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Capítulo 36: El Fugitivo Part-7

 Capítulo 36: El Fugitivo Part-7

Apenas el vehiculo de Fénix, Tharos y Marcus avanzo, la sensación de náuseas se apoderó de Fénix con una intensidad abrasadora. Intentó mantener el control, pero el dolor punzante en su cabeza se intensificaba con cada segundo.

Fénix: (apretando los dientes) "Chicos, esperen un momento. Necesito... necesito un segundo."

Sin dar más explicaciones, Fénix se dirigió rápidamente hacia un callejón oscuro, sus pasos tambaleándose ligeramente. Marcus y Tharos se miraron entre ellos, sorprendidos, pero decidieron no seguirlo. Fénix se apoyó contra la fría pared de ladrillo y comenzó a vomitar violentamente, una mezcla de bilis y sangre saliendo de su boca. El dolor en su cabeza era insoportable, pero él solo gruñó y siguió escupiendo sangre.

Entonces, una figura etérea apareció a su lado. Gelido surgió de las sombras, como si siempre hubiera estado allí, con una expresión serena e inexpresiva en su rostro translúcido.

Gelido: "¿Qué te pasa, Fénix? Pareces más frágil de lo habitual. Es casi como si tuvieras... un límite."

Fénix: (mientras tose sangre) "No empieces, Gelido. No estoy de humor para tus juegos."

Gelido se acercó, inclinándose sobre Fénix con una calma inquietante.

Gelido: "Una verdadera lástima, ¿sabes? Nunca llegaste a follarte a Enid. Hubiera sido interesante ver cómo te las arreglas en algo más que una pelea callejera."

Fénix se detuvo un segundo, su cara una mezcla de dolor y exasperación. Se limpió la boca con el dorso de la mano, dejando una mancha roja en su guante.

Fénix: (con sarcasmo) "¿Es en serio, Gelido? ¿Vas a mencionarlo ahora? En medio de... esto."

Gelido: (sonriendo suavemente) "Lo que sea para distraerte del cáncer que te está comiendo vivo. A veces, las distracciones ayudan, Fénix."

Fénix: "Tú y tus malditos comentarios. Me pregunto quién diablos eres realmente, y por qué siempre apareces en mis peores momentos."

Gelido se encogió de hombros, como si fuera un simple espectador en un drama que disfrutaba.

Gelido: "Quizás soy solo una manifestación de tu subconsciente, o tal vez un observador que ha visto demasiado. Pero dime, ¿qué vas a hacer cuando ya no puedas ignorar lo que te está matando?"

Fénix escupió más sangre, sus ojos inyectados de furia y determinación.

Fénix: "Seguir adelante. Como siempre. No tengo tiempo para preocuparme por eso."

Gelido: "Es divertido cómo siempre encuentras una forma de seguir luchando. Aunque, la lucha siempre tiene un final, Fénix."

De repente, Gelido desapareció, su figura evaporándose en el aire frío del callejón. Fénix se giró rápidamente, pero ya no estaba. Se quedó quieto por un momento, respirando con dificultad, antes de limpiarse la sangre de la boca nuevamente y volver a componerse. Su rostro recuperó la misma expresión dura de siempre, como si nada hubiera pasado.

Caminó de regreso hacia el helipuerto, encontrando a Tharos y Marcus esperándolo con impaciencia.

Tharos: "¿Todo bien, Fénix? Te ves como si hubieras visto un fantasma."

Fénix: (con una sonrisa forzada) "Nah, solo necesitaba aclarar la cabeza... literalmente."

Marcus: "Vamos, no perdamos más tiempo. Eleanor Blackwood no se va a esperar para siempre."