ESTRELLAS

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La luz empezó a fallar justo cuando el fuego fue dominado.


*  *  *


Alemania.

Día  27,  00:09  hrs.

Baek se sentó en la cama, todo estaba oscuro, pero escuchaba la respiración de un cuerpo a su lado. Yeol estaba dormido con el rostro enterrado en la almohada y Baek no tuvo el corazón para despertarlo, así que volvió a acostarse y abrazó a su compañero, aunque le costara respirar, aunque sus latidos fueran más lentos que los de un humano saludable.

El cuerpo de Yeol era inmenso; su espalda era muy ancha. Sin ningún pensamiento en su cabeza, Baek deslizó débilmente sus manos por toda esa amplia espalda, usó toda su palma para sentir, por sobre la delgada tela de la camiseta, los músculos relajados del guardián del fuego. Con un dedo se dedicó a dibujar círculos distraídamente. En algún momento empezó a sentir sed, su boca estaba secándose, buscó y bebió agua, moviéndose lentamente pero la sed no desaparecía.

Su sed no era de agua y su boca aún se sentía reseca.


*  *  *

Día  27,  09:29   hrs.

Baek... Baekie... —el guardián de la luz no respondió. En apariencia estaba dormido, pero no despertó, y cada minuto que transcurría llenaba de angustia la mente del guardián del fuego. El temor se deslizaba sigilosamente bajo su piel y se instalaba ahí. Yeol se aseguraba cada diez segundos de que el pequeño siguiera respirando, pero los niveles cardíacos seguían bajando.

Estaban solos.

Los móviles no funcionaban a su alrededor, el día anterior se habían propuesto la teoría de que su propia energía bloqueaba la tecnología humana. No había forma de saber en dónde estaba Lay o algún otro guardián, o alguien de la UI, y si Yeol iba a hacer algo no tenía mucho tiempo.

Estaba solo.

*  *  *

Centro Médico Immanuel Krankenhaus.
Berlín, Alemania.
Día  27,  12:01  hrs.

 

En la sala de emergencias entró corriendo un hombre muy alto y de cabello rojizo, exigiendo ayuda para un chico que llevaba en sus brazos.

El joven de cabello castaño estaba inconsciente y el sujeto que lo llevó, quien dijo llamarse Chanyeol Park , no tenía idea de que era lo que le pasaba.

El doctor de turno pensó rápidamente en padecimientos comunes en los turistas, tales como intoxicación por comidas extrañas a sus organismos, o tal vez la diferencia de presión en los lugares que visitaron. Pero todo fue descartado cuando tocó el cuerpo delgado del que según su pasaporte se llamaba Baekhyun Byun. Inmediatamente el doctor pensó en la hipotermia

—¿Es intolerante al frío? —el humano preguntó, frunciendo su entrecejo.

—Eso creo.

—¿Por qué no lo trajo antes?

—Yo no... Doctor ¿Podemos hablar en privado?

*   *   *

Yeol se sentó en el suelo, en medio de un pasillo solitario. Esperó minutos, luego horas, intentando no perder la calma. Nadie se atrevió a decirle al gigante que no podía estar ahí, nadie le dijo lo peligroso que podía ser estar sentado en el suelo de un lugar en donde las enfermedades iban y venían.  A su derecha había un gran ventanal que dejaba a la vista un impresionante jardín y más allá, un terreno lleno de árboles gigantescos.

HUMANO ~EXO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora