Money [YM][✓]

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Jimin se acercó un poco más a la mujer, su postura erguida y su mirada fija, transmitiendo una determinación fría. El humo del cigarro se disipaba lentamente, creando una atmósfera cargada de tensión.

—Goza la decepción, porque no voy a seguir tus reglas. —dijo Jimin con una firmeza que dejaba claro que no había lugar para negociaciones. —Lo que planeas hacer, sea lo que sea, es mejor que no lo lleves a cabo, porque si intentas cruzar esa línea, te aseguro que puedo destruirte fácilmente.

La mujer, que hasta ahora había tratado de mantener una fachada de control, sintió una punzada de inquietud ante la amenaza directa de Jimin. Su expresión se tornó más tensa, pero intentó mantener su actitud desafiante.

—¿Crees que puedes intimidarme? —preguntó, aunque su voz revelaba una chispa de incertidumbre. —No sabes con quién te estás metiendo.

—No necesito intimidarte para que entiendas. —Jimin soltó una risa seca, casi despectiva. —Solo necesitas saber que no me importa quién eres, ni cuál es tu posición. —Su voz se volvió más cortante. —Si eres tan tonta como para intentar manipularme, prepárate para enfrentar las consecuencias y no me importará si eres mi madre o cualquier otra persona.

La mención de que la mujer podría ser su madre trajo un giro inesperado a la conversación. La mujer, al escuchar esas palabras, experimentó un estremecimiento involuntario. Jimin no se andaba con rodeos y su actitud desafiante estaba claramente diseñada para desestabilizarla.

—No te equivoques, Jimin. —dijo la mujer, tratando de recuperar el control, su voz apenas temblando. —No estoy aquí para jugar contigo, solo estoy haciendo lo que considero necesario para asegurarme de que todo salga como lo he planeado.

—Entonces, sigue adelante con tus planes. —Jimin, con una expresión que mezclaba desafío y desdén, dio un último vistazo a la mujer. — Pero recuerda, cualquier intento de cruzar la línea tendrá consecuencias y créeme, no voy a ser el único que esté dispuesto a defender lo que es importante para mí.

Con esas palabras, Jimin se dio la vuelta, regresando a su sillón con una actitud de indiferencia calculada. La mujer, perturbada por la firmeza y la amenaza implícita en las palabras de Jimin, sintió que el control de la situación se le estaba escapando de las manos. Sin embargo, sabía que no podía dar marcha atrás, aunque el desafío planteado por Jimin la había puesto en una posición más vulnerable de lo que esperaba.