63. ¿Cómo llegué aquí?

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Luego de terminar la tumba para Issac, Sanit estaba listo para continuar con su vida y dejar su huella en Copper 9.

Sin embargo... ¿por dónde iniciar?

Sanit fue pensándolo sin dejar de caminar por la fría nieve. Él tenía tres opciones: worker drones, blood drones y la humanidad. Sin embargo, ¿cuál era más digno de sus habilidades y, sobre todo, de sus conocimientos?

La "Perfección de los Elliott", como él llamaba a la medicina que se inyectó por el trasero, le daba un perfecto control de su cuerpo; básicamente, podría deformarlo a voluntad. Volverse tan fuerte como Petra, tan resistente como Kai, con instintos tan avanzados como Zack y mucho más. Entre todas esas habilidades, la más utilizada era su memoria fotográfica.

Sanit recuerda con claridad cada uno de los sucesos en donde estuvo presente, escondido y asustado, pero preferente al final del día.

Él estuvo cuando llegó la humanidad. Por un momento pensó que Ian vino a rescatarlo y pedirle perdón, lo que lo hizo ponerse debajo de la nave y finalmente ser aplastado por esta, únicamente sobreviviendo por sus poderes regeneración.

El recuerda ver a un montón de colonias empezar a hacer hoyos gigantes bajo sus colonias con la intención de ocultarse de las amenazas del exterior. Hoyos que, finalmente, se volverían los túneles en donde viven actualmente los worker drones. Sanit ayudo en cavar estos túneles, el recuerda cuánto le costó poder deformar su cuerpo lo suficiente para parecer un worker drone, conviviendo con ellos por un par de meses junto a Issac, hasta que, finalmente, terminó escapando cuando los Blood Drones atacaron la colonia en donde él se encontraba.

También recuerda ver a Nori marchar junto a Tessa y los murder drones a la nave de los Elliott, siendo disparadas en una nave y chocando muy cerca de él.

Sanit vio desde lejos como CYN terminó dándole una paliza a V y Doll, para luego atravesar el pecho de su madre, sacando su núcleo, el cual cayó a un lado del Guerrero Real, quien seguía disfrazado como un worker drone, espero a que todos se fueran para tomar el núcleo de Nori, la cual estaba... ¿noqueada?, y su USB en forma de cruz.

Al cabo de unos días, dejó el núcleo a un lado y únicamente se llevó el USB en forma de cruz, pensando que podría ser de utilidad en un futuro.

El recordar esos sucesos y también el hecho de que descubrió que fueron los worker drones quienes crearon a los blood drone, hicieron que Sanit descartara a esta facción como una digna para su información.

—Los worker drones tienen muchos de los humanos, tal vez demasiado. Nosotros sufrimos nuestros errores, aprendimos ellos y continuamos. Sin embargo, ellos son muy nuevos, y están condenados a tomar las mismas malas decisiones que nosotros. No son diferentes, no son especiales. Y están en tanta desventaja... No, no quiero condenarme.

Entonces Sanit considero a los blood drone... No lo pensó mucho, ellos nunca fueron una opción.

—En una raza de dioses arrogantes... es cuestión de tiempo antes de que se maten los unos a los otros, buscando la superioridad. Ya está empezando. Recuerdo ver a esa Doll manipulando a sus hermanos, condenandolos. Sea que gane o pierda, de igual manera esto destruirá a toda la raza. Además, dudo que pueda deformar mi cuerpo tanto para volverme un blood drone y se darían cuenta tarde o temprano.

Sin darse cuenta, Sanit había regresado al campo de batalla en donde había derrotado a Minas.

El gas tóxico lo había corroído. Sin embargo, este ya se había dispersado. Entonces, ¿porque el cuerpo metálico y sin núcleo se seguía carcomiendo?

Entonces... los notos. El ADN de Zack entró en acción, dándole una vista tan fina que pudo ver a los nanobots comiendo el metal de Minas, algo que no hicieron con su carne.

Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora