Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]

32. La Otra Parte 🌎

Planeta Tierra... 🌎

Un pequeño worker drone del montón. Sirviendo a la humanidad. Más específicamente, sirviendo a los Elliott. Siendo aún más específico, sirviendo a James Elliott. En ese momento, el amo James solo tenía doce años de edad. Un niño... para nada inocente.

Recuerdo cómo mis hermanos worker drones eran insignificantes ante ese joven. Cada vez que uno de nosotros llegaba a sus manos, siempre era modificado por el joven amo. A algunos les cortaba los brazos y los reemplazaba por patas de insecto. A otros, menos afortunados, les arrancaba la cabeza, reemplazándola por otras más chistosas, pero menos eficientes, dejándolos ciegos e indefensos. El joven amo no era tonto, así que, imagino, hacía todo eso simplemente para torturarnos. Nos llamaba... "sus fenómenos".

De mis hermanos, yo fui el único que no fue modificado; ventajas de ser el favorito del joven amo. Para ganarme su aprecio, tuve que comportarme igual que él. Humillaba a mis hermanos más débiles, y de formas horribles. Todo para asegurarme mi seguridad ante el joven amo. Oh, bueno, mentiría si dijera que no empecé a disfrutarlo. El poder es adictivo; una vez lo sientes, ya no puedes parar. Y yo odio sentirme inferior... Sin embargo, en ese momento, aunque era el primero de los míos, estaba muy por debajo de cualquier humano, especialmente del joven amo.

El joven amo me contaba cómo su sueño siempre había sido tener su propio imperio. Tal vez, un planeta entero. Me habló de Copper 9 y sus planes para alzarse como la cabeza de la compañía y, naturalmente, la cabeza de la humanidad. Me contó cómo diseñaría sus ejércitos, cómo diseñaría a sus generales.

Le dije que estaba leyendo demasiados libros de Warhammer. Claro, siempre con respeto. Un worker drone maleducado con un Elliott está condenado a una muerte lenta y dolorosa. No entendía cómo, si técnicamente no teníamos nervios, pero si alguien podía hacernos gritar, ese era James Elliott.

Me habló de cíborgs, hombres lobo, zombis y más... La verdad, nunca creí que lo cumpliría. Era listo, muy listo, pero seguía siendo solo un niño... ¿Quién diría que, cien años después, ese niño seguiría intentando cumplir su más grande fantasía, y que yo me volvería el enemigo del humano al que una vez llamé "mi señor"?

Admito que el joven amo me influyó un poco. Los worker drones no podíamos tener sueños ni esperanzas, pero él hizo que mi mente se abriera y pudiera tener uno, el cual me esfuerzo por cumplir.

Ahora... aunque ya dejé de ser ese worker drone débil y patético, algunas cosas nunca cambian.

Mi trono está hecho de piezas de worker drones. Aparte de eso, todo el interior de mi guarida principal es una réplica exacta de la mansión en la que alguna vez serví. Solo que ahora, yo soy el ser superior que humilla a los indefensos worker drones... ¡Y me encanta!

Frente a mí se encuentran tres de ellos. Pequeños y temblorosos. En sus pantallas se puede ver el miedo ante mi presencia, justo como yo me sentía cada vez que un humano se paraba frente a mí. Sonrío, pero no estoy complacido, y ellos se dan cuenta cuando mi cola atraviesa uno de sus pequeños y frágiles cuerpos.

—¿Creen que se merecen vivir? —mi mirada demuestra superioridad—. Les estoy haciendo un favor, ¿y me pagan de esta manera tan ineficiente?

—Mi-mi señor, lo lamentamos, pero... hacemos todo lo que podemos.

Mi cola atraviesa a la worker drone que se atrevió a defenderse. ¿Acaso esos idiotas no entienden que su único deber es agachar la cabeza y suplicar? ... Miro a la última, sumisa y con la mirada quebrada. Solo espera a que termine con su vida, como acabo de hacerlo con sus hermanos mayores.