Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]

21. La decisión

V y Nori avanzaban por el pasillo, cada una sosteniendo sus respectivos cañones, listas para disparar en cuanto más humanos aparecieran. Y, en efecto, los encontraron: alrededor de 3.000 soldados humanos se habían reunido en la sala principal del Sector.

Justo cuando estaban a punto de iniciar otra masacre, J se interpuso entre ellas y los humanos, quienes también habían comenzado a apuntarles.

—¿Qué crees que haces, J? —gruñó V.

—¡Quítate del medio, coletas! —exclamó Nori, su dedo casi apretando el gatillo.

—¡Calmense las dos! —les gritó J—. ¡Si hacen esto, destruirán la maldita alianza que tanto nos costó construir!

V y Nori se miraron, confusas, antes de volver la vista hacia J. ¿De qué alianza estaba hablando?

J las guió hacia donde se encontraban Tessa y Sandra, esta última hablando con los soldados que vigilaban desde las cámaras de seguridad. No fue difícil convencerlos de unirse a la rebelión; Tessa se había convertido en un símbolo de esperanza para el regimiento. Y no solo eso, los soldados estaban informándole sobre lo ocurrido hace unos momentos con V y Nori.

—¿Qué está pasando, Tessa? —preguntó Nori con un tono serio.

—¡Nori, V, qué alegría que estén bien! —respondió Tessa con una sonrisa, abrazando fuertemente a V—. Vengan, quiero presentarles a alguien.

—No es momento para eso, humana —replicó Nori, apartándose ligeramente—. ¿Por qué estás diciendo que los llevarás a mi colonia?

Tessa echó un vistazo rápido a J, pero esta solo apartó la mirada con un gesto de incomodidad.

—Escucha, Nori, sé que estás enojada, pero...

—¡No, escucha tú, humana! ¡Ni en sueños voy a dejar que el enemigo...

—¿Tú eres Nori? —interrumpió Sandra, terminando la llamada.

La soldado se acercó tranquilamente hasta la worker drone de cabello morado que le apuntaba con el arma, y, poniéndose a su altura, con una sonrisa de oreja a oreja, le dijo:

—¡Mil gracias, te cargaste a uno de ellos!

Nori la miraba, confundida, igual que todos los demás.

—¿Ella...? —preguntó Tessa.

—¡Sí, mató a un Elliott, se cargó a Zack! —exclamó Sandra con entusiasmo.

Al recibir la noticia, todos los presentes estallaron en celebraciones. De repente, uno de los soldados cargó a Nori por los aires, y pronto fue aplaudida por todo el grupo de humanos.

—¿Qué-qué están haciendo? ¡Bájenme, pedazos de carne, se supone que somos enemigos! —gritaba Nori, retorciéndose e intentando liberarse sin éxito.

Después de unos momentos, finalmente la devolvieron al suelo. Nori se cruzó de brazos, con una expresión amargada y claramente irritada.

—Entonces... ¿Ves que no somos tan malos? —comentó Tessa, con una sonrisa engreída.

—Solo sé que sus líderes son horribles, eso no significa que... —Nori miró de reojo a los soldados, notando las cicatrices y las heridas en sus rostros—. Ellos... ¿De verdad los tratan así de mal?

—Con decirte que ninguna de esas heridas fue hecha en batalla... —respondió Tessa.

Nori recordó las palabras de CYN, quien, incluso cuando tanto ella como Khan le contaban sobre el horrible trato que los humanos les daban a los worker drones, CYN siempre insistía en que no todos eran malos. CYN simplemente tenía una pasión innata por buscar el lado bueno de todos y de todo, una cualidad que a veces frustraba a Nori, pero que ahora resonaba en su mente mientras observaba a los soldados frente a ella.