72. "Accidental"

67 8 0
                                    

[<Bryan>]

De vuelta en México, en la ciudad para ser más preciso. No vengo sólo de vacaciones, ni de pasada para solucionar algunas cosas de la empresa o entregar documentos. Esta vez ya es permanente después de casi ocho años viviendo en Francia. Con mis treinta y un años de edad me han puesto un trabajo sumamente importante que realmente no estoy seguro de poder llevar a cabo tan bien como todos me dicen que lo haré.

Mi abuelo murió hace cuatro meses a la edad de noventa y cuatro, fue algo que me pegó mucho y es que era de esas personas que yo sentía que jamás iba a irse. En la presidencia de las oficinas de Francia dejo a cargo a mi tío Albar, a mí me dejo a cargo de las oficinas en México. Siento que aún no estoy preparado para una responsabilidad de ése tamaño, pero él antes de morir dijo que por eso me había entrenado y sabía que no iba a fallar en esto. Intenté convencerlo de que por el momento pusiera a cargo a mi papá, pero jamás se han llevado bien por lo que ni siquiera quiso discutirlo.

Estos años he tenido una muy buena vida. Aparte de ser la mano derecha de mi abuelo, me ocupé en algunas otras cosas de la empresa, como en expandirnos y lograr tener más campo laboral, nuevos proyectos, cambios radicales en pro a la compañía. No sólo eso, en alguna ocasión llegó una señora que es manager de un cantante muy famoso y dijo que yo tenía finta de modelo, así que en mis ratos libres me dedicaba a eso, a modelar. Me pagan muy bien por hacer comerciales, catálogos o por ir a una que otra pasarela. Poco a poco mi dinero se ha ido incrementando. Ahora que regreso a México y que mi tío se fue a Francia, quise decirle que le compraba su casa, pero él se negó rotundamente a recibir dinero. Dijo que con que pagara las cuentas y servicios, todo estaba perfecto y la casa ya es mía.

Mi abuelo siempre dijo que era necesario tener alguien a tu lado que te apoye para manejar toda la empresa, algo así como la abuela con él cuando vivía o yo cuando me tocó ir a apoyarlo. No sé a quién pedirle que me apoye a mí, se supone que tiene que ser alguien de mi total confianza pero no tengo idea de a quién llamar. Si Mara no lo hubiera arruinado, ella sería la afortunada, pero ni modo, se lo buscó.

Desde que hicieron público que ahora yo sería el presidente de Amousi Latino-américa, Mara ha estado intentando contactarme, una vez consiguió mi número y dijo que sería bueno vernos. Me reí de ella y le pedí que no me volviera a molestar nunca. No sé cómo es que jamás me di cuenta de que sólo estaba conmigo por interés, es decir jamás lo mostró, realmente parecía que estaba enamorada de mí. Me queda claro de que ella a lo que se debía dedicar realmente era la actuación. Es muy buena y le iría excelente, ganaría mucho dinero y eso es lo que ella quiere.

Regresando al tema de quién va a ser mi mano derecha. Aunque mi abuelo no quería que mi papá metiera sus narices en la empresa (ésas fueron sus palabras), tendré que llamarlo a él. No veo otra opción y ¿Quién mejor que mi padre para que este ahí a mi lado aconsejándome? Le pedí al chófer de mi tío, que bueno, ahora era el mío, que me llevara a su casa, pero antes pase a saludar a Don Matías.


- Buenas tardes, pequeña. -Saludé a una chica como de ocho años que me abrió-

- ¿A quién busca? -Me preguntó con la cabeza asomada pero sin abrir totalmente la puerta-

- ¿Está don Matías?

- No. -Agachó la mirada-

- Fer ¿Quién es? -Apareció Sonia abriendo bien la puerta- ¿Bryan?

- Hola Soni. ¿Sabes a qué hora vuelve tu papá?

- Pasa Bryan. -Lo dijo tan seria y decaída que comencé a comprender por qué no estaba en casa-

Y a pesar del tiempo... *CD9*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora