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Capítulo 15: Sospechas y Planes

Capítulo 15: Sospechas y Planes

En la sala de reuniones de Enid Corp, en el piso 42, el equipo de Fénix se encuentra reunido alrededor de una mesa amplia de cristal. La luz blanca y fría del techo ilumina la habitación, mientras Enid, Marcus, Vanessa y Lucian discuten sobre el itinerario de la semana. Enid, sentada en la cabecera de la mesa, revisa una lista de tareas mientras los otros discuten los detalles.

—Bien, —comienza Marcus, recostándose en su silla—, parece que tenemos una semana bastante llena. Patrullajes en el sector oeste, supervisión de los experimentos con los lycans jóvenes.

—No me digas que también tenemos que revisar el sistema de seguridad de nuevo, —se queja Lucian, revisando su propio listado—. La última vez, casi me quedo ciego con esos láseres.

Vanessa se ríe suavemente, jugando con un bolígrafo entre sus dedos.

—Bueno, la parte de los láseres es culpa tuya por no prestar atención a las advertencias, —comenta con una sonrisa, antes de volverse hacia Enid—. Enid, ¿algún cambio en la programación o algo que deberíamos saber antes de seguir?

Enid escucha a su equipo con atención, pero su mente está en otra parte. No puede evitar preocuparse por Fénix. Desde que Alucard se lo llevó, ha tenido una sensación persistente de inquietud. Alucard es poderoso y, en muchos aspectos, confiable, pero también es impredecible. La sola idea de dejar a Fénix bajo su tutela la hace sentir incómoda.

—¿Enid? —pregunta Marcus, notando que Enid está distraída—. ¿Todo bien?

—¿Eh? Ah, sí, claro, —responde Enid, volviendo su atención al grupo—. Todo bien. No, no hay cambios importantes. Solo asegúrense de seguir el protocolo al pie de la letra. No podemos permitirnos ningún error esta semana.

Vanessa inclina la cabeza ligeramente, observando la expresión de Enid.

—Enid, pareces preocupada. ¿Tiene algo que ver con Fénix?

Enid suspira, sabiendo que no puede esconder sus preocupaciones por mucho más tiempo.

—Sí, un poco. No me malinterpreten, confío en Alucard... en su capacidad, al menos. Pero es... complicado. —Enid se detiene un momento, como si intentara elegir las palabras correctas—. Alucard tiene un enfoque poco ortodoxo y, bueno, temo que lleve a Fénix a algún lugar donde no debería estar.

—¿Como un campo de entrenamiento brutal en las montañas? —sugiere Lucian, tratando de mantener la conversación ligera.

Enid sonríe ligeramente, pero en su mente, la preocupación persiste.

—Algo así, o... algo peor, —murmura, sin poder evitar imaginarse escenarios más extraños—. Conociendo a Alucard, podría llevar a Fénix a... un night club, por ejemplo. No me sorprendería si decide que la mejor manera de "entrenar" a Fénix es sumergirlo en ambientes llenos de tentaciones y distracciones. —La imagen mental de Fénix siendo arrastrado a un club nocturno por Alucard comienza a tomar forma en su mente, cada vez más vívida y surrealista.

En su imaginación, Enid ve a Alucard, riendo a carcajadas, mientras empuja a Fénix hacia la pista de baile, rodeado de luces de neón y música ensordecedora. Fénix, con una expresión de completa incredulidad, trata de alejarse, pero Alucard insiste, asegurándole que esto es "parte del entrenamiento". Vanessa y Lucian, quienes están en la mesa con ella, parecen no estar conscientes de las imágenes que se forman en la mente de Enid, pero notan que su expresión se vuelve más intensa.

—¿Enid? —pregunta Marcus, rompiendo el silencio—. ¿Qué estás pensando?

Enid parpadea, volviendo a la realidad, y se aclara la garganta.