Capítulo 8: La Prueba Final

2 1 0
                                    

Capítulo 8: La Prueba Final

El laboratorio estaba en silencio, interrumpido solo por el sonido ocasional del equipo médico. Enid observaba con atención mientras el Dr. Armitage se preparaba para administrar la primera inyección del suero de Uber Lycan. Fénix estaba sentado en una silla cómoda, pero su expresión mostraba una mezcla de nerviosismo y resignación.

—¿Listo para la primera dosis?— preguntó el Dr. Armitage, sosteniendo una jeringa llena de un líquido opaco con un brillo verdoso.

Fénix asintió, aunque sus ojos mostraban una leve aprensión.

—Sí, vamos a hacerlo— dijo Fénix, intentando mantener un tono firme. —No tengo todo el día.

El Dr. Armitage se acercó con la jeringa y la insertó cuidadosamente en el ojo derecho de Fénix. El líquido entró en su ojo con un leve escozor que rápidamente se convirtió en una sensación ardiente. Fénix cerró los ojos y se tensó, intentando no hacer un sonido. Sin embargo, un quejido bajo escapó de sus labios.

—¡Eso es más doloroso de lo que esperaba!— murmuró Fénix, mientras sentía el ardor en su ojo.

El Dr. Armitage retiró la jeringa con cuidado y se preparó para la siguiente inyección.

—Ahora pasaremos a la segunda— dijo el Dr. Armitage, administrando una inyección en el hombro de Fénix. El pinchazo fue agudo, pero no tan intenso como el primero. Fénix se obligó a mantener la calma.

—Solo queda una más— comentó el Dr. Armitage, mientras preparaba la última jeringa.

La tercera inyección fue administrada en la columna vertebral de Fénix. A medida que el líquido entraba en su cuerpo, una sensación de hormigueo recorrió su espalda. El dolor era más profundo y persistente, y Fénix sintió una presión creciente en su cuerpo.

Finalmente, el Dr. Armitage se apartó y observó a Fénix con atención.

—¿Cómo te sientes?— preguntó, con una expresión preocupada.

Fénix estaba a punto de responder cuando notó un leve goteo de sangre en su nariz. Intentó limpiársela con el dorso de la mano, pero se sintió mareado y la visión comenzó a desdibujarse.

—Estoy bie...— comenzó a decir, pero su voz se volvió inaudible. Antes de que pudiera terminar la frase, su cuerpo cedió y se desmayó, cayendo lentamente hacia el suelo.

Tiempo después...

Fénix despertó en una habitación acolchonada, parecida a las de los manicomios, con paredes cubiertas de material blando y sin ventanas visibles. La luz era tenue, y el lugar estaba impregnado de un olor a desinfectante.

De repente, una voz resonó a través de un megáfono, clara y firme. Era la voz de Enid, con un tono que denotaba una mezcla de profesionalismo y preocupación.

—Fénix, ¿me escuchas?— la voz se proyectó por el megáfono, resonando en la habitación acolchonada.

Fénix intentó moverse, pero sus músculos estaban entumecidos y su mente aún nublada. Con un esfuerzo, se sentó y miró a su alrededor, tratando de entender su nueva situación.

—¡Enid!— gritó Fénix, con una mezcla de frustración y cansancio. —¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué estoy aquí?

—Has sido trasladado a esta sala porque te estás preparando para una transformación— explicó Enid a través del megáfono. —El suero de Uber Lycan está en proceso de activar las características de un lycan, y en este estado podrías perder el control. No queremos que causes estragos, así que te hemos colocado aquí para tu seguridad y la nuestra.

code/fenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora