24.- Amigos

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Los Guardianes de la Compañía descendieron por una colina a escasos kilómetros de su colonia objetivo.

Kai Elliott fue el primero en abandonar las naves, avanzando hasta el borde de la colina para obtener una mejor visión del entorno. Solo se veían nieve, edificios abandonados y, en medio de todo, la colonia de Khan Doorman y Nori Doorman, los arquitectos de las quinientas colonias.

—¿Crees que estemos listos? —preguntó a su escudera, que permanecía a su lado.

—Nos tomó una semana entera planear este ataque, "listos" es quedarse corto.

—No lo sé, Astrid. A pesar de toda mi investigación, no encontré ninguna debilidad en las defensas de esa colonia.

—Son solo puertas, ¿qué tanto problema podrían causarnos? Nunca sabremos todo sobre los demonios de hierro, y eso está bien. De hecho, eso es lo que la Compañía nos exige: eliminar a todos los demonios de hierro hasta que su recuerdo no sea más que eso, un mal recuerdo.

—Lo sé, lo entiendo. Es solo que... quiero evitar la mayor cantidad de bajas posible, y no puedo hacerlo si no estoy completamente seguro de a quiénes nos estamos enfrentando.

Astrid tomó los lados del casco de Kai y lo acercó al suyo. —Eres un perfeccionista, y es una de las cosas que amo de ti. Pero no podemos ganar una guerra sin sufrir bajas, y no podemos perder más tiempo. Tus hermanos están sometiendo colonia tras colonia en nombre de JcJenson. Es hora de que hagamos lo mismo. De que hagamos... nuestro... trabajo.

—Sí, lo sé —se apartó—, pero no tienes que tratarme como si tuviera cinco años.

—Entonces deja de comportarte como uno. Dime la verdad, ¿por qué no quieres comenzar la invasión?

—... Sabes la respuesta.

—Monika, ¿verdad?

—Nunca había perdido a un soldado antes, y luego la perdí por algo tan estúpido como una apuesta. Era humana, una persona que confiaba en mí, y yo... la traté como si fuera un simple objeto, igual que el resto de mis hermanos. No quiero volver a cometer ese error.

—Sí, fue una estupidez. Pero si no empezamos a tomar colonias, todo el regimiento podría estar en peligro... otra vez.

Kai le dio un último vistazo a la colonia. Para pertenecer a unos worker drones tan importantes, esperaba que estuviera rodeada y protegida por más demonios de hierro. En cambio, la colonia parecía demasiado vulnerable. Habría creído que se trataba de una trampa, si no hubiera investigado tanto los alrededores con drones de vigilancia. No había trampas, solo un montón de puertas.

—Ve preparando las tropas, atacaremos en dos horas —ordenó Kai.

⚔️

Uzi estaba tumbada en su cama, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, o al menos su pantalla proyectaba una expresión de enojo. No le habían permitido unirse a la misión para destruir a la humanidad por ser "demasiado peligrosa". Esto la enfurecía, especialmente porque su hermanita menor, CYN, fue sin problemas solo por ser un "murder drone".

—Si tan solo me dieran la oportunidad...

De repente, la poca luz que entraba por su ventana se bloqueó.

Al principio, Uzi pensó que era CYN y no se volteó; en ese momento no quería hablar con ella. Sin embargo, al notar que la figura no se iba, miró de reojo la sombra que proyectaba. El cabello no era el esponjoso con un moño que tanto recordaba, sino corto y cubierto con una gorra. Incluso el uniforme tenía una silueta diferente.

Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora