Capítulo 48: Llamada Urgente

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Capítulo 48: Llamada Urgente

Parque en Berlín

El sol de la tarde se filtra a través de los árboles, creando un patrón de luz y sombra en una banca de parque en Berlín. Fénix, con su aspecto rejuvenecido y su actitud relajada, descansa plácidamente en la banca. Está acostado, con la cara hacia el cielo, disfrutando del cálido abrazo del sol. Su rostro, relajado y tranquilo, refleja la paz que ha encontrado tras sus recientes batallas.

De repente, su teléfono comienza a sonar. Fénix se estira y toma el dispositivo, viendo el nombre de Enid en la pantalla. Responde con un tono relajado, sin aún moverse demasiado.

Fénix: (Despertando) Enid, ¿qué pasa? Estoy tratando de disfrutar de un poco de sol aquí.

Enid: (Con tono urgente) Fénix, lo siento por interrumpir tu descanso, pero necesitamos que te pongas en movimiento. El presidente de la Casa Blanca nos ha contactado. Hay un problema serio relacionado con Tharos y sus planes.

Fénix: (Levantando una ceja) ¿El presidente de la Casa Blanca? ¿Cómo demonios llegó todo esto a sus oídos?

Enid: (Explicativa) Aparentemente, Tharos ha estado moviendo piezas en alto perfil. Los detalles llegaron a través de canales de inteligencia internacional. Las preocupaciones de seguridad han llegado hasta el nivel presidencial. El presidente quiere que te ocupes de la situación antes de que se descontrole aún más.

Fénix: (Mirando alrededor, poniendo una expresión pensativa) Entiendo. Bueno, parece que no tengo mucho tiempo para disfrutar de este sol después de todo. Estaré allí en cinco minutos.

Enid: (Con tono de advertencia) Bien. Asegúrate de estar preparado. La situación es crítica y requiere nuestra atención inmediata.

Fénix: (Con tono sarcástico) Siempre es algo emocionante. Nos vemos pronto, Enid.

Fénix cuelga el teléfono y se levanta de la banca. Mientras se estira, un perro grande y amistoso se aproxima, olfateando a Fénix antes de sentarse al lado de la banca. El perro mira a Fénix con curiosidad y calma.

Fénix: (Sonriendo y acariciando al perro) Hola, amigo. ¿Qué tal el día?

El perro mueve la cola lentamente, disfrutando de la atención. Fénix se siente extrañamente en paz con la compañía del perro y se permite un momento de reflexión.

Fénix: (Hablando con tono contemplativo) A veces, me gustaría ser un perro como tú. Sin preocupaciones, sin planes, sin las complicaciones de la vida. Solo tú, tu amo o ama, y seguir órdenes sin cuestionar nada.

El perro, sin entender completamente, sigue mirando a Fénix con ojos atentos y leales. Fénix se ríe suavemente y se pone de pie, dándole una última caricia al perro antes de irse.

Fénix: (Mientras se aleja) Bueno, amigo, me temo que tengo que irme a lidiar con otro día de caos. Espero que sigas disfrutando de este sol.

Fénix se aleja con una expresión decidida, dejando al perro en la banca. El contraste entre su momento de tranquilidad y la inminente tarea que le espera destaca la dualidad de su vida: un ser que busca paz en medio de un torbellino de caos.

 Fénix llegando a la sede de Enid Corp, un imponente edificio de cristal y acero en el corazón de Berlín. Al entrar, Enid lo está esperando en el vestíbulo principal, luciendo un traje de negocios elegante pero práctico. Ella lo saluda con una sonrisa profesional y le informa de la situación.

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