"Y a pesar del tiempo... te seguiré esperando"
[<Bryan>]
En el momento que salí del bar fui a mi carro, conduje y conduje por la ciudad. Se suponía que daría sólo unas vueltas para despejarme y luego tomaría el rumbo a mi casa, pero de alguna manera que no comprendo terminé estacionado enfrente de casa de la mamá de Eíder.
Ahora los dos estábamos en ese parque que tantas memorias de nosotros conserva; aquel parque en donde se hicieron tantas promesas de amor en aquel tiempo en que todo era perfecto; el parque que me recordaba que tenía que luchar por ella. Y lo mejor de todo es que en este parque es donde de nuevo puedo besarla específicamente en nuestra banca favorita.
La misma sensación, la misma armonía, el mismo acoplamiento perfecto... siempre es bueno volver a sus labios.
No paramos. Tomamos ciertos respiros y yo sonrío al mismo tiempo en que ella vuelve a besarme mientras se aferra a mi cabello, tal como recuerdo que siempre hacía.
Mis besos comienzan a bajar por su barbilla hasta reunirme con su cuello, mientras mi mano derecha acariciaba su cadera. Ligeramente rocé mi lengua con su piel y sentí como sus poros se levantaban enseguida, reaccionando de forma favorable hacia mí.
Ella se acomodó sentándose a horcajadas mientras seguía con toda mi atención en su cuello. Sentí sus labios en mi frente y la cima de mi cabeza, no dejaba de pasear sus manos en mi cabello.
Hice que una de mis manos se colara dentro de su blusa y subiera por su espalda, acariciando con cuidado y y disfrutando cada roce. Volví a su boca y pude darme cuenta que nunca antes había besado tan desesperada y apasionadamente a nadie, creo que ni siquiera a ella, no hasta ese momento.
Mi mano seguía dentro de su ropa, ahora acariciando su vientre, deseando que algún día pueda volver a haber una esperanza de vida ahí. Sentí una cicatriz, ya me suponía lo que era.
- Te amo. -Susurré mientras seguía acariciando llevando mis manos más arriba-
- Y yo. -También dijo en voz baja-
Las cosas seguían. A pesar del frío que minutos antes sentía, ahora el ambiente se estaba acalorando. Eíder se movía encima de mí y por un momento olvidé que estábamos en un parque y aunque ya era tarde y nadie estaba pasando, pensé que no era el mejor lugar. Estaba por decirle que paráramos cuando un grito nos espantó a ambos haciendo que nos levantáramos de inmediato de la banca.
- No jodas, Eíder.
- Alonso... ¿qué? -Le estaba costado trabajo respirar- ¿Qué haces aquí?
- ¿Tú qué haces aquí dando esos espectáculos? Y luego con él.
Estaba algo sorprendido y recuperando el acelero de mi corazón que ni me di cuenta que Alonso estaba parado enfrente de mí a dos segundos de soltarme un golpe, el cual sí logro darme porque ni defenderme pude.
- ¿En serio ahora vas a rebajar a esto a mi hermana? Sabía que no has cambiado nada. Tus estúpidos discursos falsos de ayer no te los crees ni tú. -Iba a soltarme otro golpe, pero Eíder le detuvo el brazo-
- Alonso, basta.
- ¡Basta tú! Prometiste que ya no caerías con él Eíder. Cumplelo, pero no vengas a denigrarte de esta manera en un parque. Tú, idiota. -Me dijo a mí soltándose del agarre de su herma y golpeando ahora mi mandíbula- ¿Para qué te sirve tanto dinero? Si en la cabeza tienes mierda. ¿No se te ocurrió que si querías hacer esas cosas con mi hermana, mínimo podías llevártela a un hotel, donde nadie los viera?
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Y a pesar del tiempo... *CD9*
RomanceSiempre dicen que el amor supera cualquier cosa cuando es verdadero ¿Pero es eso verdad? ¿En serio el amor no tiene ningún enemigo? Como el tiempo, por ejemplo. ¿Una persona es capaz de perdonar todos los errores de alguien sólo porque lo ama? Pr...