Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]

13. ¡En marcha!

El escuadrón de Murder Drones no pasó mucho tiempo dentro de la colonia, ni se aventuró demasiado. Nori ya los esperaba junto a CYN, con toda la información relevante almacenada en su memoria.

Dado que era una misión de infiltración, solo llevarían el número justo de Murder Drones. J y V fueron seleccionadas por Tessa, mientras que N se quedaría para proteger la colonia.

El más joven de los Murder Drones no tuvo inconvenientes con ellos. De hecho, estaba emocionado por pasar tiempo en una colonia que, según Nori, adoraba a los Murder Drones.

Mientras tanto, el nuevo escuadrón, dirigido por Nori, comenzó su avance a través de la nieve.

—Nori, ¿puedo llamarte Nor?

—No.

—Oh, bueno. Solo quería preguntar, ¿cuánto falta para llegar a la nave humana?

—Nos tomará un día completo si seguimos a pie.

—Ya veo. ¿No sería mejor volar sobre nuestros Murder Drones?

—No, sería una pésima idea. Llamaríamos demasiado la atención y nos atacarían. Lo mejor que podemos hacer es seguir a pie. Después de todo, los Worker Drones no nos cansamos, eso es cosa de humanos. Y aquí no hay humanos, ¿verdad?

Nori giró su cabeza hacia Tessa de manera inquietante, como si quisiera intimidarla para que confesara.

—No, claro que no. Aquí no hay humanos, solo drones que los odian, como debe ser, jaja.

Tessa se alejó de Nori lentamente, acercándose a donde estaba J.

—Bueno, es un viaje largo, y ya que no puedes llevarme volando, tendré que soportarlo.

—¿Crees que puedas aguantar?

—Oh, J, por favor, puedo con todo. Sí, será doloroso. Terminé mi última barra de comida hace meses y siento que mis piernas van a colapsar, pero estaré bien.

—... ¿Quieres que me mantenga cerca para levantarte cuando ya no puedas más?

—Sí, por favor.

—Huma...

—¡Shhh! —Tessa le tapó la boca a V—. Tranquila, estamos lejos de Nori y CYN, no nos escucharán.

—No quiero arriesgarme. ¿Qué necesitas, V? Porque no tengo ganas de escuchar ninguna de tus bromas sobre mi especie.

—No, tranquila, solo quiero hablarte de algo...

—¿Es importante?

—Para mí, sí... —dijo, colocando una mano en su núcleo.

—Ya veo... Bien, habla...

—Oh, bueno... J, ¿podrías dejarnos un momento?

—Oh, claro...

—No te atrevas, J, no me dejes aquí con esta señorita demoníaca sangrienta. ¿Y si vuelve a intentar comerme?

—¡Eso fue hace seis años! Solo quiero hablar contigo en privado, ¿puedo?

—No, no es posible.

—¿Disculpa?

—Lo siento, V. Te aprecio, pero no eres el tipo de drone con el que me quedaría sola en una habitación.

—Mira, sé que te molestó lo que pasó, pero en estos siete años creo haberme ganado al menos una conversación sin que N y J estén cerca. Ahora que lo pienso, eso nunca ha ocurrido.

—V, en serio, si quieres decirme algo, J se quedará cerca. Habla ya, que bastante tengo con mantenerme en pie.

A V le molestó la actitud de Tessa. Por un momento, pensó en arrancarle la cabeza, pero se contuvo.