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Capítulo 33: El Fugitivo Part-4

Capítulo 33: El Fugitivo Part-4

Fénix, oculto entre los árboles junto a Marcus y Tharos, levantó sus binoculares para observar la mansión. La casa de campo de Alexander Harlow, un ex político retirado, tenía un aire sombrío bajo la luz de la luna. Sin embargo, lo que realmente capturó la atención de Fénix fue lo que vio a través de una de las ventanas.

Alexander Harlow no estaba leyendo un libro ni disfrutando de un tranquilo retiro como cabría esperar de alguien de su posición. En cambio, el hombre estaba en medio de un ritual extraño, rodeado de artefactos oscuros y símbolos que parecían sacados de un grimorio antiguo. En la sala, había velas encendidas en un círculo perfecto, y Harlow estaba recitando lo que parecían ser cánticos en un idioma antiguo. El aire parecía vibrar con energía, y Fénix sintió un escalofrío recorrerle la columna.

Fénix: (bajando los binoculares) "Esto no es lo que esperaba encontrar en la casa de un ex político retirado. Parece que Harlow tiene algunos secretos... bastante oscuros."

Marcus: (mirando de reojo a Fénix) "¿Qué está haciendo exactamente?"

Fénix: (con voz baja y seria) "Está realizando algún tipo de ritual. Algo que no tiene nada que ver con la política, eso es seguro. Debemos actuar rápido antes de que complete lo que sea que esté intentando hacer."

Tharos: (sonriendo con una expresión de satisfacción) "Tengo un plan. Marcus y tú tocarán la puerta y distraerán a la mujer de limpieza, la mantendrán ocupada. Mientras tanto, yo me infiltraré por otro lado de la casa y me encargaré de Harlow. Simple y efectivo."

Marcus: (asintiendo) "Suena bien. Lo mantendremos ocupado."

Fénix: (mirando a Tharos) "De acuerdo, pero recuerda, queremos a Harlow muerto, no un desastre que llame la atención de todo el país."

Tharos: (con una sonrisa confiada) "No te preocupes, Fénix. Sé exactamente lo que estoy haciendo. Ustedes solo mantengan a esa mujer entretenida."

El plan estaba en marcha. Fénix y Marcus se dirigieron hacia la puerta principal, mientras Tharos desaparecía en la oscuridad, rodeando la mansión en busca de un punto débil en la seguridad. Fénix y Marcus llegaron a la puerta y, después de un intercambio de miradas, Marcus tocó el timbre.

Unos momentos después, la puerta se abrió, revelando a una mujer de mediana edad con un uniforme de limpieza. Tenía una expresión cansada, claramente poco interesada en recibir visitas a esa hora de la noche.

Mujer de limpieza: (con voz áspera) "¿Sí? ¿Qué desean a esta hora?"

Marcus: (con una sonrisa forzada) "Buenas noches, señora. Mi amigo y yo estamos aquí para compartir un mensaje muy importante con usted."

Fénix: (en tono serio) "Sí, es un mensaje de Cristo Rey. ¿Tiene un minuto para escuchar la palabra del Señor?"

La mujer los miró con incredulidad, claramente confundida por la situación.

Mujer de limpieza: (cruzando los brazos) "¿Cristo Rey? ¿Están bromeando? Es medianoche y no estoy interesada en religión."

Marcus: (dando un paso adelante) "Entendemos que pueda estar cansada, señora, pero le aseguro que este es un mensaje que no querrá ignorar. Después de todo, las puertas del cielo están siempre abiertas para los que escuchan su llamado."

Fénix: (añadiendo un toque dramático) "Exactamente. Y, quién sabe, tal vez esta noche sea el momento perfecto para recibir la salvación. Después de todo, no sabemos cuándo puede llegar nuestro último día, ¿verdad?"