Nos miramos a los ojos en cuanto abrió la puerta, de inmediato palideció aún más de lo que noté ya estaba y yo apreté muy fuerte la maleta con ruedas que llevaba en la mano.
No dijo nada y yo tampoco. Nos miramos, ella a mí con tristeza y aunque intente no ser muy duro, estoy seguro de que yo no la veía con más que odio.
- Me dieron el día libre y quise aprovechar para venir por algunas cosas. –Al fin logré decir- ¿Puedo pasar?
- Por... supuesto. –Se hizo a un lado y abrió más la puerta- Sube.
Cuando se movió para darme paso me di cuenta de que casi cae, sus piernas la traicionaron por dos segundos, pero tomó el control de inmediato. Estuve a punto de sostenerla pero fue cuando se incorporó y negó con la cabeza, pude notar que aún usaba el anillo de compromiso, lo vi en la mano con la que se estaba recargando en la puerta. Agaché la mirada y caminé por la casa, pude notar en la encimera de la cocina que ahí estaba Freddy a lado de Alonso revolviendo quién sabe qué cosas en un vaso. Cuando notaron mi presencia se quedaron boquiabiertos y yo sólo negué con una sonrisa algo irónica observando fijamente a Freddy. No hice más caso y subí.
[<Eíder>]
- Esta aquí... Esta aquí... Esta aquí. –Sollocé cuando al fin Bryan desapareció de mi vista-
- Eíder, tranquilízate por favor. Mírame. –Escuchaba a Freddy hablándome pero no podía reaccionar-
- Hermana, no debe afectarte verlo, él ya tomó su decisión. –Me susurraba Alonso-
- Vamos, tienes que tomar tu agua.
Esta última semana no la he pasado nada bien, bueno en realidad en todo el mes que llevo sin verle a Bryan. El doctor dijo que no podía seguir sin comer nada o yo sola terminaría con mi vida igual que la última vez que entré en depresión.
Cuando perdí a mi bebé fue más fácil recuperarme, tenía a Freddy a mi lado y aunque esta vez también está aquí apoyándome no es lo mismo, ya no hay el mismo afecto y no es que lo espere, pero tengo la necesidad de sentir que alguien me ama, ese sólo podría ser Bryan.
Antes de que él llegara no habían pasado muchos minutos de que Freddy también lo hiciera, en esos momentos me sentía muy mareada, incluso Alonso pensó que me había desmayado pero no, tan sólo decidí ignorarlo por unos minutos. El doctor recomendó que cuando eso pasara me dieran algo dulce, como jugo, una paleta y si no teníamos algo de eso a la mano que simplemente pusieran azúcar en un vaso de agua y ya.
- Más Eíd. Casi no le tomaste. –Freddy me reprochaba-
- No es tan agradable como crees tomar agua con sólo azúcar.
- ¿Quieres que me tome uno yo también? Si me lo termino tu tendrás que hacerlo. –Me dio una de sus miradas de advertencia y ya no repelé, me tomé todo el vaso- Buena chica.
- Tengo que hablar con él.
- Si no quiere escucharte que no lo haga. –Me dijo Alonso- No tienes por qué rogarle. Y a mí me parece que ni siquiera vale la pena, si fue capaz de juzgar antes de conocer, no deberías gastar saliva con él.
- Quiero que mínimo no me odie. Me dolió la manera en que me vio cuando llegó.
- Tienes que ser fuerte Eíder. –Freddy me veía más preocupado que de lo normal- Él no vale la pena y sé que he dicho lo mismo durante este último mes, bueno, desde que lo conozco, pero no me cansaré de decirlo hasta que te entre bien en la cabeza y decidas buscar a alguien más.
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Y a pesar del tiempo... *CD9*
RomanceSiempre dicen que el amor supera cualquier cosa cuando es verdadero ¿Pero es eso verdad? ¿En serio el amor no tiene ningún enemigo? Como el tiempo, por ejemplo. ¿Una persona es capaz de perdonar todos los errores de alguien sólo porque lo ama? Pr...