15. One

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Zack Elliott marchaba al frente de su ejército, abatiendo worker drones y murder drones con las afiladas garras eléctricas de su traje especial, o simplemente con la fuerza abrumadora con la que había nacido, de la cual se jactaba constantemente.

—¡Vaya colonia que nos hemos encontrado! Llena de defensas, de demonios de hierro y de una esperanza de victoria que podemos aplastar bajo nuestros pies —rugió Zack, mientras aplastaba la cabeza de un worker drone con su garra y lanzaba los restos lejos antes de abalanzarse sobre otro enemigo.

—¿No lo crees, William? —preguntó, dirigiendo una mirada feroz a su escudero.

—Sí, mi señor Zack. Una colonia perfecta, digna de que nuestro regimiento la elimine por completo —respondió William, mientras atravesaba el pecho de un murder drone y extraía su núcleo con destreza.

—¡Esa es la actitud de un verdadero Depredador! —rió Zack, mirando de reojo a los soldados que luchaban a su alrededor—. Tus hermanos de batalla podrían aprender algo de ti.

William esbozó una sonrisa orgullosa bajo su casco. Se sentía afortunado. Sí, Zack era un Elliott, y como todos los de su linaje, tenía sus imperfecciones. Pero a diferencia de otros, Zack sabía cómo dirigir un regimiento. William había aprendido todo de él, hasta convertirse en su mano escudero.

William era el único que rivalizaba con Zack en brutalidad en combate. El único capaz de seguirle el paso en medio de la carnicería. Ambos eran lobos, mientras que los demás soldados no eran más que simples perros comparados con ellos.

La colonia no representó un gran desafío. En unas horas, habían arrasado la zona exterior. Sin embargo, en medio de la masacre, Zack descubrió un túnel oculto detrás de unas mesas.

—Parece que se están escondiendo en el corazón de la colonia —dijo con una sonrisa de satisfacción—. Bien, será un trabajo sencillo. No deben quedarle muchos murder drones... Oye, ¿por qué no te encargas tú de terminar este trabajo?

—¿Yo? ¡Por supuesto! —respondió William, enderezándose con orgullo—. ¡Haré que se arrepientan de haber nacido, mi señor Zack!

Con esa orden, William reunió a sus hombres, 500 Depredadores que marchaban bajo su mando, y se adentró por el túnel secreto.

A medida que avanzaba, la oscuridad se hacia cada vez mas presente y el ruido de las maquinas llenaba el mabiente.

William detecto que dos de sus soldados se habian quedado atras. El regreso a donde ellas estaban. La mas pequeña estaba abrazando sus piernas y tapandose los oidos, mientras que la otra intentaba consolarla.

—¿Por qué se quedan atrás? —les gruñó al notar que dos soldados se habían rezagado—. No me digan que le temen a los demonios de hierro.

—Lo siento, mi señor, es es que mi hermana le tiene miedo a la oscuridad. Es nueva en el regimiento y no esta acostumbrada a todo esto. Ademas, hasta ahora solo hemos luchado de dia al aire libre —dijo la mayor, poniendose al frente de su hermana para evitar cualquier ataque de su capitan.

—¿Miedo a la oscuridad? Eso es aun mas ridiculo, la oscuridad no te hace nada.

—Nosotras... Nacimos en los motores. Muchas maquinas muy volatiles. Cuando se iba la luz, muchas de estas colapsaban bajo su propio peso, algunas incluso explotaba. La gente moria aplastada en la oscuridad, muchos de los cuerpos ni siquiera eran hallados. Nuestros padres fueron el caso. Desde entonces ella no puede estar en la oscuridad.

William las miro por un momento, antes de agacharse y activar sus garras electricas. La mayor cerro los ojos, pero no hubo ataque. En su lugar, William espero a que abrieran los ojos e hizo una señal para que prestara atencion. La electricidad iluminaba el pasillo, no tanto pero lo suficiente.

Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora