Capítulo 116: El Caos Despierta
El aire de Nueva York se volvió denso en cuestión de segundos. Las pantallas de teléfonos seguían parpadeando con el mensaje del Crisol del Caos, y las bocinas de los altavoces aún resonaban como un decreto ineludible. A su alrededor, las calles se desmoronaban en un mar de pánico. Los autos chocaban entre sí, la gente gritaba, empujándose en busca de un refugio inexistente. Fénix, Marcus y Hércules se quedaron congelados en medio del caos creciente.
—¿Qué... qué demonios es esto? —masculló Marcus, mirando incrédulo los altavoces que continuaban con el eco del mensaje.
—Esto no tiene sentido —agregó Hércules, frunciendo el ceño mientras escaneaba el entorno. La multitud se dispersaba, algunos saqueaban tiendas y otros se arrojaban hacia las salidas cerradas. El caos era inminente.
Fénix permanecía inmóvil. El frío viento de diciembre soplaba a su alrededor, pero él no lo sentía. Algo en el mensaje, en el frenesí de la gente corriendo por sus vidas, lo arrasó como un vendaval invisible. Su mente fue arrastrada de vuelta a un lugar que había jurado olvidar.
Explosiones. Gritos.
Los edificios colapsando como castillos de arena bajo un cielo en llamas. En Berlín, el horror había sido absoluto. Cada esquina escondía una trampa mortal, y cada paso podía ser el último. Fénix recordaba las noches sin fin en que la muerte acechaba en cada sombra, y los ojos desesperados de los civiles que se aferraban a lo poco que quedaba de sus almas.El sonido de los altavoces en Nueva York era idéntico al de los comunicados militares en Berlín. Los gritos en las calles eran los mismos que había oído al ver cómo la gente huía de los vampiros, como si escapar fuera siquiera una opción. El mundo se había convertido en un círculo vicioso de desesperación, y ahora ese infierno había regresado.
Fénix sintió que sus pulmones se apretaban. El aire se le escapaba. Su cuerpo temblaba.
—No... no otra vez —murmuró, en un susurro apenas audible. La visión a su alrededor se distorsionaba. Era como si Berlín hubiese renacido en Nueva York, cada escena del pasado encajando con el presente en una pesadilla perfecta.
—¡Fénix! ¡Hey, Fénix! —gritó Marcus, sacudiéndolo por los hombros al ver su expresión perdida. Los ojos de Fénix estaban desorbitados, llenos de terror contenido.
Hércules, dándose cuenta de lo que pasaba, se inclinó hacia Marcus.
—¿Qué diablos le pasa?—Está en shock... no es la primera vez que lo veo así —respondió Marcus, sus ojos llenos de preocupación. Sabía lo que ocurría en la mente de su amigo.
Fénix jadeaba, incapaz de calmar su respiración. Los sonidos del presente se mezclaban con los del pasado, y su cuerpo se negaba a responder. Sentía las manos cubiertas de sangre, escuchaba los pasos de soldados, y veía los rostros de aquellos que no pudo salvar en Berlín.
—No estás allí, no estás allí... —se repetía a sí mismo, pero las palabras no le devolvían la calma.
Marcus lo agarró más fuerte.
—¡Fénix, maldita sea, respira! No estás en Berlín. Estás aquí. Estás conmigo.—No podemos detenernos aquí —intervino Hércules, mirando con urgencia a los alrededores—. Tenemos que movernos antes de que esto se ponga peor.
De alguna forma, la voz de Marcus logró romper la niebla en la mente de Fénix. Su respiración comenzó a estabilizarse, aunque el peso del pasado seguía anclado en su pecho como una piedra. Cerró los ojos y apretó los puños, intentando calmar el temblor en sus manos.
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code/fenix
Werewolffenix un lycan de un ejercito lycan que fue destruido hace unos cuantos años es reclutado por una organizacion para que sirva en el frente de batalla