Y a pesar del tiempo... *CD9*

37. "Un buen equipo"

Un rayo de sol pegó directo en la cara de Freddy, ante la molesta luz comenzó a abrir los ojos de a poco con una gran mueca en su cara. Se dio la vuelta y vio a su novia aun durmiendo, la abrazó fuertemente haciendo que su cuerpo se pegara al de ella y volvió a cerrar los ojos para seguir durmiendo, pero ya no logró conciliar el sueño.

Se acordaba perfectamente de todo lo ocurrido la noche anterior, la declaración de Eíder no había dejado de dar vueltas en su cabeza, pero sólo lo dejó pasar. Al no poder dormir de nuevo decidió levantarse, miró su reloj y eran apenas las nueve del día. No durmió mucho, considerando que se había ido a acostar a las cinco de la mañana después de ayudar a Bryan a poner la colchoneta en el piso.

Se levantó, sacó una bermuda de su closet junto con una playera gris para cambiarse y cuando lo hizo salió de la habitación. Vio a las personas que dormían en la sala y soltó una pequeña risa, vaya escena, jamás se lo hubiera imaginado. En el sillón grande estaba Alonso, el que terminó odiándolo al pensar que sólo chantajeaba a su hermana; en el sillón mediano dormía Giselle, la chica que moría por él meses atrás y con la que casi se acuesta; en el suelo Eíder, de quien creyó estar enamorado más de dos años; a lado de ella se encontraba Bryan a quien despreciaba tanto y ahora parecía que podían tener una buena amistad. Después de observar, pasó con cuidado entre ellos, tomó su cartera que estaba en la mesa de centro, la cual movieron casi a la entrada para poder poner la colchoneta, y salió de su hogar.

Bajó las escaleras del edificio y caminó por las calles durante una hora, quería despejarse. Llegó a un local donde compró jugo, mucha fruta picada y café ya hecho muy cargado. Todo lo llevaba en una bolsa, cruzó la calle y compró tacos, pidió que le dieran mucha salsa y así lo hicieron.

Tomó un taxi para regresar al departamento ya que no podía cargar todo tanto tiempo. Después de veinte minutos llegó y abrió la puerta.

- Enserio Bryan ¿Dime porque estas tan indiferente? -Eíder hablaba-

- Buenos días.

- Buenos días, Freddy. -Bryan contestó el saludo, se encontraba desinflando la colchoneta-

- Hola Freddy. -Eíd también saludó-

- Se ven irritados ¿Resaca?

- Y también resaca moral, no sé, tengo el presentimiento de que anoche hice algo muy estúpido -Eíder se sobaba la cabeza-

- Pues si con eso te refieres a que le confesaste a Freddy y Bryan que en su momento sí te enamoraste de Freddy, estás en lo correcto -Giselle habló de la nada mientras abría los ojos y se levantaba del sillón para sentarse- Gracias por llegar Freddy, estos dos se estaban peleando y no quería seguir fingiendo estar dormida. Ya me duele mucho el cuello.

- ¿Por qué no te dormiste con Jos? -Freddy preguntó-

- Me corrió del cuarto, fue muy grosero.

- ¿Qué te hizo?

- Esperen, esperen, esperen. -Eíder los interrumpió- ¿Qué hice qué?

- Nada Eíd. -Contestó Freddy- no tiene importancia. Y Bryan, ya te dije que no deberías molestarte por lo que paso. No seas tan duro con Eíder, ella te ama. Hablando de amores, voy a despertar a Laura. -Se fue a su habitación-

- Bryan en verdad lo siento, no me acuerdo qué dije exactamente pero lo que haya sido te juro que ya no siento eso por él. De verdad, sólo fue un sentimiento muy pasajero. ¿Me perdonas?

- ¿Sólo me amas a mí? -Bryan tenía la mirada baja-

- Claro que sí Bry, sólo a ti y a nadie más.