Capítulo 25: El Camino Hacia lo Desconocido
El vehículo avanza por un camino oscuro y estrecho, los faros iluminan la densa vegetación a ambos lados. La luna, apenas visible entre las nubes, arroja una luz tenue sobre el paisaje, mientras el sonido del motor retumba en el silencio de la noche africana. Alucard y Fénix permanecen en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos, hasta que Alucard decide romper el mutismo.
Alucard (mirando hacia el frente, con una leve sonrisa en los labios): "Sé exactamente dónde está el lugar donde mi viejo amigo descansa. Es un templo subterráneo, escondido del mundo durante siglos. Un lugar olvidado por el tiempo, pero no por aquellos que conocen su poder."
Fénix (girando la cabeza para mirarlo): "¿Un templo subterráneo? Suena a algo sacado de una vieja película de terror."
Alucard (riendo suavemente): "Podrías decirlo así. Es un lugar de antigüedad y misterio, donde las sombras se mezclan con las leyendas. Pero no es una simple caverna en la tierra. Es un santuario construido por aquellos que entendían que ciertos poderes no deben ser perturbados."
Fénix (arqueando una ceja): "Y aún así, aquí estamos, listos para perturbarlo."
Alucard (encogiéndose de hombros): "Algunas cosas deben ser perturbadas, Fénix. Pero no te preocupes, este viejo amigo es más que capaz de manejarlo."
El vehículo sigue avanzando, hasta que la carretera se convierte en un estrecho sendero de tierra que apenas parece transitado. La vegetación se vuelve más densa, y finalmente, el camino termina abruptamente frente a una vieja estructura industrial, oxidada y abandonada.
Fénix (mirando a su alrededor con desconfianza): "¿Este es el lugar? Parece más un vertedero que un templo."
Alucard (con una sonrisa enigmática): "No te dejes engañar por las apariencias, Fénix. El templo está más allá de lo que puedes ver con tus ojos. Hay dos formas de acceder a él. Una es a través de la superficie, desde un bosque cercano. Pero hay otra entrada, menos convencional, que pasa por estas viejas cañerías. Una ruta que, en mi opinión, es mucho más interesante."
Fénix (cruzando los brazos, dudando): "¿Cañerías? ¿Quieres que nos arrastremos por el lodo y la mugre para llegar allí? Suena bastante desagradable."
Alucard (con una risa seca): "Desagradable, tal vez. Pero mucho más divertido. Y además, evita la mayoría de las trampas en la superficie. Confía en mí, Fénix, este camino tiene su encanto."
Fénix (resoplando): "De alguna manera, sabía que dirías algo así. Pero supongo que no tenemos mucho que perder."
Alucard sale del vehículo, seguido de Fénix. Ambos se acercan a una abertura en la estructura, donde las cañerías emergen de la tierra como venas expuestas. El metal está oxidado, y el aire alrededor huele a humedad y decadencia. Alucard se agacha, inspeccionando la entrada, y luego mira a Fénix con una sonrisa que mezcla desafío y malicia.
Alucard: "Este es el punto de entrada. Desde aquí, solo hay un camino: hacia abajo. Pero te advierto, el aire se volverá más pesado a medida que avancemos. Estas cañerías no han visto a nadie en siglos."
Fénix (suspirando mientras se prepara mentalmente): "No es como si tuviera otra opción, ¿verdad? Está bien, vamos. Cuanto antes empecemos, antes acabaremos."
Alucard asiente y, sin perder tiempo, se desliza por la apertura de la cañería, moviéndose con una agilidad que contrasta con el aspecto envejecido de su entorno. Fénix lo sigue, adentrándose en la oscuridad, sus pasos resonando en el metal oxidado mientras avanzan por el túnel.
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code/fenix
Werwolffenix un lycan de un ejercito lycan que fue destruido hace unos cuantos años es reclutado por una organizacion para que sirva en el frente de batalla