code/fenix

Capítulo 1: El Lobo en las Sombras

Capítulo 1: El Lobo en las Sombras

Ubicación:
Coordenadas: 52.5200° N, 13.4050° E
Distancia: A 25 kilómetros al suroeste de Berlín, Alemania
Tiempo: Medianoche, con una temperatura de 6°C
Luna: Llena, iluminando el denso bosque con un brillo fantasmal/

El susurro del viento cortaba el silencio en las afueras de Berlín, donde un denso bosque envolvía la oscuridad en un abrazo sofocante. El cielo estrellado se alzaba imponente, pero la luz de la luna apenas penetraba las copas de los altos pinos. Todo parecía inmóvil, excepto por una figura vestida de traje, corriendo con una desesperación palpable./

El hombre, respirando con dificultad, miraba frenéticamente por encima de su hombro. Su traje, fino y caro, ahora estaba rasgado y cubierto de barro, producto de la frenética carrera entre las sombras. Su corazón latía con fuerza, cada golpe resonando en sus oídos, mientras sus pies intentaban mantenerse firmes en el terreno desigual. Sabía que algo lo seguía, algo que no podía ser humano./

De repente, su pie se torció en una raíz oculta. El hombre se tambaleó y cayó de bruces, rodando por una pequeña pendiente hasta que su espalda chocó violentamente contra un tronco. Gritó de dolor al sentir cómo las ramas secas perforaban su costado, dejándolo atravesado y expuesto. La desesperación lo invadió mientras intentaba liberarse, pero sus esfuerzos solo parecían empeorar la situación./

Un crujido detrás de él lo hizo congelarse. El hombre giró la cabeza lentamente, y allí, entre las sombras, vio una figura imponente emergiendo de la oscuridad. Un lycan gigante, de 2.5 metros de altura, avanzaba hacia él con paso seguro. Sus ojos brillaban con un tono dorado y sus colmillos relucían bajo la luz de la luna. El terror absoluto invadió al hombre mientras intentaba en vano soltarse del tronco./

El lycan se acercó lentamente, su respiración pesada resonando en la noche. Con un movimiento rápido y brutal, levantó una de sus enormes garras y, sin ningún esfuerzo, cortó la cabeza del hombre de un solo golpe, silenciando sus gritos en un instante./

La cabeza cayó rodando por el suelo, y el cuerpo del hombre quedó inmóvil, aún atrapado en las ramas. El lycan, cubierto de la sangre de su víctima, comenzó a transformarse, sus músculos retrocediendo, sus colmillos disminuyendo, y su imponente figura reduciéndose. Lo que antes era una bestia temible, ahora se revelaba como un hombre. Un hombre con el cabello negro desordenado, ojos intensos, y una sonrisa apenas perceptible en sus labios. Fénix Rogers estaba de pie en medio del bosque, su traje perfectamente intacto como si la transformación no hubiera ocurrido.

Fénix: (mirando al lector) "Ah, la noche en las afueras de Berlín. Nada como un poco de ejercicio nocturno, ¿no? Supongo que te preguntarás quién soy y qué diablos está pasando aquí."

Fénix se agachó, recogió la cabeza decapitada del hombre y la sostuvo frente a él, observándola con una mezcla de desprecio y satisfacción.

Fénix: (con una sonrisa irónica) "Este pobre tipo... Probablemente pensaba que podía escapar de mí. Pero déjame aclarar algo: no se puede escapar de un lycan. No cuando ese lycan es Fénix Rogers."

Arrojó la cabeza a un lado como si fuera un simple objeto desechable y se limpió las manos en su pantalón.

Fénix: "Ahora, antes de que empieces a juzgarme, déjame que me presente adecuadamente. Soy Fénix Rogers, pero algunos me llaman de muchas otras formas menos halagadoras. El más fuerte de mi especie, sí, lo has adivinado. Pero ser el más fuerte tiene su precio, un precio que he pagado demasiadas veces."