Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]

11. El plan de Nori.

—En tan solo una semana, la humanidad y sus regimientos no han parado de apoderarse de colonia tras colonia. Cada regimiento ataca de una manera diferente y sus números son suficientes para contrarrestar cada medida de seguridad que hemos intentado. Sin mencionar que a sus Elliott les importa poco o nada tener que sacrificar cientos o miles de sus soldados con tal de cumplir la misión de ¡extinguirnos! —explicó Nori frente a una pantalla en donde cientos y miles de jefes de colonias la miraban con asombro y miedo, pues la Doorman había utilizado luces y efectos de sonido para darle más dramatismo a su presentación—. Como sea, por eso ideé un plan para acabar con la humanidad de una vez por todas.

Nori llevó la mano a su bolsillo, pero no encontró nada. Revisó sus otros bolsillos, todos vacíos. Su mirada se tornó algo preocupada, mientras empezaba a revisar rápidamente cajón por cajón. Al final, encontró lo que buscaba debajo de la mesa.

—Jeje, tengo que ordenar mejor mi taller. ¡Como sea, les presento la solución a todos nuestros problemas!

Nori levantó un USB en forma de cruz para que todos lo vieran.

—Les doy las gracias a las colonias N°001 y N°002 por darme los recursos para hacer esta belleza. Este USB tiene la capacidad de suprimir todo código de drone, máquina, arma o nave espacial. Cualquier cosa, esta belleza lo suprime y lo deja inútil, al menos el tiempo suficiente para poder hacer un ataque efectivo. Mi plan es ir a la nave humana, conectar esto en lo que sea su fuente de poder y listo, la nave humana se apagará por completo. Adiós oxígeno, adiós armas y todo eso... Claro, ellos podrían reiniciar el sistema y recuperar todo, pero la nave terminaría colapsando por sí misma mucho antes de que eso suceda. ¡Y pum, adiós humanidad! —gritó, mientras que un efecto de explosión se escuchaba detrás de ella.

Los jefes worker drones se quedaron viéndola por un rato asombrados, y algunos otros asustados por la explosión.

—Entonces, ¿qué quiere de nosotros?

—Oh, claro, verán... Z ordenó que todas las colonias vecinas les entregaran sus murder drones, entre ellas estaba la mía y, bueno, ya solo me queda mi hija CYN quien, aunque es muy buena, no es suficiente para hacer esta misión tan peligrosa. Por lo tanto, quisiera pedirles su colaboración con uno que otro Murder Drone...

Las palabras de Nori fueron interrumpidas por risas y murmullos por parte de los otros líderes de las diferentes colonias, los cuales duraron varios minutos hasta que se dieron cuenta de que hablaba en serio.

—Sé que en este momento tan crítico lo último que quieren es perder defensores, pero tienen que entender que esta misión podría terminar con la guerra antes de que cause demasiado daño... Además, seamos sinceros, los Murder Drones son fuertes, pero no lo suficientemente fuertes como para vencer al ejército enemigo. Esta es nuestra mejor opción.

—Con poco respeto, señora Nori.

—... ¿No sería con-?

—No, dije con poco respeto. Mire, sé que usted y su esposo hicieron las colonias hace tiempo —dijo con un acento prepotente—, pero eso no le da derecho a querer engañarnos.

—Eh, ¿engañarlos?

—Sí, obviamente esta es una estrategia para que su colonia tenga más Murder Drones protegiéndola. Bueno, no caeré.

El ojo de Nori empezaba a tener un tic. —Escuche, señor...

—Y aunque fuera cierto —interrumpió otro—. Entrar a la misma nave humana es un suicidio, literalmente el enemigo está allí. Un gasto de recursos y de nuestros monstruos alados. O sea... ¿es tonta o se hace?

—Estoy de acuerdo —dijo otro, siete pantallas al lado—. En estos momentos estoy haciendo que todos mis Murder Drones caven un hoyo gigante donde escondernos hasta que todo termine. Es mucho más seguro y menos arriesgado que la tonta idea de enfrentar al enemigo.