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Jimin apagó su teléfono tras la llamada y se recostó en el sofá de la suite, mirando el techo por un momento. Una sonrisa ligera permanecía en sus labios, como si la conversación que acababa de tener no lo hubiera afectado en absoluto. Había esperado tanto tiempo para este momento, y ahora todo estaba sucediendo exactamente como lo había planeado. Sin embargo, antes de que pudiera perderse en sus pensamientos, Yoongi entró en la habitación, secándose el cabello húmedo con una toalla. Había estado duchándose, pero al notar la expresión tranquila de Jimin, supo que algo interesante había ocurrido.

—Vi las noticias. —dijo Yoongi sin rodeos, dejando caer la toalla sobre una silla cercana, se acercó a Jimin y se sentó a su lado, cruzando los brazos. —El escándalo sigue creciendo. ¿Tuviste algo que ver con eso?

Jimin dejó escapar una pequeña risa y se sentó derecho, tomando un sorbo más de su copa de vino antes de responder.

—¿Qué crees tú? —preguntó, con un toque de diversión en la voz.

Yoongi lo miró durante unos segundos, su semblante impasible, pero con los ojos brillando de curiosidad.

—No hace falta que me lo digas, es obvio que tú estás detrás de todo esto. —le acarició la mejilla. —Conozco esa sonrisa demasiado bien, la pregunta es ¿Cómo te sientes ahora que finalmente los tienes donde querías?

Jimin giró hacia Yoongi, observando su rostro como si estuviera esperando esa pregunta.

—¿Cómo te sientes tú? —le pregunto Jimin. —¿Te sientes bien por lo que hice por ti?

Yoongi asintió lentamente, su mirada se volvió más sombría, pero no mostró sorpresa recordaba los días en los que había sido apartado por aquellos que decían ser sus amigos.

—Es curioso. —comentó Yoongi, dejando que sus palabras flotaran en el aire por un momento. —Pensé que me sentiría mal viendo cómo sus carreras se desmoronan, pero no es así, me siento feliz.

—Te dije que yo lo haría. —le acarició el abdomen. —de que a ellos se les caía esa falsa máscara.

—Durante todos estos años, ellos se mostraban como mis amigos, como si me apoyaran, pero siempre había algo más detrás. —dijo Yoongi. —Esa arrogancia, esa condescendencia que disfrazaban de bondad ahora, el mundo está viendo lo que realmente son.

—¿De verdad te sientes feliz? —preguntó, no tanto con sorpresa, sino con un toque de curiosidad genuina.

—Sí, no soy del tipo que disfruta ver el sufrimiento ajeno, pero ellos... ellos nunca fueron realmente mis amigos. —suspiro. —me usaron cuando les convenía y me dejaron a un lado cuando ya no era útil para ellos. —miro a los ojos a Jimin. —Tú, más que nadie, sabes cómo se sentía eso, entonces, sí, estoy feliz; estoy feliz de que, por fin, el karma los haya alcanzado.

—Es lo que pasa con la gente que siempre ha tenido todo. —comentó Jimin, bebiendo otro sorbo de su vino que anteriormente se había servido. —Piensan que nunca habrá consecuencias, que siempre pueden salir impunes de todo, pero lo que no saben es que hay cosas que nunca se olvidan.

—Así que ¿Cuál es el siguiente paso? —preguntó Yoongi, levantando su copa para brindar con Jimin. —¿Dejarlos sufrir en su propio escándalo o vas a asegurarte de que terminen de hundirse?

Jimin entre chocó su copa con la de Yoongi, esbozando una sonrisa más amplia.

—No hace falta que los empuje mucho más, ya están cayendo por su propia cuenta. —se rio. —Solo me aseguraré de que no puedan levantarse de nuevo contra ti.

Ambos bebieron en silencio, saboreando no solo el vino, sino también el dulce sabor de la justicia que, finalmente, parecía estar de su lado.

Money [YM][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora