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Jimin sabía que ella había venido a la cena por razones muy distintas a las de los demás. Ella siempre había tenido una habilidad para insertarse en los círculos más altos de la sociedad, aprovechando cualquier oportunidad para elevar su propio estatus. Su presencia esta noche no era una sorpresa, pero sí una confirmación de lo que Jimin ya sospechaba: ella estaba allí para asegurarse de que su posición en la nueva dinámica familiar de los Park se mantuviera sólida.

Jimin esbozó una sonrisa apenas perceptible, una que no llegó a sus ojos. El juego de poder que se estaba desarrollando en la sala le resultaba casi divertido. Era un recordatorio de que, a pesar de todo, él era quien realmente tenía el control.

Pero su atención no se quedó en la mujer por mucho tiempo. Justo al otro lado de la mesa, sentado con una postura impecable y una expresión controlada, estaba el padre biológico de Yoongi, el famoso doctor cuya revelación dejaría a todos atónitos. Sus ojos se encontraron por un breve momento y Jimin inclinó ligeramente la cabeza en un gesto que podría haber pasado por cortesía. Sin embargo, había algo más detrás de ese movimiento, una especie de desafío sutil que solo aquellos con experiencia en juegos de poder podían captar.

El hombre le devolvió la mirada, pero fue incapaz de ocultar por completo la preocupación que ahora marcaba sus rasgos. Jimin lo sabía; este era solo el comienzo de una nueva fase en la historia de ambas familias, y él estaba más que preparado para navegar por esas aguas turbulentas.

Con una calma calculada, Jimin regresó su atención a Yoongi, quien estaba sumido en una conversación con un invitado cercano. Verlo tan tranquilo, incluso en una noche como ésta, despertó en Jimin una sensación de satisfacción que iba más allá de la simple victoria social. Yoongi era su mayor éxito, y nada ni nadie iba a interferir en lo que había construido.

Mientras la cena continuaba, Jimin no pudo evitar sonreír para sí mismo. Todo estaba en su lugar, y aunque el futuro traería sus propios desafíos, él sabía que estaba un paso por delante de todos los demás. La presencia de esa mujer y del padre de Yoongi no era más que un recordatorio de su propio poder, de cómo había manipulado y controlado los eventos hasta este punto.

Con esa satisfacción escondida detrás de su impecable máscara, Jimin alzó su copa una vez más, brindando en silencio por su éxito, por Yoongi y por el futuro que estaba seguro de que ambos construirían juntos, sin importar las tormentas que pudieran avecinarse. El padre de Yoongi, Kim Hyunseok se levantó para dar la bienvenida a todos los presentes. Su voz resonó con autoridad y orgullo mientras agradecía a cada uno de los invitados por su asistencia. Había un aire de expectativa en sus palabras, una señal de que algo importante estaba por ser anunciado.

—Esta noche. —comenzó Kim Hyunseok, mirando a su alrededor. —Es una noche especial para nuestra familia, no solo celebramos el éxito del hospital y las relaciones que hemos construido a lo largo de los años, sino que también celebramos el descubrimiento de algo personal, algo que ha permanecido oculto durante mucho tiempo.

—Hace poco, descubrí que el joven Min Yoongi, a quien algunos de ustedes ya conocen, es mucho más que un simple pasante en la empresa de los Park. —Los murmullos se intensificaron, pero Kim Hyunseok levantó una mano, pidiendo silencio. —Es mi hijo, fruto de una relación que tuve hace años, antes de conocer a la madre de mi hija.

Money [YM][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora