Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]

LA GUERRA POR LA COLONIA 001: AMOR DE HERMANAS

"Nunca creí sentirme tan indefenso como en este momento", pensó Willy, mientras maniobraba con sus alas para intentar escapar de los enemigos que habían empezado a arrasar con cada uno de sus hermanos, "'Muerte al Drone' es lo único que escucho, una y otra vez... lo peor de todo, es que nunca quise terminar de esta manera".

Willy fue una pequeña cápsula alguna vez. Él recuerda bien cuando los Blood Drones arrasaron y lo alejaron de los brazos de su madre. Se lo llevaron, junto a otras miles de cápsulas. Él recuerda cómo sus almacenes y cómo vio a cada una de las cápsulas que venían por delante de él ser experimentadas para volverlas blood drones, muriendo en el proceso.

El fue el primero que lo consiguió. Recuerda cuando llegó esa murder drone a intentar salvarlos. Recuerda cómo se llevó todas las cápsulas, todas, menos a él. Cuando uno renace como un blood drone, su memoria se ve afectada, olvidando todo su pasado hasta el momento en que sus ojos se vuelven rojos.

Fue por esa misma razón por la cual no tuvo reparos en eliminar a su propia madre cuando esta fue para rescatarlo. Y, como si fuera una dura ironía del destino, justo en ese momento su memoria recuperó los archivos bloqueados, justo en el momento en que tenía el núcleo de su madre entre sus fauces.

Nunca perdonó a One por ello. Por eso, cuando Doll le ofreció la oportunidad de hacerlo pagar, no dudo. Él quería ver al rey de los demonios en el suelo, arrastrándose y llorando por cada uno de sus pecados. Se supone que así sería, pero ahora, el cruel destino vuelve a jugarle otra broma.

—¡Muerte al drone! —grita Trasher, girando sus cadenas y lanzandolas para atrapar la pierna del Willy, jalando e impactando contra el suelo—. ¡No escapes, maldito demonio de hierro!

En el suelo, Willy levanta su cañón y dispara desesperado. —¡Aléjate de mí! —grita, pero es inutil, Trasher pudo esquivarlo y volvió a girar su cadena conectada a un hacha, logrando cercenar el brazo y la mitad del rostro de Willy, para luego acercarse y aplastar su pecho con su bota blindada—. Tsk, mierda, lo único bueno de todo esto era que no nos sentiríamos así de indefensos. ¿Por qué tiene que pasar esto ahora? ¿Que he hecho para merecer esto? ¡Ni siquiera pudimos iniciar esta maldita rebelión!

En pocos segundos, el chasis de Willy sería destruido. Sin embargo, en ese momento Trasher recibió una patada en su brazo, lanzándolo lejos.

Apenas Willy recuperó su pantalla, logró ver a V, quien acababa de salvarle. La blood drone lo levantó del cabello y con una señal de su mano le dijo que se largara. El no dudo, no sin antes agradecerle por salvarlo.

—¿Crees que podrás salvarlo? —dijo Trasher, escupiendo un diente y empuñando sus hachas gemelas—. De igual manera, todos los demonios morirán.

—Oh, ¿eso crees? —dijo V sin ánimos—. Entonces, ¿por qué está escapando...?

En ese momento, ambos escuchan el disparo de un lanzacohetes, el cual impactó y destruyó a Willy en el aire.

—¡Hijos de puta! —recrimino V—. Sí que aprecian dañar a los más débiles, ¿eh?

—Oh, miren quien habla —Trasher avanzó sin miedo—. Te hacer la dura, demonio de hierro, pero la verdad no eres más que otro pedazo de chatarra podrida sin valor, cuya muerte no significaba nada para nadie y cuyo propósito de ser un arma dejó de servir cuando los nanobots entraron a tu cuerpo.

—... Lo sé.

—Si, tu... —se detiene en seco—. Un momento, ¿lo sabes?

—Solo he cometido errores, ya no tengo razones para seguir en estos momentos.

Por un momento Trasher bajó la guardia, pero volvió a empuñar sus hachas cuando V empezó a avanzar, sacando sus espadas.

—¡Tú eres una basura! —rugió, lanzando un golpe que V esquiva y golpea en el estómago, haciéndolo retroceder—. ¡No mereces nada más que la muerte, eres un monstruo y nosotros los que libraremos al mundo de tu existencia que no hace más que arruinar la vida de los demás!