8. Historias en Copper 9

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1.- V intenta adaptarse.

Los Murder Drones de por sí son mal vistos en la colonia. Ahora imaginen a una Murder Drone mucho más grande, cuyos ojos y cuerpo deslumbran en rojo sangre y, literalmente, tiene afilados cuernos.

En pocos días, V había ganado una gran variedad de sobrenombres: "Monstruo", "Demonio Rojo", "Súcubo"... Al principio intentaba ignorarlo. Solo eran comentarios de drones inferiores; sin embargo, pronto empezaron a tirarle basura e intentar expulsarla de la colonia. Empezaba a ser molesto.

El colmo llegó cuando un worker drone le tendió una trampa, lanzándole una montaña de nieve que la enterró. Aunque no le hizo ningún daño, fue la gota que derramó el vaso. V, furiosa, salió de la montaña de nieve y se abalanzó contra el imbécil, que empezó a gritar.

V estaba a punto de desmembrarlo, pero entonces sintió un electroshock en su núcleo y cayó al suelo, incapaz de moverse.

—¡V! ¿Qué te dije de atacar a los worker drones? —le reclamó Tessa, presionando el botón.

El worker drone se alejó lo suficiente, y Tessa soltó el botón. V se levantó muy enojada, con lágrimas en su pantalla. No hizo más que gruñir, decirle que la odiaba y se fue volando.

Esto fue visto por todos, dándose cuenta de algo: "V no podía hacerles daño".

Los días siguientes fueron una tortura para V. Los insultos y ataques no pararon, sumados a piropos, pues la Murder Drone andaba principalmente sin nada, y eso llamaba la atención de muchos drones.

Cada vez que V intentaba defenderse, Tessa, sea por suerte o una cruel broma del destino, justamente pasaba y lo impedía, tirando a V al suelo.

El colmo llegó cuando el mismo drone que le tiró nieve para impresionar a sus amigos tuvo la osadía de darle una nalgada. En ese momento, V estaba a punto de desmembrarlo. Nuevamente, Tessa llegó y la inmovilizó, pero a V no le importó; su enojo la hizo ignorar el dolor por un momento, solo por un momento. Al final, V cayó al suelo, para el disfrute de todos los worker drones presentes, que empezaron a murmurar y a reírse.

V, ya con lágrimas en su pantalla por el dolor y la impotencia, simplemente se fue sin dar más explicaciones. Al día siguiente, se la pasó colgada de una tubería. Los worker drones la insultaban, tiraban basura o hacían lo que fuera para provocarla, pero no hubo reacción; ya no le importaba.

N fue el primero en notar esto, y trajo a Tessa del brazo para que viera el deprimente espectáculo.

Una hora después, todo simplemente se calmó. V separó un poco sus alas, sorprendiéndose al ver a N, J y Tessa desmembrando a algunos worker drones que la estaban molestando, espantando al resto que salió huyendo por sus vidas.

V fingió que no veía nada. Al cabo de unas horas, V descendió. Y sobre la nieve encontró una nota sobre una pequeña pila de cuerpos:

"La próxima vez, dinos, no leo mentes." —Tessa.

V empezó a caminar por las calles. Ya nadie le decía nada; muchos incluso apartaban la mirada. Ella estaba más tranquila, incluso feliz de ver cómo muchos worker drones que la molestaron ahora temblaban de miedo ante su presencia.

—Tal vez... esa humana no sea tan mala después de todo...

2.- El estres de J.

Dirigir una colonia no es una tarea sencilla.

J siempre era la primera en activarse. Su primera tarea diaria era contar los suministros de la colonia.

Los drones no comen, pero tienen otras necesidades. Cada uno necesitaba consumir, al menos, medio litro de aceite diario. Además, muchos de ellos se lastimaban y, a diferencia de los Murder Drones, no se regeneran, por lo que necesitan muchas piezas de repuesto. J tenía que asegurarse de tener todas esas cosas y más; y si faltaban, entonces necesitaba ordenar a la fábrica que trajeran más.

Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora