Habían pasado varios días desde que sacó de la cárcel a Salvador. Su comportamiento con ella había mejorado indudablemente e incluso le había regalado flores y pastas.
Acababa de despertarse. Salvador se había levantado hacía media hora más o menos, para marcharse a trabajar con su padre a los campos.
Se aseó y bajó a desayunar, Leonor ya tenía dispuesto su desayuno y Rosario ya se había incorporado al trabajo.
- Buenos días Señora, ¿cómo se encuentra?
- Buenos días Rosario. Bien, bastante bien. ¿Y Alfonso?
- Muy bien Señora, le he dejado al cargo de mi suegra. El otro día lo llevé al dispensario para que Don Raimundo lo viera y me dijo que, a pesar de tener unas rojeces normales, está perféctamente.
- Me alegro muchísimo. Y... ¿Cómo está Raimundo? - Le preguntó sin poder evitarlo.
- Bien, lo ví bastante bien. Debería haberle visto con Alfonso, tiene una maña propia con los niños que ya la quisiera más de una madre. De seguro que será un padre maravilloso. - Sentenció Rosario mientras recogía el salón.
Leonor, que había escuchado toda la conversación, al ver la cara de Francisca decidió intervenir.
- Rosario hija, ya me encargo yo de esto. Tu baja a la cocina y ves preparando la comida, que aún estás convaleciente.
Rosario aceptó de buena gana, prefería mil veces cocinar que limpiar, así que no rechistó y cumplió con los designios de su tía. Leonor se acercó a Francisca, aún con el rostro trsite por las últimas palabras de Rosario.
- Tú misma comprobarás dentro de unos meses si Raimundo será un buen padre o no. - Le susurró al oído mientras de laba un tierno beso en la mejilla.
- ¿Y si no sale bien Leonor? ¿Y si nos resulta imposible comenzar una nueva vida lejos de aquí?
- Mi niña, eso no va a ocurrir. Raimundo y tú vais a formar una familia y vais a ser felices. No puede ser de otro modo. - Trató de tranquilizarla Leonor. - ¿Qué tal con Salvador?
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Raimundo y Francisca
RomanceRaimundo, con 24 años, acaba de terminar la carrera de Medicina y ha vuelto a Puente Viejo para quedarse. Francisca, de 22, se dedica a administrar sus tierras junto a su padre, Enrique Montenegro. Ambos se conocen desde niños y la amistad inicial s...