Capítulo 79: Revelaciones Silenciosas
La habitación estaba sumida en la penumbra de la madrugada, con el suave murmullo de la lluvia resonando contra las ventanas. Enid yacía recostada en la cama, cubierta con las mantas, mientras Fénix, todavía adormilado, se levantaba con dificultad. Su brazo roto le recordaba constantemente el costo de sus enfrentamientos, un recordatorio doloroso de su fragilidad.
Con paso lento, se dirigió al baño. Al mirarse en el espejo, el agua fría le ayudó a despejar la mente, pero el dolor en su brazo fue lo único que logró apoderarse de sus pensamientos. A pesar de todo, había una sensación de inquietud en el aire, una tensión que no podía identificar.
Mientras Fénix se lavaba la cara, el eco de la voz de Enid lo alcanzó desde la cama. "¿Fénix, puedes hacerme un favor y no te olvides de descansar? No quiero que te esfuerces más de lo necesario."
Fénix se secó la cara y la miró a través del espejo, notando la forma en que se había acurrucado en las mantas. Hubo un instante de silenciosa conexión entre ellos, pero la realidad de su situación le impidió profundizar en sus sentimientos.
"Claro, solo estoy tratando de recuperarme," respondió, tratando de sonar despreocupado. "No te preocupes, estoy bien." Sin embargo, una parte de él sabía que esa no era la verdad.
Desde su posición, Enid pareció girarse ligeramente, una expresión de nerviosismo cruzando su rostro. "Sabes, Fénix, hay cosas que no se pueden controlar... a veces las situaciones cambian de maneras inesperadas." Su voz tenía un tono casi soñador, como si estuviera reflexionando sobre algo más profundo, algo que aún no estaba listo para compartir.
Fénix, absorto en sus propios pensamientos y el dolor que le atravesaba el brazo, no captó la insinuación. "Solo necesito un par de días más y estaré al 100%. No hay nada que temer."
Mientras él hablaba, Enid se mordió el labio, una mezcla de emoción y preocupación brillando en sus ojos, aunque se quedó en silencio. Había una verdad oculta entre ellos, un cambio inminente que Fénix no podía ver. Sin embargo, Enid sabía que el momento de revelarlo no era ahora.
"Está bien," dijo finalmente Enid, intentando mantener la voz serena. "Solo cuídate, por favor."
Fénix asintió, sintiendo una punzada de cariño por ella, sin entender completamente el significado detrás de sus palabras.
Fénix regresó a la cama, sintiendo el suave calor de las mantas envolviéndolo. Se acurrucó al lado de Enid, quien ya había cambiado su posición, apoyando la cabeza sobre una de las almohadas. A pesar de la incomodidad de su brazo roto, el contacto con ella le brindó un consuelo que anhelaba en ese momento. Enid lo miró con una ternura casi maternal, tratando de aligerar la atmósfera con un comentario juguetón.
"Eres como un cachorro herido, siempre dispuesto a seguir, pero a veces necesitas un poco de mimos," dijo Enid, sonriendo. Su voz era suave, como un susurro en la penumbra de la habitación.
Fénix dejó escapar una pequeña risa, aunque el dolor lo mantenía al borde de la incomodidad. "Quizás solo necesite un buen descanso, eso es todo," respondió, pero en su interior sabía que había más en juego.
Enid, sintiéndose más atrevida, se inclinó hacia él. Su aliento cálido acarició su piel, y Fénix sintió una extraña mezcla de emoción y inquietud. Poco a poco, su rostro se acercó al cuello de Fénix, el espacio entre ellos se volvió electrizante. Lo que comenzó como un beso suave en su piel, rápidamente se transformó en un roce más intenso. Enid mordió suavemente su cuello, y la sensación hizo que una oleada de energía recorriera el cuerpo de Fénix.
Con el contacto, algo extraordinario ocurrió. La sangre de Fénix, al ser tocada por los colmillos de Enid, no solo fluyó, sino que abrió un portal hacia sus recuerdos. Enid, atrapada en un torbellino de visiones, vio fragmentos de la vida de Fénix: sus batallas, sus pérdidas, los momentos de alegría y dolor que lo habían moldeado.
Era un abismo que reflejaba no solo sus experiencias, sino su esencia misma. El pensamiento la atravesó: el abismo le devolvió la mirada. Enid sintió una conexión profunda y peligrosa, y sus ojos se dilataron ante la intensidad de lo que veía. Cada recuerdo se deslizaba ante ella como sombras danzantes, revelando los secretos más oscuros y brillantes del hombre que yacía a su lado.
Sin embargo, Fénix, atrapado en el momento, no se inmutó. Era como si estuviera a la vez presente y ausente, sintiendo el roce de Enid y la conexión que se formaba, pero sin comprender del todo la magnitud de lo que estaba sucediendo. Para él, era solo otra noche en la que la realidad se desdibujaba con la intimidad que compartía con Enid.
El silencio que los rodeaba se volvió pesado, y mientras Enid absorbía los recuerdos de Fénix, él permaneció ahí, ajeno a la profundidad de su conexión, perdido en la paz momentánea que brindaba su cercanía.
Enid abrazó la cabeza de Fénix con ternura, sintiendo la calidez de su piel mientras él permanecía en su estado de trance. La habitación estaba en silencio, apenas iluminada por la luz tenue que se filtraba a través de las cortinas.
Enid: "Lo siento, Fénix... por lo que está por venir." Su voz era suave, pero cargada de un peso que resonaba en el aire. "Sé que esto no es fácil, pero es algo inevitable."
Fénix, aún en la nebulosa de sus recuerdos y sentimientos, no pudo responder. Sus pensamientos eran un caos de imágenes y emociones, pero en el fondo, sentía la verdad de sus palabras.
Enid: "Prometo que haré lo que pueda... para que no sea tan doloroso." Su abrazo se apretó un poco más, como si quisiera protegerlo de lo que vendría.
Fénix, aunque inmóvil, parecía captar la gravedad del momento. Sin embargo, no había palabras que pudieran romper el hechizo en el que estaba atrapado. Solo un leve susurro salió de sus labios, casi imperceptible.
Fénix: "¿Inevitable...?"
Enid: "Sí... Inevitable," respondió, con un matiz de tristeza en su voz. La certeza de que el futuro que temían era inevitable flotaba en el aire entre ellos.
La atmósfera se tornó densa, y el tiempo pareció detenerse, dejándolos a ambos sumidos en la incertidumbre de lo que estaba por suceder.
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code/fenix
Werewolffenix un lycan de un ejercito lycan que fue destruido hace unos cuantos años es reclutado por una organizacion para que sirva en el frente de batalla