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El ensayo para el baile de la boda estaba en práctica, Jimin suspiro agotado por el ensayo, tenían un breve descanso por lo cual Jimin había decidido fumar un poco. La noche estaba en su punto más oscuro, apenas rota por las luces tenues que parpadeaban en el edificio privado. Las paredes vibraban con el bajo de la música, y el aire estaba cargado de estrés y un poco de caos Jimin estaba inmerso en ese caos, pero de alguna manera, todo parecía girar únicamente alrededor de él.

Jimin cerró los ojos por un momento, dejándose llevar por el ritmo de la suave música, pero sabía que no podía escapar de esa atracción. Era como si el mundo fuera solo un escenario y ellos los únicos actores en ella fueran Yoongi y él/, jugando un juego peligroso del que ninguno de los dos quería salir. De repente, sintió a Yoongi detrás de él. No lo había oído acercarse, pero podía reconocer su presencia en cualquier lugar. Yoongi no dijo nada, solo colocó una mano en su cintura, tirando de él suavemente hacia su cuerpo. Jimin dejó escapar un suspiro, apenas audible, mientras su espalda tocaba el pecho de Yoongi. El calor entre ellos creció de inmediato, esa electricidad que siempre estaba ahí, pero ahora se sentía amplificada por la música, las luces y el momento.

—Ya debemos volver al ensayo. —le dijo con su voz ronca.

—Claro. —dijo Jimin mientras apagaba el cigarrillo.

Jimin giró la cabeza, encontrando los ojos oscuros de Yoongi a pocos centímetros de los suyos; su respiración era superficial, el aire se sentía denso, cargado de algo más que solo la música. Era una sensación que solo Yoongi podía provocarle, esa mezcla de deseo y desafío. Siempre era así con él, la calma antes de la tormenta, Yoongi no apartaba la mirada, como si estuviera esperando una señal de Jimin, una pequeña rendición. Jimin no solía ceder fácilmente, pero esa noche se sentía diferente; quizá era el ambiente, o quizá simplemente era Yoongi, lo que fuera, ya no importaba.

Ambos volvieron al ensayo mientras bailaban de manera lenta la canción matrimonial, el aire entre ellos se volvió más pesado, cargado de electricidad. Yoongi se detuvo justo detrás de él, tan cerca que Jimin podía sentir su aliento en la nuca, su piel se erizó, su cuerpo respondiendo automáticamente a la cercanía de Yoongi.

—¿Qué estamos haciendo? —susurró Jimin, su voz apenas audible, como si el simple acto de hablar pudiera romper el hechizo que flotaba entre ellos.

Yoongi no respondió de inmediato, en lugar de eso, deslizó sus manos lentamente por la cintura de Jimin, acercándose más hacia él. El contacto era suave, casi delicado, pero detrás de cada toque había una promesa de algo mucho más profundo.

—Bailando nuestra canción matrimonial. —murmuró Yoongi finalmente, su voz ronca y baja, como si esas dos palabras fueran suficientes para explicar todo lo que estaba pasando entre ellos.

Money [YM][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora