ARRIBO

4.4K 407 413
                                    


Desierto del Sahara, Argelia. Continente Africano
Día 1,    00:00 horas.

Era de noche cuando doce luces iluminaron el cielo y luego el suelo del desierto. Las doce luces tomaron forma humana lentamente. Desnudos, excepto por una marca al centro del pecho, los doce hombres hermosos y jóvenes en apariencia se pusieron de pie formando un ordenado círculo.

—¿Hemos llegado? —preguntó uno de los hombres; era alto, de cabello tan negro como la noche, piel levemente morena, rostro y mirada afilados.

—Este parece ser el lugar correcto —indicó el más alto de todos. Este tenía el cabello rubio y, al igual que el anterior, una mirada bastante seria.

—¿Qué dirección debemos tomar? —preguntó aquel que llevaba cabello negro, lucía un rostro amable y una mirada bondadosa a pesar de parecer un poco desorientado.

—Hacia el sur, cinco kilómetros —respondió uno de los hombres de apariencia juvenil. Este tenía un rostro de facciones equilibradas y estaba parado al inicio del círculo, lo cual dejaba claro que él era el líder. Dirigió la mirada al joven a su izquierda; este era de tez ligeramente morena, su pecho era amplio y tenía un rostro fuerte  del que destacaban una mandíbula recta, labios carnosos y una mirada penetrante. —¿Puedes llevarnos?

— Sería peligroso —respondió el moreno. —No conozco el área, podríamos reaparecer en el lugar equivocado.

—Y llamar la atención de los humanos —agregó el sujeto a su lado, quien era el de menor estatura. Sus ojos redondos eran grandes y expresivos.

—¿Volar? —preguntó uno de los más altos, de cabello castaño, ojos y labios pequeños. La expresión facial de este demostraba un poco de inconformidad.

—Corremos el mismo riesgo —apuntó otro de ellos; este poseía tantos rasgos femeninos como masculinos en su rostro como si fuera un humano de corta edad.

—Solo caminemos, no hay tiempo que perder —dijo el segundo hombre más alto del grupo, con su voz profunda. Sus orejas destacaban por ser grandes y su cabello oscuro porque estaba lleno de ondulaciones un tanto largas. 



*  *  *


Cinco kilómetros después de seguir la dirección sur, llegaron a un campamento humano.

Un adulto joven, de piel morena y cuerpo esbelto, alrededor de ciento ochenta centímetros de altura, que vestía un elegante traje a la medida debajo de un enorme abrigo, los recibió con una sonrisa muy cordial.

—Bienvenidos. ¿Entienden mi idioma? —les habló amablemente en coreano.

—Todos los que existen en la galaxia —afirmó uno de los recién llegados, quien tenía ojos pequeños y su cabello castaño alborotado. Intentó copiar la sonrisa de su interlocutor, pero la suya resultó en una extraña sonrisa felina. Su anfitrión pudo notar, pese a la poca iluminación que proveía la media luna, que este joven llevaba en su pecho la marca del rayo.

—Muy bien —sonrió de nuevo aquel hombre elegante—, pueden llamarme Hakyeon, soy el comandante a cargo del departamento de búsqueda de la Unión Interplanetaria en la Tierra. Es un honor recibir su poderosa ayuda en nuestra incansable misión. Mi equipo y yo los transportaremos de forma rápida y segura hacia nuestra base central en Seúl.

—Estamos agradecidos —dijo el líder, sin mucha expresión en su rostro. En su pecho brillaba tenuemente la marca del agua.

—Perfecto, pasen por acá, deben vestirse antes de partir —el comandante Cha señaló la gran tienda detrás de él.

HUMANO ~EXO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora