Y a pesar del tiempo... *CD9*

77. "Una solución"

Sentí un escalofrió a lo largo de mi espalda, el labio inferior me tembló y de momento pensé que me caía. Me hice para atrás para recargarme en algo y unos brazos me detuvieron. Entonces supe que no era mi papá quien me hablaba del más allá.

- ¿Te sientes bien?

- Por Dios Bryan. ¿Qué haces aquí? -Sostuve mi pecho soltando la respiración y lo aventé un poco para que me soltara-

- Lamento la perdida. Espero que todo se encuentre bien en tu familia.

- Gracias. -Miré hacia abajo y caminé para salir a donde había pavimento-

- Oye, no es el momento pero enserio tenemos que hablar tú y yo.

- ¿De? No me interesa saber qué ha sido de tu vida ni a ti debería interesarte la mía.

- Sí, tu vida no me interesa en lo absoluto. -Dijo con frialdad- Pero la de mis hijos sí.

- Con que ahora sí te importan. -Me detuve y giré a verlo un momento- Que lastima, no quiero que te les acerques. -Seguí caminando, ahora hacia la salida-

- No puedes negarme estar cerca de ellos. Esto es totalmente injusto.

- Tú así lo decidiste.

- ¿Yo? -Gritó- ¿Yo así lo decidí? -Me jaló del brazo y ya no me dejo caminar- Tú jamás me dijiste que estabas embarazada, yo ni sabía de la existencia de esos niños. Sí, a lo mejor me fui, pero el que no quisiera quedarme contigo y solucionar nuestros problemas, los que sean que hayan sido, porque prefiriera seguir mi vida con alguien más, no quiere decir que no quisiera saber de ellos. Pero tú simplemente lo ocultaste, una vez más.

- ¿Acaso eres bipolar? Y aparte ¿Sufres de amnesia?

- No ¿De qué hablas?

- No tiene caso hablar contigo Bryan. Vete, regresa a Francia y no nos molestes, no les haces falta a los niños, por eso no te preocupes.

- Pues Mila parece opinar lo contrario, ella está muy interesada en saber quién soy.

- ¿Tú qué sabes? Ni has estado cerca de ella.

- ¿No? ¿Entonces cómo sé que es mi hija? ¿Cómo sé que se llama así? ¿Cómo sé que es una pequeña preguntona que lo quiere saber todo y su mentalidad es como la de una niña más grande a siete años?

- ¿En qué momento te aceraste a mis hijos?

- Míos también. Ayer los conocí, a los tres. Creo que hay mucho que debes contarme.

- Dijiste que no te interesaban.

- ¿En qué momento? Apenas ayer me enteré que soy padre y justo porque me interesan estoy pidiendo que me digas los motivos que tuviste para ocultármelo y así poder llegar a una solución a todo esto. Porque algo sí te digo, no me vas a alejar de ellos.

- ¿Es amenaza?

- Tómalo cómo quieras.

- ¡Lo que quiero es que te vayas!

Grité y ya no me pude contener, empecé a llorar otra vez. Y es que me desespera y enoja, él no puede seguir teniendo este efecto en mí, no puede llegar y enterrar el dedo en la herida.

- No llores. -Me tomó por la nuca y me pegó a su pecho- No quiero afectarte, eso sólo va a dañar en cierta forma a los niños. Quiero solucionar esto de la mejor manera posible, tan sólo te pido que hablemos.