Money [YM][✓]

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La fiesta estaba en pleno apogeo, con risas y música resonando en cada rincón. Sin embargo, Yoongi se sentía fuera de lugar, su mente distante de la celebración. Al notar que se alejaba de la multitud, Hoseok, siempre observador, decidió seguirlo. Cuando llegó a su lado, lo encontró mirando por la ventana, como si esperara algo o alguien.

—Oye, Yoongi. —dijo Hoseok, acercándose con cautela. —¿Todo bien?

Yoongi giró lentamente, su expresión seria y pensativa.

—¿De verdad crees que estoy bien? —respondió Yoongi con una sonrisa forzada, aunque sus ojos traicionaban su estado emocional.

Hoseok no se dejó engañar, sabía que detrás de la fachada de confianza de su amigo había un tormento interno, se quedó en silencio un momento, sopesando sus palabras.

—Mira, sé que tienes tus razones, pero. —le pregunto. —¿realmente quieres seguir con esta farsa de casarte con Jimin?

Las palabras de Hoseok cortaron el aire tenso entre ellos. Yoongi frunció el ceño, consciente de que era un tema delicado.

—No es tan simple, Hoseok. —dijo, apretando los labios. —No quiero herir a Jimin, él se merece ser feliz.

—Pero ¿qué hay de ti? —preguntó Hoseok, su voz firme pero comprensiva. —No puedes seguir ignorando tus propios sentimientos.

Yoongi volvió a mirar por la ventana, la luna brillando intensamente en la noche oscura.

—No sé si puedo ser feliz con esto. He intentado convencerme de que puedo, pero. —su voz se desvaneció, como si temiera decir la verdad en voz alta. —No siento lo mismo por Jimin.

Hoseok dio un paso adelante, su expresión llena de preocupación.

—Entonces, ¿por qué no hablas con él? —insistió. —Es mejor que vivir en una mentira.

—Porque tengo miedo. —respondió Yoongi, con la voz quebrada. —Miedo a arruinar todo.

—A veces, la verdad puede ser dolorosa, pero al final, es lo que realmente importa. —dijo Hoseok, buscando el contacto visual con su amigo. —además, ya que eres alguien poderoso no creo que Jimin te haga algo.

El silencio se instaló entre ellos mientras Yoongi consideraba las palabras de Hoseok. La música seguía sonando, pero parecía un eco lejano comparado con la lucha interna que estaba enfrentando.

—No quiero perder a Jimin. —dijo finalmente Yoongi, su voz casi un susurro. —Pero tampoco quiero vivir una vida que no me pertenece.

—Tienes que ser honesto contigo mismo. —respondió Hoseok, su mirada llena de empatía. —No puedes cargar con esto solo, hablar puede liberar un peso enorme.

Yoongi sintió el nudo en su pecho apretarse, pero la claridad en las palabras de Hoseok era innegable. Sabía que su amigo tenía razón. La verdad podría ser dolorosa, pero era un dolor que debía enfrentar.

—Quizás... quizás sea hora de ser sincero. —dijo, con un nuevo brillo de determinación en sus ojos.

—Eso es lo que quiero escuchar. —sonrió Hoseok, aliviado. —No estás solo en esto, estoy aquí para apoyarte.