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Ambos se dirigieron a una habitación cercana, alejándose del ruido y la tensión que aún impregnaba el aire de la fiesta. La puerta se cerró tras ellos con un suave clic, y el mundo exterior se desvaneció, dejándolos en su propio universo de pasión y deseo.

Jimin se dejó caer en la cama, sintiendo el suave acolchado contra su espalda mientras Yoongi se posicionaba sobre él, sus cuerpos casi en contacto pero aún separados por la tela de la ropa. Se miraron a los ojos, la intensidad del momento palpable, y todo lo que había sucedido esa noche pareció desvanecerse en el aire. Era solo ellos dos, y el resto del mundo no importaba.

Tras un instante que pareció durar una eternidad, se acercaron, sus labios encontrándose en un beso que comenzó suave y titubeante, como si exploraran el territorio desconocido de su conexión. Sin embargo, rápidamente la dulzura se transformó en una necesidad desesperada, una búsqueda por sentirse más cerca, más completos.

Con manos temblorosas, comenzaron a quitarse la ropa, cada prenda que caía al suelo era un símbolo de la barrera que se desvanecía entre ellos. Jimin dejó escapar un suspiro entrecortado cuando las manos de Yoongi acariciaron su piel, deslizándose lentamente por su torso. La tensión acumulada se transformó en algo más físico, cada roce, cada beso era un recordatorio de lo que habían decidido dejar atrás.

Cuando finalmente sus labios se encontraron de nuevo, la temperatura en la habitación se elevó. Jimin sentía que su corazón latía con fuerza, y el mundo exterior ya no existía. Todo lo que había ocurrido en la fiesta, la traición, la venganza, se desvanecía en ese instante. Solo quedaban ellos, atrapados en un juego que solo ellos podían jugar.

—Esto es lo que realmente quiero. —murmuró Jimin entre besos, sus ojos brillando con una mezcla de deseo y complicidad.

Yoongi sonrió, su aliento entrecortado mezclándose con el de Jimin.

—Y yo también. —respondió, antes de sumergirse nuevamente en la calidez de sus labios, dejando que el momento se extendiera, sin preocuparse por lo que vendría después.

En esa habitación, en esa cama, encontraron un refugio, un escape donde podían ser ellos mismos, lejos de las sombras que habían creado y del caos que había marcado sus vidas. La noche era joven, y su historia apenas comenzaba a escribirse, con cada beso y cada susurro, mientras el mundo afuera se sumía en la confusión que ellos mismos habían causado.

Money [YM][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora