RAIMUNDO VI

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Sentía un dolor insoportable. Notaba cada hueso roto, cada músculo maltrecho, cada golpe. Poco a poco fue volviendo en sí, trató de recordar donde estaba.

En el hospital.

Giró la cabeza y vió a una enfermera administrándole un calmante.

- Dis-Disculpe señorita. ¿Qué me ha pasado? ¿Cuánto tiempo llevo aquí? - Preguntó con un hilo de voz.

- Vaya, por fin se ha despertado. ¿No recuerda nada? Le propiciaron una terrible paliza y lleva inconsciente unas dos semanas.

Y entonces comenzó a recordar...

Dos semanas antes

Tras explicarle a Natalia qué debía hacer y decir, entraron en el hogar de los Balboa.

Natalia siguió las indicaciones al pié de la letra y esa misma tarde la ingresaron en el hospital.

Para no levantar sospechas, Raimundo, decidió no hacerle las pruebas hasta el día siguiente, manteniéndola una noche en observación. No se separó de su lado ni un sólo instante para evitar que otro doctor la examinara y corroborara que no sufría padecimiento alguno.

A la mañana siguiente, tal y como estaba previsto, Raimundo le realizó las pruebas pertinentes. Con su capacidad de persuasión, los miembros del laboratorio clínico permitieron que fuera él mismo el encargado de analizarlo todo.

Don German y Doña Eugenia, a pesar de la preocupación por no saber qué le ocurría a su hija, estaban encantados al comprobar que Raimundo se desacía en cuidados para con ella.

Tras modificar los resultados de las pruebas, Raimundo descartó cualquier enfermedad grave, asegurando que se trataba de una gripe propia de estas épocas. Finalmente desecharon la idea de decir que padecía varicela, ya que era más complicado de simular.

Pero Raimundo les aseguró a los Señores Balboa que había visto unos datos que le preocupaban en gordo y, que antes de asegurarles nada, necesitaría hacerle más pruebas a Natalia.

Tras realizarle una falsa exploración completa, se dispuso a dictaminar un diagnóstico.

- Verán señores, no muy bien cómo contarles esto, pero su hija padece una dolencia bastante grave. No se inquieten, su vida no corre peligro alguno, tan sólo sufre una gripe común.

- Entonces, ¿a qué te refieres muchacho? - Preguntó la Señora Balboa.

- Al ver el resultado de las pruebas, me fijé en un pequeño detalle que me pareció extraño y decidí asegurarme. Señores, su hija, según los resultados tanto del análisis de sangre como los de la exploración... Es infértil.

Raimundo y FranciscaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora