro permiso para volver a salir del país y por eso mismo, quería que nuestra bebé naciera en Alemania para que él también pudiera estar con su hermana.

—Ven aquí —lo llamé, cuando terminó la maleta—. Necesitas relajarte.

Aleksander caminó hasta a mí, se subió a la cama, se acostó a mi lado y posó su mano en mi gran vientre. Su cercanía me llenó inmediatamente de calidez y suspiré.

—No puedo perderte a ti o a Julieta —sus ojos verdes dieron con los míos—. Mierda, nena, yo...

Llevé mi boca a la suya y lo silencié, no queriendo que se estresara más. Entendía su punto, pero confiaba en que todo estaría bien.

—Eres el esposo más guapo del mundo, ¿lo sabes?

Chasqueó la lengua.

—Por supuesto que lo sé.

—Y te ves más guapo cuando estás tranquilo.

Suspiró y yo lo volví a besar.

—Confía en mí, jamás haría nada para romper el corazón.

ALEVOSÍA  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora