38. "Nada duele más que un corazón roto"

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Bryan seguía conduciendo y los tres chicos cantaban en ocasiones.

Alonso ya no parecía tan ansioso ni desesperado pero cuando al fin llegaron y bajaron del auto, la exasperación regresó a su mirada. Los tres corrieron entrando a la terminal que Sol le había indicado y buscaban con la mirada, subieron unas escaleras y seguían examinando el lugar. De repente Alonso sintió que alguien lo tomó bruscamente del hombro jalándolo.


- Ni te atrevas a acercarte. -Era Mauricio-

- Quiero verla. Yo la amo. -Sus ojos azules se empezaron a cristalizar-

- Vete Alonso, por favor. -Su tono era muy calmado-

- Quiero disculparme, sé que estuvo muy mal ocultarlo. Pero teníamos pánico de que no nos dejaran estar juntos. Y mira, no estábamos equivocados, ahora nos están separando. ¿A caso tú nunca te has enamorado Mauricio?

- Alonso, si de verdad la amas entonces vete.

- Eso no tiene sentido. Porque la amo mínimo quiero despedirme de ella ¿Me negaran la oportunidad?

- Su vuelo sale en veinte minutos. Esta agarrada como niña chiquita de un poste en el estacionamiento. Si te dejo ir a verla será para que la convenzas de que aborde el avión y podrás despedirte ¿De acuerdo?

- Antes ¿Puedo hablar con sus padres? Mira, quizá si puedo convencerlos ella no tenga que irse.

- No, te limitarás a despedirte. Yo me encargo de mis tíos y de que no te corran, pero Sol sí se va.

- Oye. -Bryan se acercó e intervino en la conversación- No es necesario que se la lleven, deja que Alonso les diga a ustedes como familia lo que tiene que contar y verán que esta relación no es tan mala. ¿Cómo pueden tomar represarías sin siquiera escuchar antes?

- Tómalo o déjalo Alonso. -Mauricio no prestó atención a Bryan y sólo observaba fijo con rencor a Alonso-

- Está bien. Vamos. -Comenzaron a caminar siguiendo a Mauricio. Bryan, Freddy y Alonso iban muchos pasos atrás del castaño- ¿Qué hago?

- Lo que el chico te dijo. -Dijo Freddy sereno-

- Tengo una idea. Freddy y yo intentaremos quitar a Sol del poste mientras tú hablas con sus papás, les pedirás una disculpa e intentarás solucionarlo sin importar lo que el tipo éste te diga ¿Ok?

- Me parece bien, Bryan.


Siguieron rumbo al estacionamiento, Alonso tenía la mirada baja pensando en qué decir, Freddy lo volteó a ver y lo abrazo por la espalda intentando dar ánimos. No tardaron mucho en llegar a donde la familia de Sol se encontraba rogándole que se despegara de aquel poste. Aunque era una chica con apariencia débil, nadie consiguió quitarla ni a la fuerza.


- Soledad, esto es completamente ridículo, suéltate ya. -Una señora que aparentaba cuarenta y tantos años le gritaba-

- No me quiero ir a ningún lado, no me pueden obligar.

- ¿Ahora?


Bryan le preguntó a Alonso cuando llegaron a la entrada del estacionamiento y él lo aprobó con la cabeza, entonces Freddy y Bry caminaron hacia la chica y comenzaron a tirar de ella, Sol tenía los ojos cerrados con fuerza y gritaba que la soltaran. Mientras eso sucedía Alonso se acercó a los que suponía eran los padres.

Y a pesar del tiempo... *CD9*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora