78. "Crecer"

82 7 0
                                    

[<Bryan>]

Froté mis manos a los lados de mi pantalón, me estaban sudando demasiado.

Mila dijo que tengo que convencerla, así que me puse a trabajar en ello. Bueno no tanto cómo trabajar, en realidad lo único que hice fue organizar el itinerario de lo que haremos esta tarde y comprar dos rosas y un chocolate antes de pasar a recogerlos.

Alcé mi puño, estaba algo tembloroso. Toqué la puerta y esperé segundos interminables a que alguien me abriera.


- ¿Sí? -Me recibió aquel chico desconocido, me inspeccionó de pies a cabeza y también las rosas de mi mano izquierda-

- Vengo por Eíder y los niños.

- ¡Eíd! -Metió su cabeza hacia la casa y gritó- Te buscan. -Me volvió a mirar- Sí tienes cara de que eres idiota y lo arruinas seguido.

- ¿Perdón? -Su comentario me molestó, pero reí-

- Que procures aprovechar la oportunidad que Eíder te dará de acercarte a tus hijos.

- ¿Y tú eres?

- Se llama Alec. -Bajé la mirada para encontrarme con Mila- Es mi mejor amigo. -Lo abrazó por la cadera que es a donde le llega-

- Ah, mira. Pues... creo que gracias por el consejo. Ten Mila, es para ti. -Le extendí una de las rosas- ¿Te gusta?

- Sí, mucho. -La tomó- Gracias. -Miró detenidamente a mi mano- ¿Sólo trajiste dos?

- Em, sí. ¿Por?

- ¿No le trajiste a Aurora?

- Sí, ésta es para ella. -Agité la rosa- Y tengo un chocolate para Alfonso.

- ¿Y a mi mamá? ¿No le trajiste rosa?

- Yo...

- A mí no me gustan las rosas.


Eíder venía por el pasillo, caminó a la salida con un vestido color vino y pegado, un poco aseñorado. ¿En qué momento crecimos? ¿Por qué me lo perdí? se supone que tenía que ver todos esos cambios en ella estando a su lado. Bueno, ya no se puede regresar el tiempo. Bajé la mirada y me di cuenta de que Aurora y Alfonso venían tomados de sus manos, uno de cada lado.


- Prefiere los Lirios. Ya no había. -Encogí un hombro-

- Hola. -Aurora y Alfonso me saludaron-

- Hola niños. Tengan. -A Aurora le di su rosa y a Alfonso el chocolate, se pusieron muy contentos-

- Gracias.

- Vamos a poner esas rosas en agua niñas. -Les dijo Eíder- Así no se marchitarán y duran más.

- Hubieran puesto su amor en agua. -Musitó Mila y de repente me faltó el aire-

- ¿Qué? -Preguntó Eíder extrañada, al parecer no la escuchó bien-

- Que no. Yo me la quiero llevar conmigo.

- Y yo. -La apoyó Aurora-

- Bueno. -Dije- Entonces ¿Listos?

- Sí. -Alfonso sonrió tanto que sus ojos se cerraron un poco-


Soltaron a Eíder y los tres se adelantaron a la banqueta, le hice una señal con la cabeza a Eíder para que también saliera y sonreí, pero no me devolvió dicha sonrisa. Se volteó despidiéndose de Alec medio abrazándolo para luego cerrar ella misma la puerta.

Y a pesar del tiempo... *CD9*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora