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Yoongi no respondió de inmediato, sus ojos oscuros escrutaban cada centímetro del rostro de Jimin, buscando algo detrás de esa arrogancia segura de sí misma. Había una lucha interna en su expresión, un tira y afloja entre el deseo de mantener su integridad y la atracción innegable que sentía hacia el joven multimillonario. La tensión en la sala era palpable, como si en cualquier momento la cuerda invisible que los conectaba pudiera romperse, liberando todo lo que contenía.

Finalmente, Yoongi exhaló, un suspiro largo y contenido, como si estuviera liberando una parte de la tensión que lo atenazaba. Dio un pequeño paso hacia atrás, creando un poco más de distancia entre ellos, pero sus ojos no dejaron de taladrar a los de Jimin. La intensidad de su mirada era casi desafiante, como si le estuviera dejando claro que no iba a ser fácilmente conquistado, no sin una batalla.

—Sabes que estás jugando con fuego, ¿Verdad? —dijo Yoongi, su voz baja, pero firme, una advertencia escondida detrás de la pregunta.

Jimin sonrió de medio lado, sin mostrar ni una pizca de intimidación. Si algo había aprendido en su vida llena de privilegios y poder, era que no había juego que no pudiera ganar si lo deseaba lo suficiente.

—Siempre lo hago. —respondió Jimin, su tono despreocupado, pero con un brillo en sus ojos que dejaba claro que no iba a retroceder. —La diferencia es que esta vez, el fuego es lo único que quiero.

Yoongi mantuvo su mirada fija en Jimin, como si estuviera considerando sus palabras, sopesando las consecuencias de lo que estaba a punto de suceder. No era ajeno a los caprichos de los ricos, ni a las complicaciones que traían consigo. Pero había algo en Jimin, algo que lo atraía de una manera que no podía ignorar, por mucho que su lógica le gritara que se alejara.

—Entonces, supongo que tendremos que ver quién se quema primero. —murmuró Yoongi, finalmente cediendo a la atracción, aunque con una sombra de advertencia en su tono.

La sonrisa de Jimin se ensanchó, triunfante y decidida. Sabía que Yoongi no iba a ser fácil, pero eso solo hacía que la caza fuera aún más emocionante. Y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para asegurarse de que, al final, sería Yoongi quien se rindiera primero, atrapado en el fuego que ambos estaban encendiendo.

—Mañana es la cena. —cambio de tema. —así que descansa, ya que tendremos el día muy ajetreado.

Money [YM][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora