Capítulo 14: Rumbo a lo Desconocido

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Capítulo 14: Rumbo a lo Desconocido

Fénix y Alucard caminaban bajo la tenue luz de la mañana, en dirección al aeropuerto. El aire estaba cargado con la humedad del reciente rocío, y el silencio era solo roto por el sonido de sus pasos. Alucard, con su eterna sonrisa torcida, rompió el silencio primero.

Alucard: "¿Sabes, muchacho? Tokyo no es solo una ciudad. Es un campo de entrenamiento para lo que nos espera. Y créeme, lo que te enseñaré ahí no se aprende en ningún maldito libro."

Fénix miró de reojo a Alucard, no muy seguro de lo que le esperaba, pero con su usual sarcasmo listo para ser lanzado.

Fénix: "Genial, siempre quise ser una especie de turista de la muerte. ¿Qué hay en Tokyo, aparte de sushi y luces brillantes?"

Alucard: "Ah, mi joven aprendiz, Tokyo tiene más que ofrecer que simples luces de neón y pescado crudo. Pero no te preocupes, no te voy a hacer correr maratones o algo estúpido como eso. Es más... un viaje interno. Y para eso, hay un par de reglas que debes seguir."

Fénix arqueó una ceja, mostrando un leve interés por primera vez.

Fénix: "¿Reglas? Pensé que eras más del tipo 'haz lo que te dé la gana'."

Alucard: "Oh, lo soy. Pero ciertas reglas mantienen a los idiotas con vida. Primera regla: No toques nada sin mi permiso. Segunda regla: Si algo te parece extraño, probablemente lo sea, así que no te pongas a jugar al héroe. Y la tercera... bueno, la tercera es simple: no confíes en nadie que no sea yo."

Fénix: "Vaya, ¿te dejó así una mala experiencia en un karaoke en Tokyo?"

Alucard: "Nah, solo soy un hombre con experiencia. Y hablando de experiencias, ¿quieres saber algo de mi vida privada? Pues, antes de que te entrenen para ser el lycan más fuerte, solía ser un tipo sencillo. Hacía mis cosas, un poco de caza aquí, un poco de... bueno, lo que sea por diversión. Pero los tiempos cambian, y ahora estoy aquí, lidiando contigo."

Fénix: "Qué honor. Siempre quise ser la mayor molestia de un tipo inmortal."

Alucard rió, una risa profunda y resonante que hizo eco en la calle vacía.

Alucard: "Lo estás logrando, muchacho, lo estás logrando."

Ambos siguieron caminando, el aeropuerto ya visible a la distancia.

Enid estaba de pie junto a la gran mesa de reuniones en el piso 42 de Enid Corp, un lugar que imponía respeto por su diseño elegante y su vista panorámica de la ciudad. Frente a ella, Marcus, Lucian y Vannesa esperaban en silencio, cada uno con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Enid, con su habitual porte firme, comenzó a hablar.

Enid: "Bien, chicos. Tenemos algunas novedades que compartir. Como sabrán, Fénix estará fuera durante un par de meses. Es un tiempo de entrenamiento que debe aprovechar."

Lucian, siempre con su humor listo, alzó una ceja y se inclinó un poco hacia adelante.

Lucian: "¿Entrenamiento? ¿Fénix? Pensé que ya era la máquina perfecta de destrucción..."

Enid: "Lo es, pero incluso las máquinas perfectas necesitan ajustes de vez en cuando. Eso nos lleva al siguiente punto. Dado que Fénix no estará presente, necesitamos reestructurar el liderazgo del equipo."

Marcus observaba atentamente, sabiendo lo que venía, pero dejando que Enid liderara la conversación. Enid continuó.

Enid: "Anteriormente, el líder del equipo era Fénix. Sin embargo, con su ausencia, Marcus tomará su lugar como líder del equipo durante este tiempo."

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